Ana Sánchez Arjona ■
Faltan 4.700 médicos de familia y 1.300 pediatras y además en cinco años se jubilan el 30% y el 20% de estos profesionales, respectivamente. Son condiciones inasumibles para un sistema público sanitario que, lejos de crecer en presupuesto tras la pandemia, no ha hecho más que precarizarse, según denuncian sus profesionales, que han convocado paros en comunidades como Madrid y Cantabria. Las cifras, los porcentajes, hablan por sí solos. De media, la subida en 2022 ha sido de un 4,5% en relación con el año pasado, un incremento muy pequeño y poco ambicioso, según especialistas y expertos en el sector. Hablamos de promedio entre las 17 comunidades porque no ha evolucionado en todas de manera lineal.
Los sanitarios están en pie de guerra. Aseguran que adoran su profesión y, sin embargo, no están contentos con las condiciones en las que se desarrolla su trabajo. Porque, insisten en denunciar que los médicos de atención primaria de toda España no son suficientes para atender a los pacientes “como se merecen”.
Faltan 4.700 médicos de familia y 1.300 pediatras y además en cinco años se jubilan el 30% y el 20% de estos profesionales respectivamente.
Es Madrid la comunidad que centra buena parte de los titulares porque acaba de aprobar un plan para reabrir 79 Puntos de Atención Continuada pero no hay suficientes profesionales para atenderlos.
En general, el porcentaje que se ha dedicado a la atención primaria este año en casi todas las comunidades se sitúa entre el 10% y el 17% del total del gasto sanitario, excepto en Cataluña, donde representa un tercio
En Cantabria, los médicos paran porque exigen al Gobierno autonómico que aumente el presupuesto dedicado a sanidad porque el actual no suficiente para ofrecer una atención de calidad.
Y es que el gasto sanitario no despega a pesar de la grave crisis sanitaria que hemos padecido y que sigue aún con nosotros.
Foco de atención en los dos últimos años, representa el 6,5% del PIB nacional y en 2021 ascendió a 80.600 millones de euros, según datos del Ministerio de Sanidad. Este año, el gasto estatal, recogido en los Presupuestos Generales del Estado, se ha reducido casi un 10% respecto a 2021.
Pero, alrededor del 90% de lo que supone el gasto en la sanidad pública lo asumen las comunidades autónomas.
En concreto, en la última Estadística de Gasto Sanitario Público disponible, las comunidades autónomas gastaron un 92,2% del total, mientras que el porcentaje que ha asumido el Estado ha sido del 2,2%.
Tras comunidades, las mutualidades de los funcionarios representan el 2,7 % del gasto. Después de la administración central, se contabilizan las aportaciones de la Seguridad Social del 1,8% y de los Ayuntamientos que representan el 0,9%.
De media, la subida en 2022 es de un 4,5% en relación con el año pasado, un incremento muy pequeño y poco ambicioso, según especialistas y expertos en el sector.
Hablamos de promedio entre las 17 comunidades porque, no ha subido en todas de manera lineal.
Hay un desfase entre los incrementos en concepto de sanidad del 0,9% en Cantabria, al 14% de Cataluña y de Murcia.
Según la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, es difícil conocer específicamente cada presupuesto porque algunas comunidades no desgranan a qué dedican los recursos que, en algunos casos, incluyen el gasto en farmacia.
La única certeza que se puede tener es en 2021 y también en 2022, los presupuestos sanitarios, estatal y autonómicos, no alcanza, ni cubren las necesidades reales de los ciudadanos.
Según los datos de la Federación, de media, las comunidades destinan 1.670 euros por habitante lejos de los 2.160 de la UE y, a años luz de Dinamarca que dedica 4. 340 euros.
Y es que, se tiene el concepto de la sanidad únicamente como un gasto, pero lo cierto es que se trata de una inversión social que incrementaría el empleo del sector lo que redundaría en un mejor servicio.
Gasto por comunidades
En 2021, y según datos de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, el Principado de Asturias destinó 1.949 euros per cápita, seguido de Castilla y León, con 1.817, y del País Vasco, con 1.809. En el otro extremo se situaron la Comunidad de Madrid, con 1.236 euros; Cataluña, con 1.279, y la Región de Murcia, con 1.305. Para 2022, los aumentos más significativos los han protagonizado Cataluña (13,8%), País Vasco (10%) y Región de Murcia (9,7%). Mientras tanto, Baleares lo bajará un 7,8%; Aragón, un 4,6%; Castilla-La Mancha, un 1,9%, y Asturias, un 0,8%.
En general, el porcentaje que se ha dedicado a la atención primaria este año en casi todas las comunidades se sitúa entre el 10% y el 17% del total del gasto sanitario, excepto en Cataluña, que donde representa un tercio.
El presidente de la FADSP, Marciano Sánchez Bayle, insiste en que la atención primaria “se traduce en un conflicto prácticamente en todas las comunidades autónomas”. No entiende que se haya perdido una gran oportunidad con la llegada de los fondos europeos.
La Federación ofrece datos de un estudio realizado en este sentido y en el que se revela que España es el tercer país de la Unión Europea empezando por abajo de la lista, que menos porcentaje de los fondos europeos destina a Sanidad.
En 2023 el presupuesto estatal previsto a sanidad es de 5.511 millones de euros, tal y como recogen los Presupuestos Generales del Estado.
“Muy deficiente”: la nota que los ciudadanos ponen a partidos y gobiernos por la gestión sanitaria tras la pandemia
La gestión de la sanidad pública después de la crisis sanitaria ha sido calificada como de ‘muy deficiente’ de nota media. Se trata de las conclusiones de un estudio realizado para el principal sindicato de enfermería de España, SATSE según el cual ocho de cada diez ciudadanos, 86,32%, considera que no se están cumpliendo los compromisos adquiridos por gobiernos y partidos políticos para mejorar la Sanidad Pública.
Con un 3,5 de media sobre 10, las personas encuestadas suspenden la actuación de la clase política en los últimos meses en temas sanitarios Los principales problemas para los usuarios son las listas de espera (70,54%), la falta de profesionales sanitarios (59,21%) y la saturación en los centros (53,77%).
La atención no presencial por parte de los profesionales sanitarios es otro de los principales problemas que los ciudadanos ponen sobre la mesa. Al respecto, cerca de un 65% de los españoles cree que no supone una mejora para la Sanidad Pública que los médicos atiendan por teléfono en lugar de hacerlo de manera presencial en la consulta, algo que sucedía durante la pandemia y que se ha convertido, ahora, en una práctica habitual
En relación a la percepción ciudadana sobre la situación de los profesionales de Enfermería y Fisioterapia, ocho de cada diez (83,72%) cree que no hay suficientes enfermeras para garantizar una buena atención sanitaria y de cuidados esenciales. Un porcentaje muy similar al de los fisioterapeutas, porque también ocho de cada diez personas tienen la misma opinión (86,52%).
El presidente del SATSE, Manuel Cascos, ha señalado que, al igual que las enfermeras, enfermeros y fisioterapeutas, el conjunto de la población está muy preocupada por la situación de abandono y precariedad que sufre la Sanidad Pública, así como por el claro desinterés de gobiernos y partidos políticos por mejorar la atención sanitaria y los cuidados que se deben prestar a más de 47 millones de personas.
“A nuestros dirigentes públicos y políticos solo les preocupa, tras la pandemia, lo que genera titulares de prensa, y la Sanidad ya no les interesa a pesar de que nuestro sistema sanitario está sufriendo desde hace años una lenta agonía que provoca enormes listas de espera, déficit de profesionales o saturación y colapsos en los centros, entre otros graves problemas”.