Ana Sánchez Arjona
El 30 de abril es la fecha límite para que el Gobierno envíe a Bruselas la actualización del programa de estabilidad que contempla las grandes cifras sobre las que pivotará la economía española de aquí a 2024. Nadia Calviño reconoce, ya sin rodeos, que rebajará el crecimiento estimado para el PIB de 2022. Sin embargo, no quiere hacer saltar las alarmas y pone el acento en que lo hará de forma moderada. Se especula con que el recorte puede llegar hasta los dos puntos de PIB para este año, frente a la última estimación que se hizo en octubre de 2021 y que situaba el crecimiento en el 7%. Y si habitualmente el Ejecutivo suele esperar hasta el último minuto para remitir el nuevo escenario macro a Bruselas, en esta ocasión, con más motivos. El contexto internacional es muy complicado y hace imprescindible tener sobre la mesa el mayor número de indicadores disponibles para armar el puzle de las previsiones con la mayor exactitud posible.
Nadia Calviño reconoce, ya sin rodeos, que rebajará, en la próxima actualización de previsiones, el crecimiento estimado para el PIB de 2022. Sin embargo, no quiere hacer saltar las alarmas y pone el acento en que lo hará de forma moderada. “La situación es muy difícil así que, vamos a ser más prudentes que el Banco de España en algunos de los elementos que ha publicado en la revisión a la baja de sus previsiones de crecimiento”, explicaba durante una de sus últimas intervenciones en el Pleno del Congreso.
Hay que recordar que el Banco de España rebajó sus estimaciones del PIB del 5,4% al 4,5% para este año (el Gobierno mantiene todavía el crecimiento en el 7%), con una inflación media al 7,5%, y un alza del PIB del 3,9% al 2,9% el año siguiente.
Se especula con que el recorte que aplicará Economía puede llegar hasta los dos puntos de PIB para este año. Al menos es lo barajan los técnicos del Ministerio en la cuenta atrás para que el Gobierno remita el nuevo Programa de Estabilidad 2022-2025 a la Comisión Europea. El plazo finaliza a finales de mes.
El impacto del ‘shock’ energético pesa en el nuevo escenario macroeconómico que baraja la vicepresidenta, ya que de la evolución del conflicto bélico y sus efectos sobre los precios en la economía nacional dependerá la previsión final
Este recorte dejaría el avance del PIB previsto para este año en el entorno del 5%, frente a la última actualización del cuadro macroeconómico que se hizo en octubre de 2021.
El impacto del shock energético provocado por la guerra en Ucrania pesa en el nuevo escenario macroeconómico que baraja la vicepresidenta ya que, de la evolución del conflicto bélico en las próximas semanas y sus efectos sobre los precios en la economía nacional dependerá la cifra final.
Si habitualmente el Ejecutivo suele esperar hasta el mismo 30 de abril para remitir el nuevo escenario macro a Bruselas, en esta ocasión, con más motivos. El contexto internacional es muy complicado y hace imprescindible tener sobre la mesa el mayor número de indicadores disponibles para armar el puzle de las previsiones con la mayor exactitud posible.
Sin embargo, la revisión a la baja de dos puntos para el crecimiento que acometerá Calviño, podría quedarse corta sobre todo si se tiene en cuenta el impacto de los fondos europeos sobre el PIB que, de momento, se desconoce. Con lo que se especula en este momento, y para darle un impulso al crecimiento, es que el Gobierno quiere acelerar la petición del segundo tramo de estos fondos, valorado en 70.000 millones, y que no tenía previsto solicitar hasta 2024.
Habrá que ver si la Comisión Europea lo acepta porque los fondos son deuda mutualizada de los 27 y, de la misma manera que las previsiones macroeconómicas de España han saltado por los aires, también lo han hecho las de la Unión Europea.
Recesión, descartada
Lo que si descarta el Gobierno es que España vaya a entrar en recesión. En el caso de nuestro país, comentaba Calviño durante la última reunión del Eurogrupo, la recuperación iniciada en 2021 “ha seguido a buen ritmo”, algo que, a su juicio, ha quedado «confirmado» con los datos del mercado de trabajo en el primer trimestre del año. La vicepresidenta ha remarcado que estos datos confirman la «fuerte creación de empleo», con “aproximadamente” 500.000 afiliados más a la Seguridad Social que antes de la pandemia y una “mejora significativa» de la “calidad y estabilidad del empleo creado”.
