Destacado Económico / N.L.
La junta de accionistas de Unicaja celebrada el pasado 30 de marzo ha dejado claro el cambio de la relación de fuerzas entre los asturianos y los andaluces en beneficio de estos últimos como consecuencia de la sustitución de Braulio Medel, que apoyaba al asturiano Manuel Menéndez, por el malagueño José Manuel Domínguez en la presidencia de la Fundación Unicaja que controla el 30,2% del capital del banco.
La clave del cambio lo ha proporcionado que la junta no ha ratificado los nombramientos de la socialista Teresa Costa y de Isidoro Unda como consejeros independientes ante las sospechas de que estos independientes no lo son en realidad. De hecho, el bloque malagueño, integrado fundamentalmente por la Fundación, la textil Mayoral y Tomás Olivo, consigue una mayoría holgada en la caja que hace dos años, por imperativo del BCE, integró a Unicaja con Liberbank.

La pugna por el poder entre el presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, y el de Liberbank, Manuel Menéndez, se resolvió salomónicamente colocando al primero en la presidencia ejecutiva por un par de años, cuando cumplirá 75, y al segundo, como CEO también ejecutivo, aunque no ejecutivo como Azuaga, quien tendría que someterse a una votación del Consejo de Administración que ahora con la nueva composición del mismo es improbable. No obstante, no hay que perder de vista que la fusión en marcha de lo que ha alumbrado el sexto banco de España en cuanto a activos no ha concluido por estar bajo el protectorado del BCE, que vigila cada detalle.
La Junta de Accionistas trastocó la relación de fuerzas
Lo cierto es que la junta de accionistas del pasado 30 de marzo ha cambiado, como decía, la relación de fuerzas en presencia. Los accionistas tenían que renovar seis de los quince miembros del Consejo de Administración, cuatro dominicales en representación de Fundación Unicaja y dos independientes. Los dominicales se ratificaron pero los independientes, no, porque la Fundación percibió olor asturiano. Y es que frente al criterio del BCE de primar la competencia de los gestores, que daría ventajas a Manuel Menéndez, se ha impuesto la cuestión regional, el enfrentamiento entre asturianos y andaluces, mayormente malagueños.
La decisión final la tomará el Consejo de Administración en su reunión del próximo 21 de abril convocado para cubrir las vacantes de María Garaña, Isidoro Unda y Maite Costa y el 28 del mismo mes se procedería a la liquidación de Manuel Menéndez prevista en principio para finales del mes de junio. Si el BCE no decide otra cosa. El Consejo de Administración ha confiado al BCE la decisión sobre la permanencia en el cargo del presidente, Manuel Azuaga.

Manuel Menéndez, un gestor de reconocido prestigio
Manuel Menéndez Menéndez (Salas (Asturias), diciembre 1959) demuestra que un catedrático de Administración de Empresas puede ser un buen gestor, un potente bancario que se jugaba su brillante trayectoria empresarial al descender de las montañas de Asturias a tierra andaluza.
Menéndez demostró su capacidad de resistencia al conseguir la presidencia de Cajastur y permanecer en ella contra viento y marea. Se manejó con energía dentro de las pugnas internas del PSOE asturiano que enfrentaba al gobierno del Principado con el grupo parlamentario.
La gestión de Menéndez en una caja en la que no faltaban los problemas le ganó el reconocimiento del empresariado asturiano, de los colegas de otras cajas de ahorros y del propio Banco Central Europeo. Su prestigio le valió también la presidencia de la compañía energética Hidrocantábrico hoy integrada en el Grupo EDP.
El asturiano se manejó hábilmente en el proceloso culebrón de fusiones de las cajas de ahorros encabezando la que tomó el nombre de Liberbank que agrupó a Banco CCM, Caja de Extremadura y Caja Cantabria bajo el liderazgo de Cajastur, pero se equivocó al fiar todo al apoyo de Braulio Medel
La fusión con Unicaja, el gran desafío
El gran desafío para Menéndez surgió cuando Liberbank se fusionó con Unicaja, que mantuvo este nombre al fusionarse con las Cajas de Ahorros de Ronda, Cádiz, Almería, Málaga y Antequera, a las que se sumó la Caja de Jaén en agosto de 2010.

El consejo de administración ha confiado al BCE la decisión sobre su permanencia en el cargo. / EP
El problema para Menéndez era la desigualdad de la potencia entre la andaluza Unicaja (60%) y el grupo integrado por Liberbank (40%) una desigualdad que el asturiano intentó compensar con el apoyo de Braulio Medel que presidía la Fundación Unicaja, primera accionista de la caja a quien acusaban de traición, de entregar el tesoro andaluz al asturiano, al pez pequeño.
Sin embargo al ser desalojado Braulio de la Fundación Unicaja, que tras la dimisión de algunos adictos liderados por Petra Mateos está dominada por sus adversarios que juegan la carta patriótica del andalucismo frente la supuesta invasión asturiana, se comprometió el futuro de Menéndez que, siendo ahora CEO de la entidad, rompe el esquema anterior que preveía que el actual presidente ejecutivo, Manuel Azuaga, dejaría de serlo en un par de años que se cumplen ahora, manteniendo la gestión efectiva de la caja en manos de Menéndez.
Manuel Azuaga Moreno (Málaga, 1947), licenciado en Filosofía y Letras, su adversario más beligerante, fue desde que se fusionaron las cinco entidades que dieron lugar a Unicaja, el hombre de confianza de Braulio Medel quien le fue ascendiendo primero a subdirector, y a continuación a secretario general, una carrera que Azuaga interrumpió cuando pidió la excedencia al ser nombrado por la ministra Magdalena Álvarez presidente de AENA. Cuando Azuaga volvió a Málaga, Medel le encargó, en 2010, coordinar el proceso inicial de fusión que encabezó CajaSur. Cuando fracasó la operación Medel le designó como su número dos.
El actual presidente de la Fundación, José Manuel Domínguez, es un hombre bien valorado por todos pero de evidente compromiso con la facción malagueña. Fue durante muchos años, director general de la Secretaría General Técnica de Unicaja Banco, hasta su cese voluntario para dedicarse a su actividad como docente. Es doctor en Ciencias Económicas y Catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga.