La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha avanzado que el Gobierno contempla una reducción del déficit al 3% del PIB ya en el año 2024. El Ejecutivo enviará entre hoy y mañana a Bruselas el Programa de Estabilidad, que prevé lograr este objetivo de equilibrio fiscal un año antes de lo anunciado. Todo ello gracias a la “buena” evolución de la economía y la creación de empleo, que está permitiendo aprovechar la mejora de los ingresos para el proceso de consolidación fiscal. Montero añadió que esta meta se va a cumplir antes de que se activen las nuevas reglas fiscales que se están discutiendo en el seno de la Unión Europea, congeladas desde 2020 para permitir a los socios de la Unión Europea desplegar el gasto público necesario con el que hacer frente a la pandemia y a la crisis inflacionista.
La senda de reducción de déficit del conjunto de las Administraciones Públicas, según explica el Ministerio de Hacienda, prevé cerrar el año 2023 en el 3,9% del PIB, para bajar al 3% en 2024, al 2,7% en 2025 y al 2,5% en 2026. Con este plan, se alcanzaría un superávit primario ya en el año 2025. Cabe recordar que España cerró el año 2022 con un agujero fiscal del 4,8% del PIB tras reducirlo desde el 6,7% anotado un ejercicio antes.
El plan no incluye grandes palancas para aumentar los ingresos públicos o recortar los gastos. Es decir, la reducción de déficit se produce de forma natural “por el sólido crecimiento económico de España, superior a la media de los países de la UE, y al dinamismo en la creación de empleo, con cifras récord de afiliación a la Seguridad Social. Por tanto, el Gobierno logra una consolidación fiscal sin aplicar recortes”, apuntan desde Hacienda.
Crecimiento y empleo
Ambos factores, crecimiento económico y empleo, permiten un aumento estructural de los ingresos. La recaudación de 2022, tras lograr unos ingresos tributarios récord de 255.000 millones de euros al calor del IRPF, Sociedades e IVA, cerró con un avance anual del 14,4%. En esta mejora, siempre según el Gobierno, la inflación solo aportó cinco puntos a ese crecimiento de los recursos. La previsión es que el aumento de los ingresos vaya moderándose en los próximos años, pero siempre mantengan un crecimiento superior a la previsión de inflación, “lo que pone de manifiesto una vez más que la mejora de los recursos públicos está sostenida por el empuje de la economía y el dinamismo del empleo”.
De lograrse los objetivos, España cumpliría a priori con las reglas fiscales que volverán a entrar en vigor a partir de 2024.