Destacado /N. L.
Isidro Fainé, presidente de la CECA y de la Fundación Bancaria ”la Caixa”, reelegido por unanimidad para los próximos tres años como presidente del Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas durante la 28ª Asamblea que se ha celebrado en París, lleva al ámbito mundial la filosofía de la Fundación que preside en España en su lucha contra la pobreza y la exclusión.
El Instituto Mundial (WSBI, por sus siglas en inglés), representa a 6.500 entidades en 63 países, que en su conjunto suman 15 billones de dólares de balance, dan empleo a 2,2 millones de trabajadores y atienden a 1.400 millones de clientes, con una red de más de 221.500 oficinas, desde la que ofrecen servicios bancarios a todo tipo de colectivos, instituciones, grandes empresas, pymes y familias.
Las entidades adheridas al WSBI destinan anualmente 1.800 millones de dólares a la lucha contra la pobreza y la desigualdad social. Su objetivo es la inclusión financiera, la promoción de las finanzas sostenibles, la innovación y el aprovechamiento de la digitalización para promover la cercanía al cliente y el refuerzo de la solvencia en el marco Basilea IV, prioridades para los próximos años.
Los retos
En su discurso, Isidro Fainé ha destacado que “en los próximos años, tendremos que abordar importantes retos: la recuperación económica, el incremento de la desigualdad, los retos demográficos que pondrán presión sobre los recursos naturales, el cambio climático y la sostenibilidad. Los miembros tienen en su ADN la vocación de ayudar a los más vulnerables y el fortalecimiento de la comunidad. Las contribuciones sociales de los miembros ascienden a un total de 1.800 millones de dólares anuales para luchar contra la pobreza y la exclusión social”.

La Asamblea ha elegido a Antonio Romero, director corporativo de Servicios Asociativos y Recursos de CECA, como coordinador entre la actividad asociativa del Instituto Mundial y la Agrupación Europea de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas. Del mismo modo, Joan Rosás, director de Relaciones Institucionales Internacionales de CaixaBank, ha sido nombrado representante del Consejo del WSBI para las Relaciones Internacionales.
Isidro Fainé fue elegido por primera vez para presidir el Instituto en la asamblea celebrada en noviembre de 2018 en Nueva Delhi en la que el nuevo presidente subrayó como su objetivo prioritario “la sostenibilidad económica y social”. Durante su mandato, el Instituto, ante la pandemia propuso ante los organismos internacionales medidas económicas, fiscales y sociales que favorecieran la salida de la crisis y la atención a las nuevas demandas que planteaba incrementando el intercambio de mejoras prácticas para hacer frente a las necesidades financieras de todo tipo de colectivos, instituciones, grandes empresas, pymes y familias.
Un banquero atípico que intenta ser humilde, cercano y buena persona
José García Abad
Isidro Fainé rompe todos los esquemas de la imagen típica y tópica del banquero. Intenta ser humilde, cercano y buena persona sin dejar de ser prudente y reflexivo, algo que no está reñido con la intuición, a la que otorga un valor importante como resultado de muchas horas de reflexión. Su propósito es la innovación, pero con un pie en la historia, aprendiendo de los que le han precedido.
Desde niño lleva dentro el imperativo de ayudar a los necesitados que ha podido ejercer en la Obra Social de La Caixa. “Lo que más me obsesiona a estas alturas de mi trayectoria –me comentó en cierta ocasión en la que se expresó con evidente sinceridad– es garantizar la Obra Social por cien años más. Puedo decir con satisfacción que la Fundación ha consolidado una posición de liderazgo a nivel internacional, situándose en tercer puesto en volumen de activos, con 24.000 millones de euros, según un informe del Instituto Coordenadas, y sólo por detrás de la Bill & Melinda Gates Foundation y Wellcome Trust”.

Lo más importante para él son los empleados y los clientes, consciente de que si los empleados están contentos, lo estarán también los clientes. Y si los clientes están contentos, los accionistas también lo estarán. No cree que haya que tener contentos a los accionistas a costa de los clientes ni de los empleados.