Calviño ha recordado que “casi un tercio” de los trabajadores afiliados a la Seguridad Social en marzo tienen contratos indefinidos, un dato que da continuidad a la «progresión positiva» que, en su opinión, deriva de la reforma laboral.
Evaluar las consecuencias de la guerra sobre la economía fue el principal punto del orden del día en la cita del Eurogrupo en un escenario en el que Bruselas asume que el conflicto provocará un crecimiento “significativamente inferior” al anticipado y una mayor inflación.
De lo que si presume Nadia Calviño ante sus socios europeos es de las cifras de déficit y deuda que se han conocido recientemente y destaca que los datos correspondientes al año 2021 muestran el “compromiso” del Gobierno con la responsabilidad fiscal. El déficit del conjunto de las administraciones públicas cerró 2021 en el 6,76% del PIB, 3,3 puntos porcentuales menos respecto al dato de 2020 y 1,6 puntos por debajo de las previsiones del Gobierno. De su lado, la deuda se situó a final del año pasado en el 118,4% del PIB, con 1,427 billones de euros, lo que supone más de un punto por debajo de lo estimado por el Ejecutivo en el Plan de Estabilidad.
Recorte generalizado de previsiones
Economía no pierde de vista a los organismos nacionales e internacionales que, un día sí y otro también, actualizan sus previsiones para adaptarlas al actual contexto. Uno de los últimos en recortar la estimación de crecimiento para este año han sido los analistas de Funcas, que acaba de rebajar en 1,4 puntos su augurio hasta el 4,2%.
En palabras de Carlos Ocaña, director general de Funcas, el crecimiento económico “seguirá en positivo”, aunque a un ritmo inferior, “lo que supone que aún estaremos este año un 2,5% por debajo del PIB prepandemia”.
Recorte también de sus estimaciones por parte de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, Airef, que establece su previsión de crecimiento de la economía española en 4,3% para este año, dos puntos menos que en sus anteriores estimaciones de octubre (6,3%).
La directora de la División de Análisis Económico de la Airef, Esther Gordo, explicaba en rueda de prensa que la guerra en Ucrania ha sido el “detonante” del cambio en las previsiones macroeconómicas, aunque ha señalado que ya a lo largo de 2021 fueron emergiendo determinados problemas que la invasión ha agravado, como es el caso de las disrupciones en las cadenas de valor y de la crisis energética.
Estas previsiones incorporan también una revisión a la baja del impacto en el crecimiento asociado al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) en 2022 desde el 2,5% del PIB al 1,8%
Rebaja también por parte del Banco de España de sus previsiones para 2022 en casi un punto, hasta el 4,5% frente al 5,4% estimado en diciembre de 2021. Estima, además, que crecerá un 2,9% en 2023, un punto menos de lo previsto hasta ahora. En 2024, y como consecuencia del «efecto rebote», el PIB repuntará siete décimas más, hasta el 2,5%.
El BdE no espera que se produzcan crecimientos negativos en los próximos trimestres, aunque sí repuntes muy moderados. Tras el 0,9% estimado para el primer trimestre del año, la economía apenas avanzará un 0,1% en el segundo trimestre, para elevarse al 0,4% y al 0,7% en los trimestres siguientes
El gran cambio se produce en la previsión de inflación, que aumenta en casi cuatro puntos: el BdE espera que el IPC medio en 2022 sea del 7,5%, frente al 3,7% de las anteriores previsiones.
Para controlar los precios, Pablo Hernández de Cos, promueve un pacto de rentas entre empresarios y trabajadores. Para los primeros propone recortar márgenes a cambio de que los segundos acepten de subidas salariales moderadas para que se repartan, así, los costes de la crisis y se evite un empobrecimiento mayor.
Por su parte, la Comisión Europea, el FMI y la OCDE sostienen que la economía española no crecerá más de un 5,5% en 2022.