Desayunos Económicos / Maite Nieva
La invasión militar de Vladimir Putin a Ucrania ha provocado una profunda reacción en el tablero geopolítico mundial, en el económico y sobre todo en la seguridad del orden europeo. Aunque España, en principio, no sería uno de los países más afectados, según los expertos, su economía se enfrenta a nuevos riesgos que pueden dar un vuelco a todas las previsiones económicas anteriores, a medida que la invasión de Rusia a Ucrania amenaza con convertirse en una guerra de dimensiones desconocidas.
A diferencia de otros países, Rusia sólo representa el 3% de las exportaciones de la Unión Europea y la exposición a los bancos, uno de los efectos colateral de las sanciones de occidente a Rusia, es pequeña. Sin embargo, el impacto energético podría ser relevante. Europa depende en gran medida de las importaciones de energía de Rusia, que representa casi el 40% del gas de la UE y más del 20% de las importaciones de petróleo.
Con todo, España aborda el nuevo escenario con una pesada mochila complicada de digerir: una crisis energética, con los precios de la luz y del gas por las nubes; la perspectiva de que el repunte de la inflación continúe afectando a los productos básicos y unas previsiones de subidas de tipos de interés que podrían estar a la vuelta de la esquina, cuando parecía que empezábamos a dejar atrás la crisis del covid. Además, se prevé que las sanciones impuestas por Occidente a Rusia refuercen la escalada de los precios del gas, a pesar de que la mayor parte de nuestra importación viene de Argelia, y del petróleo, sobre todo por recortes de suministros, así como una espiral inflacionista en la mayor parte de los sectores. Entre otros el turismo y las exportaciones españolas.
Los expertos reunidos en “Los Desayunos Económicos de El Nuevo Lunes” Juan Iranzo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned); Miguel Ángel Bernal, economista y profesor de la Escuela FEF (Fundación de Estudios Financieros); Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Granada y director de Estudios Financieros de Funcas y Juan Pedro Marín Arrese, economista y profesor del IEB (UCM), analizan el impacto de este conflicto y su repercusión en la economía española, los sectores más afectados, así como los posibles riesgos que se avecinan.
Juan Iranzo señala que, los factores que pueden limitar el crecimiento en España son el encarecimiento de las importaciones de materias primas, sobre todo energéticas, así como la pérdida de competitividad por incremento de los costes, por lo que exportaremos meno. También afectará a la falta confianza de las familias e inversores, si se contiene el consumo privado, se incrementa el ahorro previsión y se modera la inversión en Construcción en vivienda por la nueva Ley.

Juan Iranzo: ”La economía española será la última de la OCDE en recuperar el PIB precovid, de 2019”
“La lucha contra la inflación no se está produciendo en España. Apenas se ha modificado la política monetaria ultraexpansiva del BCE y la política fiscal española camina en sentido contrario, con un fuerte aumento del gasto”
Y por supuesto, “la subida tipos interés y de la prima de riesgo, ya que supondrá un alto endeudamiento público y privado, o que se reduzcan los Fondos Europeos de Recuperación, previstos, por falta de programas claramente definidos”, añade.
En su opinión, “la economía española será la última de la OCDE, en recuperar el PIB precovid, de 2019”
A juicio de Miguel Ángel Bernal, la guerra tendrá consecuencias inflacionistas, precisamente en unos momentos que todas las economías sufren escaladas de precios sin precedentes en décadas.
“Rusia y Ucrania son una potencia y fuertes exportadores de productos agrícolas básicos como trigo, maíz, girasol y, ambos países, son productores de minerales imprescindibles como el aluminio, níquel e hierro que experimentan un incremento de precios. Rusia, además, es el mayor productor y exportador de paladio, mineral fundamental en automoción”. Por otra parte, continúa, “Rusia es una potencia mundial en el sector energético y gran exportadora de petróleo y gas. En este aspecto el petróleo cotiza sobre los 100 d.p.b. y el gas, fundamental para obtener electricidad, se incrementa en un 6,5%.
