Mercedes Cobo
Diez sobresalientes y un notable. Es la nota que ha sacado el Plan de Recuperación español en Bruselas, un plan que los expertos que han participado en los Desayunos de ‘El Nuevo Lunes’ consideran una buena gestión del Gobierno pero en el que ven muchas incertidumbres sobre cómo se van a implementar las ayudas y “si realmente se van a conseguir los objetivos de mejorar la productividad, mejorar la economía y transformarla”. Inciden en la necesidad de la construcción de consensos que permitan poner en marchas políticas que afectan a muchos y diferentes ámbitos territoriales y sociales, y en la importancia de la transparencia para que estos proyectos que se van a admitir lleguen a la mayor parte de los impulsores de los mismos.
España ha solicitado los 69.500 millones de fondos no reembolsables, de los 140.000 millones que dispone del mecanismo de recuperación y resiliencia. Y, según la Comisión Europea, «el Plan de Recuperación y Resiliencia de España contribuye de manera significativa a respaldar la recuperación económica del país y a contribuir a un futuro verde, digital e inclusivo».
Nicolás López, director de Análisis de Renta Variable de Singular Bank, indica que hay tres temas, “por un lado lo que son las inversiones en sí, los grandes datos que sabemos, el plan de España va a destinar un 40% a sostenibilidad medioambiental y casi un 30% a la transformación digital, son los grandes apartados, el resto estaría destinado a educación, I+D, como rubricas importantes.
Nicolás López: “En el caso de España, si no lo enfocamos todo para sacar adelante esas reformas estructurales que necesitamos no habremos conseguido el objetivo real”
“Se trata con estos planes de intentar dirigir ese nuevo impulso de la economía hacia sectores emergentes como pueden ser el digital y el tecnológico”
Si nos comparamos con otros países, estamos más o menos en línea, quizás España hace un mayor esfuerzo en temas de sostenibilidad y un poco menos en la transformación digital. Si nos comparamos con Alemania, Francia e Italia, en términos de los tipos de inversiones que se hacen, habría dos tipos, unas que tienen un arrastre significativo sobre el PIB a corto plazo, de alguna manera están más enfocadas a que se empuje la recuperación de la economía por su impacto en el empleo, en el PIB, como podría ser todo lo relacionado con la rehabilitación de vivienda y muchos temas de movilidad. Por otro lado, toda una serie de inversiones más estructurales que no tienen tanto impacto directo a corto plazo pero que su objetivo fundamental es ayudar a esa mejora de la productividad, mejora del potencial de crecimiento a largo plazo, y modernización de la economía”.
López señala la diferencia entre estos planes europeos y lo que han hecho en EEUU. “En EEUU se han centrado más en las ayudas directas a los ciudadanos que de alguna forma tienen un impacto más directo en la recuperación económica, mientras que aquí el enfoque quizás es conseguir esa transformación de las economías a largo plazo”. Reconoce que la economía de EEUU necesita menos reformas estructurales “que las que necesitamos en Europa, en particular los países del sur, que son los que van a recibir las ayudas. Entiendo que por un lado esto es positivo pero por otro lado plantea retos muy importantes porque detrás de todas estas cosas que se quieren hacer hay muchas dudas e incertidumbres sobre en cómo hacerlo y si realmente se van a conseguir esos objetivos de mejorar la productividad, de mejorar la economía y transformarla, pero como idea, lógicamente es positiva”.
Por el lado de las reformas, explica que van en paralelo al proceso de inversión. “En las reformas estructurales, las prioridades en principio de España, comparadas con otros países, estarían más por el lado de la digitalización, cambio del sistema energético y de medidas de movilidad. Dentro de las reformas estructurales falta una concreción, un énfasis, que se vea un proyecto importante para todo lo que tienen que ver con la reforma de la Administración Pública, la reforma del mercado laboral, especialmente en el tema de políticas activas de empleo, y en el tema de educación”, e insiste en que se debería impulsar claramente este conjunto de reformas.
