Ana Sánchez Arjona ■
Hubo aplausos durante la firma del Quinto Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que incluye un mandato subidas de sueldo para los próximos tres años de al menos un 10%. Nadie se hubiera imaginado que apenas cuatro días después de la celebración del Primero de Mayo en la que los dos principales sindicatos advertían a la patronal de un otoño caliente, ambas partes anunciaran que habían cerrado un pacto salarial. “Ahora toca desbloquear convenios”, señalaban Unai Sordo y Pepe Álvarez mientras que Antonio Garamendi lanzaba un mensaje: “Señores, ésta es la senda”. Pero, además de estas subidas, hay otras muchas recomendaciones que contiene el acuerdo. Por ejemplo, dar un impulso el contrato fijo discontinuo mediante los convenios colectivos para adaptarlo a las circunstancias de trabajadores, sectores y empresas.
Apenas cuatro días después de la celebración del Primero de Mayo en la que los dos principales sindicatos advertían a la patronal de un otoño caliente…, “la CEOE tiene que decidir si el escenario de transformación del país lo quiere afrontar desde un escenario de paz social o de conflictividad. O hay acuerdo general, o los sindicatos nos pondremos a organizar, no convocar, jornadas de movilización en otoño”, decía el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ambas partes anunciaban el 5 de mayo que habían alcanzado un principio de acuerdo sobre la subida de los salarios.
El V acuerdo para la negociación colectiva ya es un hecho. Se ha firmado el miércoles 10 de mayo, sin la presencia de ningún miembro del Gobierno.
El texto acordado por sindicatos y patronal recomienda que se suba el sueldo un 4% este año, un 3% en 2024 y otro tanto en 2025, la mayor alza de salarios en décadas
El quinto pacto para el Empleo y la Negociación Colectiva, incluye un mandato de subidas salariales para los próximos tres años de al menos un 10%. “Ahora toca desbloquear convenios”, destacaban los líderes sindicales, Unai Sordo y Pepe Álvarez. Desde los empresarios, el líder de CEOE, Antonio Garamendi, lanzaba un mensaje para llevar a la práctica las alzas de salarios. “Señores, esta es la senda”, ha hecho llegar a las empresas.
Estamos ante la mayor subida de salarios de los trabajadores españoles de las últimas décadas. Ahora tienen por delante otra labor también complicada: la de desatascar los más de 1.300 convenios que están pendientes de actualización, algunos incluso caducados desde hace años.
La negociación colectiva se ha visto especialmente afectada por la crisis inflacionista brutal que se inició de 2022, y que aún perdura, con una caída de la firma de convenios y muchas condiciones laborales bloqueadas en miles de empresas.
Así que, el ejercicio anterior ha quedado finalmente fuera del gran pacto, en una negociación muy compleja en la que, los agentes sociales no eran capaces de acercar posturas en un escenario de precios disparados. Unai Sordo confía en que la ruta de subidas trazada a partir de 2023 permita “oxigenar las negociaciones” atascadas y facilite los acuerdos sectoriales sobre 2022.
Pero, y aunque el año pasado se queda al margen de lo pactado por petición expresa de la CEOE, “no renunciamos a subidas” de forma retroactiva para anteriores ejercicios. “Ahora toca negociar los convenios donde se puede incluir el 2022 y este acuerdo oxigena notablemente esas negociaciones”, aseguró el líder de CCOO.
Pepe Álvarez señalaba por su parte que la negociación “tendrá que solventarse en cada caso”, según la situación de cada empresa o actividad económica. El líder de UGT añadía, además, con un ejemplo concreto, que el convenio recién suscrito de conservas de pescado, con subidas de sueldo del 4,75% para el pasado año, es una muestra de la posibilidad de acordar aún subidas importantes para afrontar la inflación.
Revisión salarial
El texto pactado recomienda que se suba el sueldo un 4% este año, y un 3% en 2024 y otro tanto en 2025. Junto a este incremento y gracias a “cesiones razonables” por las dos partes, como señalaba el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, se incluye también una cláusula de revisión salarial de hasta el 1% adicional cada año, si el IPC es superior a lo pactado.
