Mercedes Cobo
En las mesa de debate de los Desayunos de ‘El Nuevo Lunes’, los expertos han manifestado su preocupación por la evolución de la economía española. Alertan de que la caída de la recaudación y del PIB “lleva a que probablemente el déficit público supere el 16%”. Les preocupa mucho la destrucción final que va a haber del tejido empresarial en España y el desacoplamiento de nuestro país de la senda de crecimiento que están experimentando otros países de nuestro entorno, y piden al Gobierno un plan de recuperación con colaboración público-privada y recuperar la marca país. Consideran que sólo con la llegada de una vacuna o tratamiento eficaz cambiarán las expectativas a mejor y ven necesario un mejor control de la crisis sanitaria, mucho más creíble y coherente al exterior, “para recuperar la confianza y una mayor cooperación entre los socios europeos, y para evitar cierres de fronteras y cuarentenas”.
Las dimensiones de los rebrotes en España han vuelto a hacer saltar las alarmas, ante esta situación, Juan Iranzo, catedrático de Economía Aplicada de la UNED; se muestra “muy pesimista en cuanto a la evolución de la economía española, entre otras cosas porque no es verdad que exista contraposición entre medidas sanitarias y crecimiento económico sino más bien todo lo contrario. Los países que mejor han resulto esta situación, son los países que económicamente les ha ido menos mal, de tal manera que eso es lo primero que hay que tener en cuenta de cara a decisiones futuras”.
Cree que hay una serie de fundamentos para haber favorecido la actividad económica, la confianza, etc. que no se han producido. “No hay seguridad jurídica en este momento en España y esto también es un asunto muy preocupante”, e indica que el escenario no se ha despejado sino que se han ido creando continuas incertidumbres. “Las dos mayores, desde el punto de vista económico, que se han ido introduciendo desde el principio son la subida de impuestos y la reforma del mercado laboral o contrareformar”, dos grandes errores a su juicio. “Anunciar una subida de los impuestos en época de recesión provoca más contracción, y aunque subieran los impuestos los que suben son los tipos no la recaudación. Nosotros hemos estimado que aproximadamente la recaudación va a caer un 20% con respecto al año pasado, 40.000 millones de los 210.000 que es la recaudación tributaria del año pasado, el IVA ha caído en la administración central en julio, el mes que más se recauda al año, que es el 14%, ha caído un 53%, con estos datos, lo que no se puede anunciar es una subida de impuestos porque se genera el efecto contrario, y mucho menos se puede anunciar también la retroactividad de la reforma laboral, que es la única reforma efectiva a mi juicio que hizo el Partido Popular. También es un error que para tener derecho a ERTEs se prohíba el despido por causas procedentes, esto ha impedido que las empresas que están en ERTE se ajusten para entrar en marcha”.
Juan Iranzo: “No hay seguridad jurídica en este momento en España y esto también es un asunto muy preocupante”
“Anunciar una subida de los impuestos en época de recesión provoca más contracción”
Explica que las expectativas económicas son “en estos momentos, calculando que después del hundimiento en el segundo trimestre, que es el mayor de la historia, la caída del PIB es del 17,8% intertrimestral, interanual es el 21,5%. Esto me lleva a que una mejora en julio y un hundimiento del turismo nos puede llevar a una caída del PIB entre el 13-14% para el conjunto del año.
“La caída de la recaudación y la caída del PIB lleva a que probablemente el déficit público supere el 16% del PIB y que la deuda pública se sitúe en el 130% del PIB este año. Estimo que hay que emitir unos 240.000 millones de euros de deuda nueva, refinanciar unos 100.000 millones, por tanto entiendo que en el mes de noviembre o así habrá que pedir algún tipo de rescate”.
Nicolás López, director de Análisis de MG Valores, considera que “es innegable la situación que ha descrito Juan Iranzo, no quiero ser muy optimista pero por dar algunos factores que pueden hacer que no vayamos al hundimiento total, que esto no sea una situación a la griega de hace unos años con España totalmente intervenida, con un ajuste impuesto brutal como se le puso a Grecia. Algunos factores que pueden hacer que esto, aunque sea una situación dificilísima, pueda ser remontable de alguna forma, por un lado, ahora mismo tenemos un apoyo total por parte del BCE por el lado de financiar el déficit fiscal, que es algo totalmente diferente a lo que sucedió en 2012. Ahora no tenemos la urgencia de tener que ajustar el déficit este año y el que viene, vamos a tener un poco de maga ancha, el coste va a ser acumular mucha deuda, pero al menos para que la economía pueda no hundirse del todo, pueda tener capacidad de remontar un poco mejor, vamos a tener ese apoyo, creo que el déficit se está financiando sin problemas.