En su opinión, otro reto importante es el de la implementación. “Aquí nos enfrentamos a tener que poner en marcha proyectos por valor de 140.000 millones de euros en seis años, cuando en los últimos 37, con los fondos estructurales, hemos manejado como 260.000 millones, ya en el último plan tuvimos una gran dificultad para sacarlo adelante, de hecho no se consiguió cubrir más allá del 30% de todas esas ayudas. Aquí la Administración tiene un reto enorme y veremos a ver si son capaces de afrontarlo. Para este reto de la implementación sería bueno avanzar en cuatro ideas, por un lado, la construcción de consensos, hay que poner en marcha políticas que afectan a muchos ámbitos territoriales, diferentes ámbitos sociales, medidas políticas, y es muy importante que todo esto se haga con los mayores consensos posibles, tanto político, territorial o social. La transparencia es muy importante, una de las dificultades es cómo se consigue que estos proyectos que se van a admitir lleguen a la mayor parte de los impulsores de los proyectos. Por un lado, las grandes empresas van a ser las principales que los van a hacer, pero sería muy importante que llegara a las pequeñas y medianas empresas, y para eso tienen que haber un mecanismo de transparencia, la comunicación es muy importante, y por supuesto que la Administración Pública tenga la capacidad de gestionar todo esto. Creo que en el caso de España, si no lo enfocamos todo para sacar adelante esas reformas estructurales que necesitamos, sobre todo en el mercado laboral, pensiones, fiscalidad, no habremos conseguido el objetivo real de todo esto”.
José Massa:“Es inaceptable que sigamos tolerando tasas de paro de entre el 15 y el 20% después de 40 años”
“Parece como si no nos importara la certeza de que o hacemos algo con las pensiones o tenemos un gran problema”
José Massa, profesor en CUNEF, cree que en su opinión el Plan de Recuperación “ha sido una buena gestión del Gobierno, está bien hecho que hayan intentado acelerar para recibir los fondos”, pero considera que este Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, no da sensación de plan, “me da la sensación de una acumulación de ideas, que no es lo mismo, lo veo y pienso que se quiere conseguir y no lo veo. Hay cuestiones que son inaceptables, una es el mercado de trabajo. Desde mi punto de vista es inaceptable que sigamos tolerando tasas de paro de entre el 15 y el 20% después de 40 años, y relacionado con esto, los sueldos de miseria de los jóvenes y que no se está haciendo nada, no tiene perdón, y ahí se le debería hincar el diente en serio. Y otra cosa son las pensiones, parece como si no nos importara la certeza de que o hacemos algo o tenemos un gran problema. Y en estos temas echo de menos actuaciones más decididas y contundentes y para eso es imprescindible ponerse de acuerdo, para arreglar estos problemas que son centrales no tardamos 2 años, tardamos 8 o 10, lo que quiere decir que lo van a tener que arreglar gobiernos del PSOE; del PP, de coalición, las pensiones y el paro juvenil sólo se arreglan si los dos grandes partidos se ponen de acuerdo”.
Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Granada y director de Estudios Financieros de Funcas, considera que Bruselas no ha sido muy exigente con el plan de España. “Se ha aceptado un plan que tiene muchas buenas aspiraciones pero que creo que no actúa sobre determinadas cosas, el diagnóstico es el correcto pero el problema es lo de en medio. Hace 30 años o más que tenemos el problema del paro juvenil, ahora más agudizado, porque ahora se ha generalizado el tema de pagar una birria y tener que trabajar de más, eso es intolerable y no lo denunciamos, el salario mínimo interprofesional a lo mejor subirlo en determinados momentos puede ser inoportuno pero cuando los hoteleros dicen que con 900 euros no pueden contratar entonces es que no tienen un negocio, tienen otra cosa, y eso hay que decirlo y al Banco de España le ha faltado decirlo, tenemos un problema de verdad, y las soluciones sólo pasan por pedagogía y hablar claro a los españoles, la forma del contrato único daba menos derechos iniciales, flexibilizaba un poco el proceso y esa es la única vía, sea el contrato único o sea el que sea. Dicho esto, este plan del Gobierno creo que tiene buenas intenciones, las logrará en materia de electrificación y sustitución de algunas energías más sucias. Los objetivos son correctos, el problema es el camino de en medio, que es reforma laboral, aumentar la productividad y también probablemente los salarios, porque la productividad marca los salarios, hay que hacer ese recorrido a los salarios que no han tenido”.
Santiago Carbó: “Los objetivos son correctos, el problema es el camino de en medio, que es reforma laboral, aumentar la productividad y también probablemente los salarios”
“Hay que pensar cómo ayudar a los jóvenes y sólo se puede hacer con crecimiento y productividad”
En cuanto al tema de las pensiones, considera que es “una bomba que queremos que explote en algún momento, lo vamos posponiendo, parece que todo lo doloroso se pasa en 2022 y así vamos haciendo, es un año más que perdemos, ha habido un problema sanitario notable, hace falta un dialogo nacional con cierta verdad, y no contando a la gente cosas que no son ciertas, las pensiones no se pueden seguir subiendo, y decir eso no quiere decir nada en contra de la equidad y contra el reparto, sino que también hay que pensar cómo ayudar a los jóvenes que es lo que toca ahora, y sólo se puede hacer con crecimiento y productividad”.