Además, las sanciones económicas tendrán un efecto contractivo. Alemania ya ha suspendido la construcción del polémico gaseoducto. Y, habrá restricciones al movimiento de personas, algo que perjudica al sector turístico. En España el turista ruso es uno de los más deseados por el gasto que realiza y la compra de inmuebles en la costa”.
En cuanto a las sanciones impuestas a Rusia y las que puedan venir, agravarán la caída de la actividad. Rusia exporta materias primas pero es un gran importador de productos acabados y manufacturados. Por otra parte la restricción al SWIFT (Sociedad para Telecomunicaciones Interbancarias Financieras Mundiales) complica aún más el bloqueo y la capacidad de exportar e importar productos de Rusia.
Deterioro de las cuentas públicas
El deterioro de las cuentas públicas será otro de los riesgos al que se enfrenta la economía española, según las previsiones de Miguel Ángel Bernal. “Teniendo presente que posiblemente reste entre 1 o 1,5 puntos, la ratio déficit público sobre PIB será mayor del previsto. En este aspecto habrá que ver cómo funciona la recaudación, dado que no se ha deflactado el IRPF y además el IVA es un impuesto repercutido, por tanto con inflación mayor se recauda más, si hay claramente un efecto en la ratio deuda pública sobre PIB, al registrar el PIB un menor dinamismo que el cuadro macroeconómico incluido en los PGE”.
Un aspecto a tener en cuenta es el coste de financiación pública. Aquí será fundamental la posición y las medidas que el Banco Central Europeo (BCE ) adopte sobre la compra de Deuda Pública, dice. “Sería muy dañino que el BCE opte por no poner en vigilancia el recorte o finalización de las líneas de compras que tiene establecidas. Ya vemos como se está tensionando la prima de riesgo, previamente al conflicto bélico, precisamente por la actitud del BCE ante la elevación de la inflación.
Así mismo, la subida del precio del gas y la energía deteriora la balanza comercial. España es un país dependiente totalmente de estas dos fuentes de energías. Por otra parte la caída de actividad de nuestros principales socios comerciales podrían restar dinamismo a nuestras exportaciones, ya dañadas con el Brexit, explica Bernal.
No obstante, añade que no espera una recesión, sino “más bien un recorte del crecimiento en un punto o punto y medio. Va ser muy importante la duración, implicaciones y extensión del conflicto”.
Desde el punto de vista financiero, tendremos fuertes caídas y aumento de la volatilidad. “Esto supone caídas del precio de las acciones y los índices bursátiles, que ya se están produciendo. Los bonos también sufrirán, especialmente los de peor calidad. Puede haber un “vuelo a la calidad” hacia los bonos americanos y alemanes, mientras el activo refugio tradicional, el oro, experimenta una ligera subida de un 2,0% En cuanto a las “volátiles criptodivisas sufren fuertes caídas que van desde un 7% del bitcóin, hasta más del 14,0% de otras monedas y , parece ponerse en duda, que estos activos hoy por hoy puedan ser considerados “activos refugio”.
Repunte de la inflación
Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Granada y director de Estudios Financieros de Funcas, hace hincapié en que son riesgos que afectan no solamente a España sino al conjunto de la economía global. En su opinión España no es un país particularmente expuesto, como le ocurriría a Alemania, Austria, entre otros países. Y por supuesto, a Rusia y a los bancos rusos. “Quizá se nos va a encarecer el gas. Aunque nosotros nos nutrimos de Argelia, fundamentalmente, y estamos menos expuestos, se va a encarecer a escala mundial. Y está claro que no somos inmunes y nos puede afectar”.
