Destacado / N. L.
El pasado miércoles, 30 de junio, fue enterrada la peseta, sin solemnidad alguna, sin agradecerle los servicios prestados: en activo durante 134 años, y en pasivo, en régimen de jubilación, manteniendo su capacidad adquisitiva, de curso legal pero de escasa actividad, durante otros 22 años.

La creó al rebufo de “la Gloriosa”, la Revolución de 1868, el gran ministro de Hacienda Laureano Figuerola en sustitución del escudo. La revolución duró poco pero la peseta se ha mantenido hasta el 1 de enero de 2002 reinando José María Aznar y Rodrigo Rato como vicepresidente económico, cuando empezó su andadura real en España en sustitución del euro.
La peseta, de nombre catalán, vivió de forma más o menos clandestina hasta el pasado miércoles, siempre con adheridos, por miedo a Hacienda, o nostalgia. El gobierno de Aznar fue muy “comprensivo” con los que tenían dineros ocultos al Fisco que no acudían al canje para evitar las correspondientes sanciones legales. Los defraudadores han tenido dos décadas para ir canjeando las pesetas negras poco a poco. Todavía hoy, al finalizar la posibilidad del canje, los ciudadanos conservaban más de 1.500 millones de euros en pesetas.
Una simple nota
A partir del 30 de junio, la peseta ha sido enterrada definitivamente. Lo ha hecho por una simple nota del Banco de España bastante aséptica, de mero “canje” con el euro en su sede central de Cibeles o en sus sucursales.
“Con el fin de facilitar el canje a los ciudadanos que todavía conserven pesetas –avisa el Banco–, a partir del miércoles 23 de junio ya no será imprescindible solicitar cita previa para realizar esta gestión, si bien tendrán prioridad las personas que hayan obtenido dicha cita.
Para agilizar el canje y evitar esperas al público, el Banco ofrecerá un sistema rápido de entrega de las pesetas para recuento y abono posterior en la cuenta corriente que señale el presentador.
El cambio se podrá realizar tanto en la sede central del Banco de España en Madrid (C/Alcalá, 48) como en cualquiera de sus sucursales distribuidas por el territorio nacional. El horario de atención al público es de lunes a viernes laborables de 8.30 a 14.00 h.

Superadas las incertidumbres de hace diez años, cuando Grecia se planteó la salida de la moneda común, que hubiera significado la salida de la Unión, goza hoy de buena salud y ha beneficiado a España, rompiendo sus barreras en la financiación de su déficit y ha sido decisivo en los crudos momentos del Covid-19 y en la obtención de los fondos europeos para reanimar su economía. / EP
Las personas que quieran realizar el canje deberán acudir provistas de DNI, pasaporte o tarjeta de residencia y respetar las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades sanitarias.
Conviene recordar que se pueden cambiar todos los billetes en pesetas puestos en circulación a partir de 1939. Para los billetes emitidos entre 1936 y 1939, es necesario realizar un análisis previo por parte de los expertos del Banco de España.
También se pueden cambiar todas las monedas que circulaban en el momento del lanzamiento del euro, incluidas las de 2.000 pesetas y las monedas de colección, conmemorativas y especiales. Todos los billetes y monedas se cambian por su valor facial, esto es, 1€ por cada 166,386 pesetas”.
El Banco de España advertía de que se denegará el cambio de aquellos billetes que presenten una superficie igual o inferior al 50% del billete. Reembolsaba las monedas auténticas, incluidas las deterioradas, que fueran reconocidas como tales por las máquinas utilizadas a esos efectos y podría denegar el cambio de las que hubieran sufrido alguna alteración derivada de un proceso industrial o mecánico. La presentación de moneda de peseta deteriorada se realizaría acorde con el procedimiento establecido para el euro.
Larga vida al euro
Unos 340 millones de ciudadanos en 19 países forman hoy la Eurozona y más de 240 millones de personas ajenas a la Unión usan monedas fijadas al euro, incluyendo más de 190 millones de africanos. El euro es la segunda moneda de reserva, así como la segunda moneda más negociada en el mundo, después del dólar.