Reforma de la Administración
En relación con la reforma de la Administración, cree que hay muchas fuerzas internas que la puede impedir, “es un proceso muy costoso, muy duro porque quizá requiera reformular posiciones, como está ocurriendo en los bancos que están en una continua transformación.
José Massa explica que “el error estuvo en que en un momento determinado hubo un gobierno que entro en los puestos reservados a funcionarios colocando a amigos, aquella regla que había en la Administración que hasta director general eran funcionarios se rompió y ahora cada vez que hay un cambio de gobierno cambian hasta los jefes de servicio, y esto es muy grave, porque en una Administración que funciona bien, una de las características que tiene es que el centro de la Administración está separada del poder político, lo que está pasando es que los partidos políticos han politizado la Administración, en mi opinión, la reforma de la Administración es despolitizarla”.
Nicolás López considera que todo el mundo quiere cambiar “pero cuando significa que hay cosas que tienen que desaparecer ahí es donde cuesta mucho aprovechar una crisis de este tipo para favorecer cambios y transformaciones en la economía, igual que paso en el sector de la construcción en la crisis de hace 10 años, cuando fue inevitable que se transformara, se profesionalizara, de ahí ha surgido un sector inmobiliario mucho más profesional, más potente, pero partiendo primero de una dolorosa asunción de pérdidas. Quizás un riesgo de todos estos programas de ayudas es que a lo mejor no se permite un ajuste un poco natural que podría ser necesario también en el sector del turismo por ejemplo o en el sector de la hostelería, que quizás en España debería profesionalizarse un poco más, y no seguir agarrándose al pasado. A medida que una economía se moderniza su tejido empresarial, hasta el más básico, debe modernizarse y profesionalizarse o nunca vamos a mejorar nuestra productividad que es uno de los grandes problemas que hemos tenido”.
Apunta que con estos planes se trata de intentar dirigir ese nuevo impulso de la economía hacia esos sectores emergentes como pueden ser el digital y el tecnológico, pero que necesitan un apoyo en una base de formación.
Miguel Ángel Bernal: “Apoyándonos en los Next Generation de la Unión Europea, España debería propiciar un cambio de modelo productivo dirigiéndose a nuevas actividades”
“La mejora del mercado laboral al evitar precariedad, temporalidad y potenciar salarios supone, ‘per se’, un alivio para las pensiones”
Para Miguel Ángel Bernal, economista y profesor de la Escuela FEF (Fundación de Estudios Financieros), la reforma laboral y la reforma de las pensiones deben de ir unidas y complementarse. “La reforma laboral es una de las medidas más urgentes que acometer. Nuestro mercado laboral es atrófico, las ratios de desempleo, paro juvenil, larga duración, precariedad, temporalidad demuestran la necesidad de acometer una rotunda reforma”.
Señala que “apoyándonos en los Next Generation de la Unión Europea (NGUE) España debería propiciar un cambio de modelo productivo dirigiéndose a nuevas actividades: energías verdes, Silver Economy, digitalización de sectores básicos como el turismo, las ayudas a la investigación y el desarrollo son fundamentales. Estos impulsos pueden y tendrían que aumentar la productividad y competencia, muy baja frente a otros países”.
Añade que “conjuntamente debe haber un cambio en el marco jurídico. No puede haber más de 40 contratos de trabajo pues permite temporalidad y precariedad (véase el número de altas y bajas a la SS), hay que simplificar a unos cuatro o cinco. Hay que abaratar el despido pero con la creación de la mochila austriaca, que puede financiarse parcialmente con fondos NGUE. Continuar con la prevalecía de los contratos de empresa sobre el sectorial, así como con la figura de los Ertes, y utilizar, donde se pueda, el teletrabajo para mejorar la conciliación familiar”.
Indica que “la mejora del mercado laboral al evitar precariedad, temporalidad y potenciar salarios supone, per se, un alivio para las pensiones. La mochila austriaca también ayudaría. Es necesario no indexar pensiones a IPC sino a productividad, es necesario un sistema de conexión intergeneracional, apoyar jubilación activa, medidas de previsión social con cuentas nacionales con un trasfondo en inversiones del 401.k americano. Revisar completamente pensiones de viudedad y otras cargas asumidas en la actualidad por el sistema. Entrar en una reforma del RETA, no recaudatorio, sino flexible pero que permita mayores niveles de protección a este colectivo”.
En cuanto a la Administración, opina que es obsoleta, “no está en línea con los tiempos que corren, es cara y engorrosa. Esas son las líneas que hay que mejorar, la digitalización permite acometer una gran parte de los objetivos anteriores. Hay que coordinar las administraciones autonómicas y locales para que no haya 17 administraciones que rompen la unidad de mercado. Es necesario adelgazar su coste, muy alto, evitando duplicidades. Tiene que ser más ágil, más eficiente, contar con criterios técnicos y no políticos”.