Luego está la inflación que, “aunque no tiene nada que ver con el conflicto, sí parece que vamos a tener mayor inflación durante más tiempo y habrá una menor tasa de crecimiento, pero creo que vamos a seguir teniendo una recuperación. A un ritmo inferior y todo lo que venga a partir de eso, como la reacción de los Bancos Centrales”, comenta.
“La inflación nos va a afectar pero no descarrila totalmente que tengamos tasa de crecimiento este año. A día de hoy, puede bajar el crecimiento un punto o quizá algo más a la espera de que tengamos los datos suficientes, pero no hablaría de que se vaya todo al traste. Por supuesto que la inflación va minando el crecimiento de este año y el que viene y los futuros.

Miguel Ángel Bernal: ”Las sanciones económicas tendrán un efecto contractivo en el deterioro de las cuentas públicas. Teniendo presente que posiblemente reste entre 1 o 1,5 puntos, la ratio déficit público sobre PIB será mayor del previsto”
“Desde el punto de vista financiero se espera un fuerte aumento de la volatilidad y fuertes caídas del precio de las acciones y los índices bursátiles”
En su opinión, la economía va a caer pero la gente seguirá gastando y consumiendo, pero de ahí a pensar que se va a llegar a una recesión, ahora, no lo veo. A un menor crecimiento, sí. Habrá un impacto en el crecimiento. Hay consumo, las ventas aumentan y la producción industrial es alta. Otra cosa es en los próximos meses. Un factor que podría complicarlo todo sería la guerra. Y también que la pandemia volviera a dar otra ronda lo podría complicar mucho.
Sin estanflación, por el momento
En cuanto al impacto del crecimiento de la inflación en febrero, hasta el 7,4%, su tasa más alta en 33 años, según el indicador adelantado de INE, Santiago Carbó, dice que va a depender mucho del tiempo que dure el conflicto. “No se puede descartar que vamos a tener tensión de precios significativos, incluso más de lo que esperábamos, en los próximos meses, ya que esta situación retroalimenta el proceso de inflación.
¿Hasta dónde llegará? Si el conflicto se resuelve rápido todo rebotará, pero no parece que vaya a ser así. Por otra parte, no olvidemos que los sistemas económicos se adaptan a la guerra como también se adaptaron a la pandemia. Es posible que dentro de un mes y medio, a pesar de la guerra, el precio del gas y del petróleo no haya subido tanto.
La estanflación aún no la veo. La recuperación aun es bastante fuerte. Por supuesto, todo esto la va a menoscabar, pero eso no supone que vamos a crecer al cero. Si este conflicto dura y genera mucha incertidumbre puede afectar al crecimiento e irse por debajo del 5% e incluso el 4%, pero sigue siendo recuperación respecto al año anterior.
Y luego, está la prima de riesgo que va a depender de todo lo que pase. Evidentemente, los momentos de estrés financieros afectan a las primas de riesgo. Y afectan más a las economías, o a países. y haciendas vulnerables que a las que no están vulnerables. También es pronto decir si se disparará o no. El BCE va a intentar que no ocurra eso. La actuación del BCE está siendo muy prudente. Y quizá, incluso la Reserva Federal, no digo que vaya a recular, pero todos los anuncios que había hecho respecto a la subida de tipos, quizá ahora no los suba tanto.
Miguel Ángel Bernal está convencido de que no estamos preparados para un aumento de la inflación real. El motivo es que es debido a una creciente inflación por aumento de costes de” inputs”: energía, minerales básicos, agricultura, fertilizantes, pienso para ganado. Además, en España ha habido un encarecimiento de la mano de obra con la subida del SMI y las cotizaciones a la Seguridad Social.
“Esta subida de los costes se produce con una caída de la productividad del país, un empeoramiento de las condiciones para hacer negocio y además con un clima política que ha llevado a ‘The Economist’ a calificarnos como una democracia imperfecta. Solo veo como forma de amortiguar un poco el impacto la bajada del IVA. Ahora bien, esa bajada pone en peligro el cuadro macroeconómico.