Nicolás López: “En esta situación en la que los bancos tienen unos niveles de rentabilidad muy bajos, que consigan elevar un poco esos niveles es bueno para dar seguridad a la economía española”
“Estamos en un momento muy bueno para afrontar reformas estructurales, que nunca se han hecho”
España ha hecho una emisión de deuda en lo que llevamos de año muy grande, y los tipos de interés están totalmente controlados por el BCE y ahí no va a haber problemas. En términos de coste de la deuda, tener el 130% de deuda del PIB es manejable siempre que el mercado considere que ahí va a estar el BCE, de alguna forma tenemos 20, 30 o 40 años para poder ir pagando esa deuda, mientras no se plantee la situación de que el mercado empiece a dudar o que Europa decida que a partir de mañana nos tenemos que poner con un plan presupuestario creíble, ajustes, etc..,nos van a dar uno o dos años de margen y según cómo evolucione el tema de la pandemia durante los próximos meses a lo mejor la salida no va a ser tan imposible como se ve ahora. Al final lo que nos ha pasado es que nos vamos a quedar con un agujero muy importante en nuestra economía en todo lo que tiene que ver con el turismo y con todas las actividades que están directamente relacionadas. Es casi lo que nos pasó hace 10 años, nos quedamos sin la construcción y no ha vuelto ni remotamente a esos niveles, lo que hicimos entonces, poco a poco, en una situación muy complicada teniendo que ajustar el déficit y con ese agujero en la economía que no se podía recuperar, fue una salida lenta y muy prolongada, ahora, en principio, los escenarios que se manejan no son tan pesimistas, parece que en 3 años podemos recuperar el PIB”.
Lopéz indica que “estamos en un momento muy bueno para afrontar reformas estructurales, que nunca se han hecho, como es el tema de las pensiones, de la reforma laboral, y la reforma de la Administración.
Alicia Coronil: “Se tenía que haber actuado más en moratorias fiscales o deducciones fiscales para intentar reactivar la demanda interna”
“Habría que hacer medidas ad hoc para preservar el tejido empresarial español porque si no vamos a ir en contra del crecimiento potencial y eso va a retrasar la recuperación”
La visión sobre España de Alicia Coronil, economista jefe de Singular Bank, no es optimista, “vemos que desde el mes de agosto, España se ha desacoplado de la senda de recuperación que están mostrando las principales economías avanzadas, llámese eurozona o Estados Unidos”. Para Coronil, “España experimente una recuperación mucho más lenta y nos va a lleva a que no vamos a recuperar los niveles pre-crisis de 2019 en 4-5 años, mientras que en muchos de los países de nuestro entorno se está hablando de 2021, principios de 2022. La clave son los estímulos fiscales, en España no se ha hecho el mismo impulso fiscal en comparación al que se ha hecho en Italia, partiendo de unos niveles de deuda superiores a los españoles. Se tenía que haber actuado más en moratorias fiscales o deducciones fiscales como se han hecho en Alemania, Reino Unido, o incluso en Francia o Italia, para intentar reactivar la demanda interna, en la que está pesando mucho también la incertidumbre, no sólo por la evolución de la pandemia, sino por la incertidumbre institucional de actuación de política económica, porque se sigue sin presentar un plan de recuperación económica cuando el 15 de octubre hay que llevar esos planes a Bruselas y cuando hay países como Francia que ya lo han presentado”.
Indica que le “preocupa muchísimo cuál es la destrucción final que va a haber del tejido empresarial en España, porque aquí el 99,3% de las empresas tienen menos de 50 trabajadores, están muy vinculadas a sectores que se están viendo muy afectados”. Explica que si se destruye mucho tejido micro, “y en el turismo hay mucho, si no recuperamos esta parte de la economía, no digo a los niveles que estábamos, eso va a tardar, esto va al final a tocar a la industria que es ahora mismo la que está mostrando una mayor resilencia económica en cuanto a tasas de recuperación en todos los países a nivel global”.
Insiste en que habría que hacer “medidas ad hoc para preservar el tejido empresarial español porque si no vamos a ir en contra del crecimiento potencial y eso va a retrasar la recuperación. Tendríamos que presentar ese plan de recuperación con la colaboración público-privada, con una oficina creada ad hoc, y es esencial que recuperemos la marca país. Creo que se está trabajando poco en cuanto a cuáles son las medidas de control a nivel nacional entre comunidades autónomas, y con independencia de quien lo gestione”. Pide una mayor coordinación a nivel europeo y un plan de recuperación con reformas estructurales.