Superadas las incertidumbres de hace diez años, cuando Grecia se planteó la salida de la moneda común, que hubiera significado la salida de la Unión, goza hoy de buena salud y ha beneficiado a España, rompiendo sus barreras en la financiación de su déficit y ha sido decisivo en los crudos momentos del Covid-19 y en la obtención de los fondos europeos para reanimar su economía.
En vísperas del Covid-19 había caído en España el fervor europeísta que ahora, a la vista de que la solución viene del euro, se ha convertido en el lema de aceptación total, más allá de las discrepancias políticas.
Como decía Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea en su discurso sobre el Estado de la Unión: “La confianza en el euro nunca ha sido más fuerte”. El histórico acuerdo sobre NextGenerationEU muestra el respaldo político del que disfruta. Ahora debemos aprovechar esta oportunidad para llevar a cabo reformas estructurales en nuestras economías y completar la Unión de los Mercados de Capitales y la Unión Bancaria.
Unos mercados de capitales profundos y líquidos son esenciales para que las empresas tengan acceso a la financiación que necesitan para crecer e invertir en la recuperación y en el futuro. Y son también un requisito previo para seguir reforzando el papel internacional del euro. Así que pongámonos manos a la obra y concluyamos finalmente este proyecto generacional”.
Con Derecho a Réplica / Jesús Lizcano Álvarez. Catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid. Académico de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras. Director de la revista ‘Encuentros Multidisciplinares’

Algunas propuestas económicas en clave mutidisciplinar
La Economía es fundamental para el bienestar, el modo de vida y la salud de los ciudadanos, teniendo relación con numerosas disciplinas y áreas del conocimiento. En estas próximas líneas se recogen algunas de las propuestas de carácter económico generadas en el seno de un grupo multidisciplinar de reflexión, formado por más de un centenar de personas pertenecientes a muy diversas disciplinas e instituciones que, en su conjunto elaboraron un total de 540 propuestas sobre más de veinte áreas temáticas.
Las propuestas que hemos seleccionado las vamos a agrupar en diversos temas que consideramos de los más representativos en relación con los problemas y necesidades económicas de nuestra sociedad, tales como el empleo, las pensiones, las políticas económicas, los salarios o la transparencia, entre otros.
En cuanto al empleo, y de cara a la creación de un gran número de puestos de trabajo, se propone, por ejemplo, una reforestación intensiva en este país, mediante la plantación de un millón de árboles al año, sobre todo en territorios de la España vaciada, lo cual tendría un efecto beneficioso no solamente sobre el empleo, sino sobre el medio ambiente y la descarbonización. Por otra parte, se propone la implantación de un sistema similar al de la ‘mochila austriaca’ para incentivar la estabilidad y el fomento del empleo. Recordemos que este sistema conlleva la creación de un fondo de previsión o capitalización destinado a los trabajadores de las empresas, de forma que cuando éstos dejan las empresas (voluntariamente o no) reciben ese fondo acumulado, que vendría a sustituir a la indemnización por despido, suponiendo desde otro punto de vista una suerte de fondo de jubilación. Creemos en todo caso que el aspecto crucial de este modelo es la forma en la que se sufragarán esos fondos para los trabajadores.
También en relación con la creación de empleo se proponen diversas medidas para potenciar la formación profesional dual, lo que conllevaría una notoria transformación de este tipo de formación, orientada en lo posible hacia profesiones especializadas que potencien un empleo juvenil sin la exigencia de tener una titulación universitaria.
Se considera muy importante el problema del paro juvenil y la actual dificultad de la juventud para tener un proyecto propio de vida, así como la necesidad de combatir las dificultades asociadas al mismo, tales como la migración del talento a otros países, la disminución de la natalidad, la frustración psicológica y familiar, etc.