Juan Iranzo, considera que la lucha contra la inflación no se está produciendo, puesto que apenas se ha modificado la política monetaria ultra expansiva del BCE y la política fiscal española, camina en sentido contrario, con un fuerte aumento del gasto.
El Índice de Precios Industriales en diciembre se situó en el récord histórico del 35,9%, lo que significa más inflación futura y menos competitividad. Los precios de la energía pueden seguir subiendo; los salarios han crecido un 6% en 20 mil empresas y los convenios con cláusula de revisión se han duplicado, lo que alimentara la inflación de segunda ronda y los alimentos frescos se están encareciendo significativamente.

Santiago Carbó: “Vamos a tener mayor inflación durante más tiempo y habrá una menor tasa de crecimiento, pero creo que vamos a seguir teniendo una recuperación. No veo una recesión a corto plazo”
“En España, el impacto de las sanciones a Rusia será reducido inicialmente porque no tenemos una gran exposición a Rusia. Vendrán en una ronda de efectos de segunda, no directos”
La fuerte elevación de los precios de “la cesta de la compra”, está provocando una pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos, que genera malestar y reivindicaciones salariales
Subida de los tipos de interés
Respecto a una posible subida de los tipos de interés, Santiago Carbó, cree que el BCE va a ser ahora mucho más cauto, y eso puede que demore cualquier actuación sobre los tipos. ¿Por qué? “Entre otras cosas porque si la inflación sigue explicada actualmente por la oferta, poco puede hacer el BCE. Si suben los tipos, aún machaca más la economía. EL BCE o cualquier Banco Central, debe actuar cuando el problema es de demanda. Y ese es el tema fundamental. No es un problema de demanda el que tenemos ahora mismo. Es un problema de oferta, no de excesiva oferta, sino que la oferta que se encarece por costes energéticos, de transporte etc.
Impacto de sanciones a Rusia
Si Rusia decide desabastecer algunos mercados, se puede provocar un grave problema en la industria europea, y especialmente en la del automóvil, aunque a largo plazo este país sufrirá la falta de divisas, explica Juan Iranzo. “Rusia es en la actualidad uno de los grandes productores mundiales de materias primas, que además exporta en su mayoría; por lo que el conflicto con este país, por la guerra en Ucrania, podría provocar un desabastecimiento mundial de materias primas fundamentales en las cadenas de producción para, en algunos casos, satisfacer la demanda final.
Las exportaciones rusas de petróleo representan el 8,4% de la oferta mundial; sin embargo, esta se puede abastecer el mercado internacional, con otras fuentes sobre todo de la OPEP.
Aunque el gas natural, en teoría “solo” significa el 6,2% del comercio mundial, Europa tiene una gran dependencia del gaseoducto ruso, por lo que un corte de suministros no se podrá compensar con metaneros, por falta de plantas de regasificación.
Rusia es Líder mundial en la producción de paladio, sus exportaciones abastecen el 45,6% de la demanda; este metal tiene diferentes aplicaciones, pero sobre todo se destina a fabricar catalizadores para la industria del automóvil. A lo largo del año, los precios ya han subido un 21% hasta el récord de 2.330 dólares la onza. Además, es difícil a corto y medio plazo encontrar alternativa.
El platino, producido y exportado por este país, representa el 15% de la demanda mundial, que también se destina a la industria del automóvil en su mayoría. Las exportaciones de oro representan el 9,2% de la oferta mundial, las de níquel el 5,3%, aluminio el 4,2% y cobre 3,3%.
Miguel Ángel Bernal cree que las sanciones a Rusia afectarán a todos los sectores, en principio, pues tenemos un fuerte alza de inputs. Los problemas graves afectarán a la banca, transporte, agricultura, automóviles, construcción entre otros. Ganan los sectores de defensa, tanto tradicional como los no tradicionales –tecnología informática-.