Santiago Carbó: “La economía española tendrá una tasa de crecimiento negativa para todo el año del -13%. Se han ido empeorando las expectativas conforme empeoraba la situación sanitaria en el verano, con un año turístico casi catastrófico”
“El sector financiero va a tener que responder contundentemente con las no muchas herramientas que tiene ante los retos del impacto negativo del Covid-19 en la economía”
Juan Iranzo cree que en el mejor de los casos nuestra recuperación es en forma de “Nike”, volveremos al PIB de 2019 a finales de 2023, primeros de 2024, por otro lado, claro que hay que tratar de localizar actividad industrial como ha hecho Estados Unidos, pero para eso es necesario seguridad jurídica y energía barata. Creo que no se está haciendo casi nada en la dirección correcta”.
Alicia Coronil se muestra de acuerdo, “no veo muchas rapidez de acción en la política española, vamos por detrás en la toma de decisiones con respecto a otros países de nuestro entorno como Francia o Alemania, al final puede ocurrir lo que siempre ha ocurrido, una recuperación más lenta que el resto de nuestros socios, lo que se traduce en destrucción de tejido productivo y de empleo”.
Para Santiago Carbó, catedrático de la Universidad de Granada y director de Estudios Financieros de Funcas, “las reformas estructurales seguirán siendo muy necesarias para poder recuperar la competitividad, elevar la productividad y poder iniciar una recuperación fuerte. Pasan por reformar la administración, no tocar la actual reforma laboral (esto no es exactamente una reforma pero cuenta como ello) y apostar mucho más decididamente por la digitalización y sostenibilidad de la economía”.
En cuanto a cuáles son sus previsiones hasta fin de año, cree que la economía española tendrá una tasa de crecimiento negativa para todo el año del -13%. “Se han ido empeorando las expectativas conforma empeoraba la situación sanitaria en el verano, con un año turístico casi catastrófico. Sólo con la llegada de una vacuna o tratamiento eficaz, cambiarán las expectativas a mejor. Mientras tanto, hay que controlar mucho mejor la crisis sanitaria, dar información de la pandemia mucho más creíble y coherente al exterior, pare recuperar la confianza y una mayor cooperación entre los socios europeos para evitar cierres de frontera y cuarentenas”.
Miguel Ángel Bernal, economista y profesor del IEB, indica que, centrándose en las previsiones a corto, “dentro de lo posible, mi visión es hacia un escenario negativo. La extensión de la pandemia, debido a una pésima gestión de la misma, me lleva al peor de los escenarios que incluso podría verse agravado por un muy preocupante otoño –Covid 19 y gripe-. Estamos viendo y como los peores escenarios parecen próximos a cumplirse ante el condicionamiento de la pandemia y los rebrotes, España podría ser el país adelantado de lo que puede ocurrir en el resto de Europa. El retraso en las vacunas y medidas farmacéuticas es el condicionante de la base de las previsiones.
Miguel A. Bernal: “La gran duda es cuándo se producirán fusiones transfronterizas, algo que al Banco Central Europeo busca y presiona para que se produzca”
“Ante los retrasos en los avances farmacológicos, España será probablemente de los países desarrollados con peores registros de actividad, cierre de empresas y desempleo”
Desde mi visión, ante los retrasos en los avances farmacológicos, España será probablemente de los países desarrollados con peores registros de actividad, cierre de empresas y desempleo. Mis previsiones apuntan, con un gran grado de incertidumbre, a una caída del PIB para este año de más del 11 por ciento”.
Explica que los datos de desempleo “permanecerán en niveles alarmantes, a la cabeza de Europa, teniendo además presente que los ERTEs enmascaran la cifra”, y añade que “nuestra estructura económica para el momento que vivimos no es la mejor. La importancia del turismos, va a tardar en recuperar el papel que ha ejercido, la construcción, aun cuando ya no tiene el peso que tenía anteriormente, la falta de empresas tecnológicas, siempre fallido el apoyo institucional hacia ellas, condiciona y empeora la situación. Además, esta vez el sector crediticio no va a poder hacer mucho, ciertamente tiene un nivel de saneamiento alto, pero la falta de rentabilidad le va a carcomer”.
