El Fondo Monetario Internacional ve encarrilada la recuperación en España, cuya economía prevé que recupere todo el músculo perdido a raíz de la pandemia a finales de este año gracias sobre todo al impulso que ha imprimido una exitosa campaña de vacunación. Por ello, el FMI pone fecha para empezar los ajustes: 2023.
En línea con los nuevos vientos que soplan en las instituciones internacionales, el FMI pide a los gobiernos que eviten un tajo brusco y opten por una retirada “firme” pero “gradual” para volver al equilibrio en las cuentas públicas a lo largo de la próxima década.
El FMI cree que España recuperará su crecimiento potencial a medio plazo, si bien también estima que el sector del turismo y la restauración puede arrastrar cicatrices aún durante un tiempo por el tremendo golpe sufrido
En un informe elaborado tras una visita de los analistas del organismo a España, el llamado Artículo IV, el organismo dirigido por Kristalina Georgieva sugiere subir impuestos tras constatar que hay margen para movilizar más recursos derivados del IVA y los impuestos medioambientales. El documento también da la bienvenida a la reforma laboral, si bien es crítico con medidas como la ultraactividad de los convenios.
Los analistas del FMI han publicado su informe preliminar sobre sus conclusiones del viaje a España, que ampliarán con un diagnóstico completo en las próximas semanas. Sin embargo, esta aproximación deja un exhaustivo catálogo de sus impresiones. Los técnicos del Fondo ratifican las previsiones que manejaban hasta ahora: la economía crecerá un 5,8% en 2022 y un 3,8% en 2023 gracias a la elevada tasa de vacunación, el drenaje del ahorro hacia el consumo y la ejecución de los recursos del fondo europeo Next Generation EU, que tendrán un impacto de entre el 1,5% y el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) a finales de año. El FMI cree, además, que España recuperará su crecimiento potencial a medio plazo, si bien también estima que el sector del turismo y la restauración puede arrastrar cicatrices aún durante un tiempo por el tremendo golpe sufrido.
De hecho, en un escenario sin cambio de políticas públicas, a partir de 2025 el Fondo prevé que la expansión económica sea ya inferior al 2%.
Después de una respuesta fiscal que el FMI estima que equivale al 23% del PIB, la institución con sede en Washington pide un regreso paulatino a la disciplina fiscal. En concreto, los analistas creen que una reducción del déficit estructural en un 0,5% del PIB cada año permitiría a España acercarse al equilibrio fiscal dentro de la próxima década. La propuesta del FMI consiste en una combinación de subir impuestos y reforzar la eficiencia en el gasto, pero no reclama de forma explícita recortes.
Es más, el Fondo recuerda que España gasta más en pensiones y prestaciones de desempleo que los países de su entorno, pero dedica menos a inversión pública y educación. Por el contrario, el informe ve recorrido en subir el IVA para cerrar la brecha con la media de la UE, lo que le daría un rendimiento de entre el 1,5% y el 2%; poner fin a las distorsiones que acusa el sistema tributario (0,3%-0,5%) y armonizar las tasas medioambientales con el resto de los socios comunitarios (0,7%-0,9%).
Espaldarazo al Gobierno
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, interpretó el informe como un espaldarazo a la “agenda reformista” del Gobierno y pidió esperar la reforma fiscal que ahora está en la mesa del comité de expertos. “Vamos a ver cuáles son las recomendaciones que nos proponen los expertos para abordar cuáles pueden ser las mejoras que se desarrollen en los próximos años, sobre todo orientadas en reforzar la progresividad y la justicia en el sistema fiscal”.