La inflación se enquista en junio debido al fuerte incremento de los precios de la luz y de los carburantes, así como de otros productos como el aceite, los refrescos, las joyas, las bicicletas, la carne de ovino y caprino o los seguros de salud. En concreto, los precios crecieron un 2,7% anual en junio con respecto al mismo mes del año anterior, de acuerdo con los datos que publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la cifra promete acelerarse en los próximos meses, a tenor de las previsiones de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), que pronostica un incremento hasta el 3,8% en los últimos meses del año, lo que restará fuerza a la demanda interna y podría generar más problemas de gasto público.
Los precios de consumo crecieron un 2,7% en junio respecto al mismo mes del año pasado. Y, aunque esta cifra es la misma que la registrada en mayo, hay que tener en cuenta que entre mayo y junio del año pasado los precios registraron un fuerte escalón derivado de la reapertura de la economía tras el confinamiento, por lo que el nivel de precios en el sexto mes del año estaba bastante por encima del de mayo. Los precios de consumo subieron un 0,5% solo en el último mes, y un 3,2% solo entre febrero y junio, una de las rachas más intensas de las últimas décadas.
Los grandes responsables de este incremento han sido la electricidad y los carburantes, ya que su fuerte subida se une a un uso generalizado en toda la población y que, además, tiene repercusiones en otros productos.