Caixabank y Bankia, ganar dimensión para mejorar la rentabilidad
La fusión entre Caixabank y Bankia inicia, “el baile de las fusiones bancarias en España y en la Eurozona”, opina Santiago Carbó, para el que eso no implicará necesariamente que todas las operaciones que se planteen o inicien conversaciones, culminen siempre en fusión o absorción, pero cree que esto no ha hecho más que empezar. “El sector financiero va a tener que responder contundentemente con las no muchas herramientas que tiene ante los retos de corto plazo del impacto negativo del Covid-19 en la economía (que terminará reflejándose en la morosidad y en la cuenta de resultados, a pesar de los avales del ICO) y los de medio/largo plazo con una competencia tecnológica creciente que erosiona el negocio aún más en un contexto de tipos de interés negativos. Una de esas pocas herramientas disponibles es ganar dimensión, para poder mejorar la rentabilidad vía mayor volumen de negocio cuando los márgenes financieros son tan reducidos. Además esa dimensión jugará un papel en futuras rondas de fusiones que puede ser necesarias para competir con los gigantes tecnológicos (como Google o Amazon), que son una gran amenaza en para el negocio financiero” indica y no descarta en el futuro procesos de alianzas entre grandes bancos y las grandes tecnológicas.
Nuevas fusiones de las que también habla Miguel Ángel Bernal, “la absorción de Bankia por parte de La Caixa es el primer movimiento que veremos. Son varios los frentes que el sector bancario tiene y que veremos a lo largo de este otoño y el próximo año, calculo en el primer semestre. Fusión de Banco Sabadell, el candidato con más posibilidades es BBVA, ahora bien, también son posible otros candidatos como puede ser el Santander aun cuando lo niega. También habla de fusiones en los bancos medianos procedentes del mundo de las cajas: “Liberbank, Unicaja, Ibercaja, y Abanca, principalmente. El atomizado mundo de las Cajas Rurales de las cuales muy poco se habla y donde también están necesitadas de movimientos. Aquí el papel de Cajamar y del Banco Popular pueden ser claves en los posibles movimientos”.
En su opinión, la razón que lleva a estos movimientos es la baja rentabilidad, una estructura sobredimensionada, irrupción de la tecnología, y nuevos jugadores en este segmento de negocio que son genéricos a toda la banca europea. “Habrá no solo movimientos en España sino también en el resto de los países, Italia tiene un grado de atomización bastante importante, en Alemania conocemos los problemas de las dos principales entidades del país y así podríamos repasar país por país. La gran duda es, que ante esta situación, cuándo se producirán fusiones transfronterizas, algo que al Banco Central Europeo busca y presiona para que se produzca”.
Para Juan Iranzo, la fusión entre Caixabank y Bankia es necesaria “porque el sistema financiero español sigue muy atomizado, de hecho se convierte en el primer banco español pero en el décimo europeo, pero tienen graves problemas vinculados a lo que es una fusión interna de dos bancos nacionales sin apenas negocio fuera, hay una importante concentración no sólo de duplicidad de oficinas sino de clientes y de riesgo, y para que se justifique, desde el punto de vista económico, se necesita un ahorro del orden de 1.200 millones de euros al año, que significa básicamente una regulación de 8.000-9.000 empleos, más el asunto complicado de que por ley no pueden tener dos redes de seguros y eso va a costar 800-900 millones”.
Nicolás López cree que es positivo que haya un poco más concentración en el sector bancario español. “Es verdad que ya tenemos un sector con un grado de concentración alto, si lo comparamos con los países de nuestro entorno, un poco mayor que Francia, que Alemania, que está todavía muy atomizado, que Italia y que Reino Unido”. Considera que el problema que puede plantear una concentración que es la falta de competencia, ahora no se va a producir, “el sector bancario es muy competitivo, no solo porque hay competencia entre las que queden sino porque también hay actores secundarios que también están empezando a hacer competencia a los propios bancos en determinados nichos de mercado como son las nuevas tecnologías. En esta situación en la que los bancos tienen unos niveles de rentabilidad muy bajos, que consigan elevar un poco esos niveles para tener un cierto colchón para afrontar una crisis como esta es bueno para dar seguridad a la economía española, de lo que se trata es de que el sector bancario no entre en una crisis como sucedió en la crisis anterior porque eso sí que sería ya el remate total para nuestra economía”.
Considera que la transformación tecnológica que está produciendo en el sector bancario requiere grandes inversiones y bancos más grandes que puedan competir en un entorno de márgenes bajos. “La cuestión ahora es ver cómo va a seguir esto, si va a ser un primer paso, aparte de que en España puedan quedar todavía una o dos operaciones, quizás es el Sabadell el que pueda estar en una situación más débil para mantenerse en solitario, y habría que ver estrategia van a seguir, y luego ver si esto es un primer paso de cara a futuras fusiones paneuropeas en el que tener dos o tres bancos grandes significa que no vamos a convertirnos en delegaciones de grandes bancos europeos sino que aquí vamos a tener uno o dos bancos capaces de ser también protagonistas en esos eventuales procesos de fusión”.