El Consejo de Ministros ha dado el visto bueno para el nuevo plan de ayudas al sector Horeca (hostelería, restauración y cafeterías) y del comercio y el turismo dotado con 4.220 millones de euros, según ha anunciado la ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero.
El plan contempla actuaciones sobre cinco bloques que tienen como objetivo principal “reducir de forma clara los costes fijos de las empresas de estos sectores”.
El primero reducirá directamente los costes de los alquileres, el segundo permitirá facilitar la liquidez de las empresas para que puedan hacer frente a sus compromisos con proveedores y trabajadores. En tercer lugar, según ha explicado Montero, se rebajarán los costes fiscales y se permitirá retrasar el pago de impuestos. Además se flexibliliza el régimen de módulos y se amplían los sectores que podrán beneficiarse de los ERTE catalogados como ultra protegidos.
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Las ayudas se mantendrán durante el estado de alarma y beneficiarán “a 190.000 comercios, 33.000 negocios turísticos y a 177.000 locales comerciales”.
Preguntada por la ausencia de ayudas directas que reclama el sector, Montero ha explicado que «las medidas diseñadas son la fórmula que tiene el Gobierno de ofrecer ayudas directas».
En concreto Montero ha asegurado que el plan contempla propuestas valoradas en 2.000 millones de euros que los empresarios de los sectores afectados no tendrán que devolver.
La entrega de cheques directamente a las empresas es una potestad que ha delegado en las comunidades autónomas y los ayuntamientos, «que tendrán que seguir existiendo», ha comentado.
«Rebajando la factura fiscal, disminuyendo el coste del personal… Hay más de 2.000 millones de ayudas directas que no tendrán que devolver, como la rebaja de alquileres, no tener que pagar tributos por módulos o no tener que hacer frente a las cuotas de seguridad social».
Ayudas al alquiler
El primer bloque de ayudas implica una reducción de los costes de alquileres con tratamiento diferencial para los grandes y pequeños propietarios.
Para los grandes propietarios (los que tienen más de 10 inmuebles) y en el caso de de que no haya un acuerdo con los inquilinos se establecen dos alternativas.
Por un lado, una rebaja del 50% del coste del alquiler que se aplicará de forma automática cuando lo reclame el arrendatario durante el tiempo en el que esté vigente el estado de alarma desde el próximo 31 de enero.
Otra opción es una moratoria en el pago de la renta arrendaticia durante el tiempo que dure el estado de alarma, sus prórrogas y hasta un plazo máximo de cuatro meses adicionales. El pago aplazado de rentas se podrá hacer durante un periodo de dos años desde la finalización de la moratoria.
En el caso de que el propietario del inmueble en el que se desarrolle la actividad no sea gran tenedor, con menos de diez inmuebles, se establece la posibilidad de que el propietario compute como gasto fiscal a incluir en los dos primeros meses del IRPF de 2021 la totalidad de la rebaja de la cuota de alquiler que practique al inquilino.
Es decir, según ha explicado Montero, si en un alquiler de 1.000 euros al mes se rebaja a 400 euros, el propietario se puede deducir 600 euros. Si la rebaja es de 1.000 euros, el propietario se podrá deducir al cuantía total de esa renta.
Rebajas fiscales
En el ámbito fiscal, se permite aplazar durante 6 meses, con 3 de carencia de intereses, previa solicitud, deudas tributarias correspondientes a declaraciones-liquidaciones y autoliquidaciones cuyo plazo de presentación e ingreso finalice desde el día 1 de abril hasta el día 30 de abril de 2021, ambos inclusive, de modo que en lugar de ingresar en abril se ingresarían las deudas en octubre.
El importe potencialmente aplazado ascendería a unos 2.668 millones de euros. El número total de personas beneficiadas por los aplazamientos sería de unos 617.000 contribuyentes, de los cuales unos 92.000 son de la hostelería y restauración y 68.000 contribuyentes son de comercio al por menor.
Otra medida tributaria que recoge el plan es aumentar la reducción en la tributación por el sistema de módulos en el IRPF del 5% actual al 20% con carácter general para el año 2020. Esa reducción se ampliará al 35% para los sectores de hostelería, el comercio y el turismo.