En relación con la transparencia económica se proponen diversas medidas para potenciar la apertura informativa de las instituciones públicas y privadas. Sería necesaria, por ejemplo, la publicación del número de puestos de trabajo nuevos que se espera crear con cada una de las medidas y proyectos financiados con los nuevos fondos europeos que va a recibir España. En cuanto a los servicios públicos, se establece la conveniencia de que se publicase el coste real de dichos servicios, junto al precio subvencionado, por ejemplo, en el caso de las matrículas universitarias, las gestiones de los servicios de empleo o de los fármacos suministrados a los ciudadanos, todo ello de cara a revelar la parte oculta de los costes públicos, que desconocen los ciudadanos y que normalmente son bastante más cuantiosos que los importes realmente pagados por los usuarios. También se propone una publicación transparente de la retribuciones de los directivos y consejeros de las grandes empresas y entidades de interés público, haciéndose referencia a empresas como los grandes bancos, con retribuciones a sus directivos y consejeros que se consideran desmesuradas, mientras que simultáneamente realizan un gran número de despidos.
Se hace por otra parte hincapié en la excesiva incertidumbre relacionada con el futuro de las pensiones y con la edad de jubilación, planteándose la necesidad de una planificación y un consenso político que permita eliminar tal incertidumbre. También se entiende inadmisible la obsolescencia programada del personal de numerosas empresas, a menudo a partir de los cincuenta años, como un personal que se considera amortizado por estas compañías, en lugar de impulsar la formación que propicie un aumento de las capacidades de estos empleados, que todavía tienen una edad óptima para desarrollar su actividad laboral.
En cuanto a los salarios públicos, se destaca la perplejidad ciudadana de los ciudadanos por las excesivas retribuciones que reciben numerosos cargos públicos, no existiendo proporcionalidad entre los distintos niveles retributivos y su responsabilidad; tal es el caso de un buen número de alcaldes de poblaciones incluso medianas que tienen unas retribuciones más altas que el propio presidente del Gobierno.
En lo relativo a políticas económicas, se manifiesta la necesidad de un adecuado diseño de políticas públicas que consideren sustantivamente el envejecimiento, tema fundamental a abordar de cara a las próximas décadas, y que por otra parte se impulse la economía circular en la producción y el consumo, como vía necesaria para mejorar la sostenibilidad económica y ecológica de nuestra sociedad. También resulta necesario generar estímulos reales a la emprendeduría, así como la implementación de planes estratégicos sobre industria y polígonos industriales, fomentando con esta orientación los parques científicos y tecnológicos, las zonas logísticas, etc., y a reforzar nuestro ‘know how’ en relación con las energías eólicas y solares, de alto potencial en este país en función de nuestras características geográficas y climáticas.
El turismo es objeto, por otra parte, de numerosas propuestas de potenciación, dada la importancia cualitativa y cuantitativa de este sector en relación con la economía nacional y el empleo. A tal efecto se propone potenciar intelectualmente este sector con la ampliación de carreras universitarias, técnicos turísticos, formación profesional relacionada con este gremio, etc. Otro importante sector como es la construcción, necesita de actuaciones tendentes a una mejora sustancial de la calidad, la sostenibilidad y el ahorro energético en las actividades de este importante motor de la economía y de otros sectores. También se hace una llamada a la intensificación y ampliación de los códigos éticos y de responsabilidad social corporativa en las empresas de la generalidad de los sectores empresariales.
Cabe destacar finalmente que diversas propuestas de este grupo multidisciplinar vienen a coincidir en la urgente necesidad de llegar a consensos y acuerdos políticos que puedan dar lugar a distintos pactos de Estado relacionados con el ámbito económico, tales como las pensiones, la fiscalidad, la lucha contra la corrupción, la educación o la creación de empleo. Esperemos que de una vez los políticos tengan más en cuenta la opinión y los deseos de la sociedad, y que dediquen mayores esfuerzos para mejorar el bienestar económico y social de los ciudadanos, que son quienes los eligen, los financian y, en definitiva, a quienes representan.