Santiago Carbó cree que las sanciones, lógicamente van a ser muy perversas. Ya estamos viendo la tensión de los depositantes en Rusia,y puede haber problemas con los bancos rusos. Y ahí es donde será el mayor daño a Rusia, pero yo creo que han tomado medidas asumiendo que habrá costes para todos. Esas medidas se han tomado sobre todo para aquellos países y bancos que estén muy expuestos a Rusia. Y por eso, el Banco Central Europeo tendrá que estar preparados para actuar si hay problemas con bancos alemanes o de otros países que tengan una exposición importante a Rusia, A nosotros nos pilla un poco más de lejos. Si hay inestabilidad financiera, es para todos.
En España, el impacto será reducido inicialmente porque no tenemos una gran exposición a Rusia . Vendrán en una ronda de efectos de segunda, no directos. En su opinión, la exposición es limitada y cualquier problema que haya será muy puntual, dice. “Eso no quiere decir que no vayamos a sufrir nada, la crisis de 2008 empezó con un segmento de las hipotecas norteamericanas, pero ahora mismo, más allá de la inestabilidad internacional que se genere, no tenemos ni nivel de deuda ni la falta de solvencia que teníamos en 2008”
El juego de la ruleta rusa, un riesgo a tener en cuenta
Las disrupciones que podrían provocar las sucesivas medidas de retorsión dibujan un escenario cada día más pesimista, según las previsiones de Juan Pedro Marín Arrese, economista y profesor del IEB (UCM. En su opinión, la recuperación corre peligro si se mantiene la situación de espadas en alto, al degradarse sensiblemente el escenario económico desde un aumento del crédito a un retraimiento de la demanda, con el riesgo de provocar un temido escenario de estanflación.
“Además de un incremento sustancial de los precios de la energía, y su consiguiente contagio a una inflación ya de por sí desbocada, nos espera un prolongado periodo de alta volatilidad en los mercados. De momento, el impacto de la creciente tensión se traduce en un hundimiento de las Bolsas y la evaporación de cientos de miles de millones de activos mobiliarios a escala global. Si sumamos el efecto de la galopante inflación sobre la deuda, equivale a una destrucción masiva de riqueza”, subraya.

Juan Pedro Marín Arrese: “El embargo dañará, sin duda, a la economía rusa, pero bastante menos de lo que se piensa”
Además, la incertidumbre está haciendo estragos y se trasladará de forma inevitable a la economía real, advierte. “Gestionar una coyuntura tan compleja debería inducir a las autoridades monetarias a adoptar una postura de cautela hasta que se despejen las muchas incógnitas que la actual situación genera “, opina Marín Arrese.
El impacto del conflicto y en particular de las sanciones a Rusia se ha extendido también al encarecimiento de las materias primas y la energía, que se traducirá en renovadas vueltas de tuerca a una inflación de por sí desbocada, señala. “El shock en los precios está servido y parece probable que las tensiones inflacionistas se mantengan bastante más de lo previsto anteriormente. Al tiempo, crece la incertidumbre y se acentúa el temor a una pérdida de ritmo en la recuperación global. El fantasma de la estanflación constituye un peligro que no cabe ignorar”.
Por otra parte, si hace sólo unos días los inversores apostaban abiertamente por un perfil agresivo de la Reserva Federal de elevar sus tasas en la reunión de marzo, ahora esa certeza se difumina . Se refuerza así la postura de Powell de examinar caso a caso la situación en futuras reuniones, en función de la evolución de una coyuntura tan volátil y fluida. En su opinión, “de poco serviría un endurecimiento monetario para frenar la escalada actual de los precios””.
Marín advierte del peligro de subestimar a Rusia. Putin ha amenazado a las potencial occidentales con “consecuencias sin precedentes” si intervienen en Ucrania. “Aunque es un país en decadencia con un PIB ligeramente superior que la de España tiene una fuerza militar impresionante. También es una de las principales potencias nucleares”.