Precisamente, este diseño de los incrementos salariales y su actualización con los precios, está detrás de uno de los grandes objetivos de este acuerdo, que es, como también explicó Garamendi, “frenar la inflación de segunda ronda”, esto es, el círculo vicioso de subida de precios y salarios cuando se intenta que los trabajadores no pierdan nada de poder adquisitivo en un escenario de inflación desbocada.
No obstante, y dado que estas directrices son recomendaciones, todos los firmantes destacaron que la redacción del texto deja abierta la posibilidad de que cada mesa de negociación module los incrementos salariales.
Pero, dicho esto, y preguntados por el mensaje de la patronal a las empresas que no vayan a aplicar este año las subidas pactadas, el líder de CEOE fue claro al referirse a la subida del 4%, 3% y 3% para los próximos tres años.
Gracias a “cesiones razonables” por las dos partes, se incluye una cláusula de revisión salarial de hasta el 1% adicional cada año, si el IPC es superior a lo pactado
En ese mismo sentido, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, advirtió de que “el hecho de que el acuerdo no sea obligacional no quiere decir que no tengamos que aplicarlo, porque nos obliga a los firmantes; y espero que eso ayude a sacar adelante los más de 1.400 convenios que deben renovarse antes de fin de año”.
Las recomendaciones en el ámbito de los contratos que han trasladado los agentes sociales están especialmente vinculadas a la reforma laboral que se pactó con el Gobierno. Por ejemplo, se aconseja dar un impulso el contrato fijo discontinuo mediante los convenios colectivos para adaptarlo a las circunstancias de trabajadores, sectores y empresas, y se apuesta por permitir a las empresas de trabajo temporal que puedan realizar estos contratos para cubrir empleos temporales en las empresas que lo necesiten.
Patronal y sindicatos reivindican su autonomía: ningún miembro del Gobierno asistió a la firma del acuerdo
Los agentes sociales han decidido esta vez distanciarse del Gobierno. En concreto, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha comentado que no se debe monopolizar el acuerdo: “No seamos adanistas, llevamos 45 años haciendo pactos”, señalaba en una entrevista reciente.
Garamendi ha añadido que seguirán trabajando con “independencia” y con “sentido de Estado” y “lealtad institucional”. Tanto CEOE como Cepyme reivindican que todos los cambios normativos que afecten a las relaciones laborales cuenten con el visto bueno de empresas y trabajadores, algo que, dicen, no está sucediendo en la actualidad. “Hoy día hay mucha norma que, desgraciadamente, no tiene el cauce que creemos más beneficioso para empresa y trabajador, que es sentarse en la mesa del diálogo social bipartito”, dice el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva.
En esta misma sintonía han opinado los líderes sindicales. Concretamente, el secretario general de CC.OO., Unai Sordo, aseguraba que los agentes sociales tienen un mandato constitucional y legal para representar intereses de empresas y trabajadores. “El ámbito bipartito es importante. Hay que poner en valor que haya un sistema de negociación colectiva para la ordenación del trabajo y para cubrir el gap entre lo que se legisla y lo que ocurre en la realidad compleja y múltiple de los centros de trabajo”.
Sin embargo y lo habitual es que en los actos en los que se firmaban los acuerdos sobre negociación colectiva no hubiera representantes políticos, pero en el caso del cuarto, que se rubricó el 5 de julio de 2018, que hubo unos cuantos.
No hubo solo un ministro de Trabajo o de Empleo, denominación que depende de la adoptada en cada legislatura. Acudieron las ministras de ramo: Magdalena Valerio, del recién estrenado Gobierno socialista, que había llegado al poder tras una moción de censura a Mariano Rajoy; y Fátima Báñez, que acababa de dejar el cargo apenas unos días antes.
La sorpresa del éxito de la moción había dejado con los deberes medio hechos a Báñez que había sido la primera mujer al frente de Ministerio y la que más años había estado en él. En concreto casi siete años. Así que aprovecho el acto para hacer un singular traspaso a Valerio: el del diálogo social.