Ningún colega ha dedicado tanto dinero a la Obra Social. Ahora como presidente de la Fundación Bancaria La Caixa no olvida que sin los accionistas y los clientes de CaixaBank, la Obra Social no existiría, no hubiera sido posible la filantropía. Por esta razón, los accionistas y clientes son los primeros filántropos.
Sostiene que el sistema de mecenazgo debe mejorar. No sólo a través de unas mayores desgravaciones fiscales y una menor regulación legal de las ayudas al arte, sino, sobre todo, de una sensibilización social que debe empezar ya desde la escuela.
“Desde su nacimiento, “la Caixa” ha sido una entidad defensora del mecenazgo, y de extender esa sensibilización social, implicando a particulares y a empresas. La voluntad de sumar esfuerzos para llegar a las personas más necesitadas nos ha llevado de manera natural a buscar la colaboración público-privada en todos los terrenos”.
Un ejemplo significativo es el programa Incorpora, una alianza con más de 51.000 empresas de toda España, que desde su lanzamiento en 2006 promueve la inserción laboral de personas con dificultades para acceder al mercado laboral. Desde entonces, en esta larga década marcada por la crisis económica, Incorpora ha facilitado cerca de 200.000 puestos de trabajo a parados de larga duración, mujeres víctimas de violencia de género, personas con discapacidad psíquica, física, sensorial o enfermedad mental, jóvenes e inmigrantes, como principales colectivos, gracias a la colaboración de pequeñas, medianas y grandes empresas socialmente responsables.
Cambiar la política económica
Considera conveniente un cambio de tercio en la política económica, un cambio consistente en mover el eje de actuación, desde la macroeconomía a la microeconomía. Con un propósito muy ambicioso: que el crecimiento no sea sólo sostenible, sino también inclusivo. Entiende que ahora es el momento de que el protagonismo y la prioridad recaigan en la buena calidad del sistema educativo, el correcto funcionamiento del mercado laboral, la regulación adecuada de la competencia entre las empresas y el diseño acertado del sistema tributario para conseguir un modelo de desarrollo sostenido, eficiente y equitativo. Considera crucial el emprendimiento, el fomento de los emprendedores. Se define muy abierto a todo, pero sin ningún extremismo. Moderado en política, se ha movido siempre en las ideas socialdemócratas.
Entre sus éxitos hay que destacar la salvación del Banco de Asunción, el desarrollo de Abertis y la expansión de “la Caixa” fuera de su territorio histórico, de Cataluña y Baleares, convirtiendo CaixaBank en uno de los grandes bancos de Europa, así como transformar “la Caixa” en la Fundación Bancaria “la Caixa”, heredera del compromiso social de la primera, y que gestiona toda la Obra Social, además de controlar Criteria CaixaHolding, que es la propietaria de las participaciones accionariales en CaixaBank.
Así como la extensión de Obra Social a Portugal tras la entrada del banco portugués BPI en el Grupo CaixaBank que responde a la voluntad de llevar la acción social a los territorios donde CaixaBank desarrolla su actividad.
Otro logro más, y decisivo, ha sido el de poder mantener en 500 millones de euros el presupuesto anual en Obra Social durante los peores años de la crisis económica. Da importancia a la fundación de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos.
Pero no pierde de vista los retos futuros que se avecinan. De ahí que, aplicando los principios de anticipación, flexibilidad y subsidiariedad que guían la acción de la entidad desde hace más de un siglo, apuesta firmemente por el apoyo a la ciencia, la investigación y el talento, con mucha atención a combatir las enfermedades más graves y extendidas.
Le gustaría que el edificio levantado dure por los menos otros cien años, los mismos, o más, de los que ha durado hasta hoy La Caixa. Sueña con una sociedad más justa, que dé más oportunidades a las personas que más lo necesitan. Sueña con la igualdad de oportunidades para todos, contra la exclusión financiera y la pobreza.