Para Juan Iranzo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), “España necesita una profunda reforma laboral y así lo considera también Europa, una reforma que permita flexibilizar el mercado y por tanto incrementar la capacidad de generar empleo y limitar su caída en épocas de crisis”, en su opinión, “los cambios que se están introduciendo en el mercado laboral van en la dirección contraria. A su juicio, en este momento subir el salario mínimo interprofesional “significaría una barrera de entrada a los menos cualificados y eso tendría unos efectos muy negativos sobre el empleo, especialmente en el sector agrario y en el sector de la restauración, y también en el comercio minorista. Cree que se debería disponer de contratos flexibles “que se adapten a las circunstancias de la economía, y la española es enormemente estacional, por tanto considero fundamental que se mantengan los contratos temporales”, y considera un error acabar con los contratos de obra.
Juan Iranzo: “España necesita una profunda reforma laboral que permita flexibilizar el mercado e incrementar la capacidad de generar empleo”
“La reforma de la Administración es fundamental, hay que incrementar la digitalización y disminuir su tamaño”
En cuanto a la reforma de las pensiones, señala que en España hay que tener en cuenta que, “aunque desgraciadamente con el Covid ha bajado la esperanza de vida, vivimos 725.000 horas y de esas horas sólo trabajamos como mucho 60.000, con este ciclo vital, la situación es insostenible”. Explica que debería haber 2 cotizantes por cada perceptor “y ahí estamos casi al límite, de tal manera que lo lógico, viviendo mucho más, es que se retrase la edad de jubilación más allá de los 67 años”, añade que se debería utilizar todo el tiempo de cotización para calcular la base reguladora. “La reforma que se ha hecho actualmente desincentiva la jubilación anticipada, está bien que se retrase la jubilación pero me parece peligroso que se índice la revalorización de las pensiones a la inflación, más en un momento como el actual en el que la inflación está muy alta en todo el mundo, en España muy probablemente la inflación acabara el años en el 2,5- 3%”.
En relación con la reforma de la Administración, cree que es fundamental “en el sentido en que hay que incrementar claramente la digitalización y disminuir su tamaño, sobre todo en los procesos que están duplicados como consecuencia del proceso de desarrollo territorial, en este momento es uno de los grandes empleadores con un nivel salarial muy por encima de la media del sector privado y por tanto requiere un ajuste importante”.
El precio de la luz
A la pregunta de si el Gobierno debería intervenir en el precio de la electricidad, estando la nuestra entre las más caras de Europa, Nicolás López explica que ya se ha liberalizado “y es ahí en el mercado liberalizado donde se producen los picos de los precios. Esos picos de precios reflejan una realidad que está ahí y es que en determinados momentos el sistema energético español no es capaz de satisfacer la demanda que se crea. A medida que se introducen más renovables y se quitan nucleares, se pierde esa agilidad para responder a esa demanda, es un coste debido a la transformación”.
José Massa cree que “ha habido decisiones que están bien, como no seguir adelante con el plan nuclear pero si hubiéramos seguido adelante con ese plan, el precio de la energía sería mucho más bajo y más estable, si el precio del petróleo sube, la electricidad es más cara. En Francia casi toda la energía es nuclear y no tienen estos problemas. Alemania importa electricidad de Francia no tiene nucleares pero importa de Francia, las ayudas a las renovables hay que pagarlas”.
En opinión de Santiago Carbó, “no tenemos una estrategia energética coherente desde hace tiempo, soy crítico con quitar la energía nuclear como también hizo Alemania, si tienes una dependencia tan grande como ambos países, esas son las consecuencias cuando se fija un precio que en función de un coste marginal tiene picos”.
Para Nicolás López, este último tirón también ha surgido por los derechos de CO2, “si ahora todas las empresas energéticas se plantean como objetivo emisiones cero netas y empiezan desde ya a querer reducir sus emisiones, como siguen produciendo electricidad con gas y con petróleo, la forma que tienen de ir a emisiones netas cero es comprar derechos de CO2, y el precio de los derechos se está disparando, y eso va a la tarifa.
José Massa y Santiago Carbó indican que bajar los impuestos a la electricidad no es la solución. Para Carbó “el Gobierno debería intentar buscar una fórmula en la que ampliemos la base de energías que utilizamos, pero no se puede porque reabrir las nucleares es imposible. Para Massa, la única esperanza sería que se pusiera en marcha la tecnología de fusión y resalta que “no se habla de la seguridad del suministro eléctrico y eso tiene mucho valor aunque cueste un poco más”.