Desayunos Económicos El Nuevo Lunes / M. N
Las criptomonedas, lideradas por el bitcoin, han pasado de considerarse una amenaza a un medio de pago con un número de adeptos que cree día a día. En menos de una década, y pese al rechazo de los organismos oficiales, el debate de su regulación ya está en marcha por iniciativa del Fondo Monetario Internacional (el G-7 )y la OCDE. También los Bancos Centrales han asumido la necesidad de regularlas. Incluso, crear monedas digitales y divisas virtuales. En Europa, el BCE se ha reunido recientemente con el Banco de España para debatir esta iniciativa de cara a su regulación y la posibilidad de crear un euro digital. Sobre cómo se está enfocando este proyecto y cómo puede impactar en la economía y en el sector bancario, en particular, han debatido Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas y catedrático de Economía de la Universidad de Granada; José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la AEB, y Nereida González, analista del Departamento de Análisis Económico y de Mercados de AFI.
La revolución digital se ha impuesto en la economía global y con ella la revolución de las criptomonedas. Aunque hace tiempo que las empresas y el mercado financiero las utilizan como medio de pago, además de alternativa de inversión, su crecimiento, lideradas por el Bitcoin, ya es imparable.
El debate de su regulación, ya está en marcha. Los Bancos Centrales han asumido la necesidad de regular este mercado y se abren a la posibilidad de crear monedas digitales y divisas virtuales con el beneplácito del Fondo Monetario Internacional (el G7 y la OCDE. Hace tiempo que las grandes gestoras multinacionales, y la banca de inversión internacional, utilizan las criptomonedas como activo de inversión y se han convertido en activo muy demandado en las plataformas de inversión. De hecho, la presencia de los inversores institucionales en este mercado ya ha dejado claro el impacto directo que están teniendo en la cotización del bitcoin en los últimos meses. Primero, con la subida del precio a partir de mediados de año que ha culminado en noviembre a punto de alcanzar los 20.000 dólares, después de una larga etapa en la que parecía haberse congelado. Y después tras caer con fuerza tras realizar ventas masivas hasta situarse por debajo de los 16.000 dólares.
Empezó con gente más joven, más innovadora, y se ha convertido en un producto más de las grandes fortunas, para diversificar las carteras y de empresas grandes. Sobre todo en el último año debido a las dificultades para diversificar la cartera, debido a los tipos de interés bajo mínimos de la deuda corporativa y los riesgos de la deuda corporativa. El tiempo, el interés que ha despertado ha impulsado su universalización, convirtiéndose en un instrumento de inversión más.
Santiago Carbó: “Los Bancos Centrales han sido monopolio de la emisión de moneda desde siempre y no están dispuestos a mantenerse al margen y ceder ese papel central de la creación de dinero en la economía a las criptomonedas. Consideran que ha llegado el momento de regular la moneda digital”
“La banca es la primera interesada en que se regulen las divisas digitales. Y se sentirían más cómodos con las divisas digitales de los Bancos Centrales porque todo lo que venga del sector privado, desde bitcoin hasta libra, es un riesgo”
El bitcoin no es la única moneda digital que se ha hecho un hueco en el mercado financiero. Otras criptomonedas cómo el Ethereum, el Ripple o el LiteCoin también comienzan a tener una fuerte presencia en los mercados, mientras que el mercado sigue en ebullición. Ya hay otras iniciativas privadas a punto de saltar al mercado, entre ellas Libra, la moneda digital de Facebook, cuya salida está prevista en enero con el beneplácito de los organismos económicos oficiales. Por si fuera poco, ya se está aceptando como medio de pago a gran escala.
La regulación, en marcha
Los Bancos Centrales no están dispuestos a mantenerse al margen y creen que ha llegado el momento de regular las criptomonedas. Paypal ha comenzado a utilizar el bitcoin como medio de pago, recientemente, Una iniciativa que puede haber marcado el punto de inflexión.
Santiago Carbó, director de Estudios Financieros de Funcas y Catedrático de Economía de la Universidad de Granada, considera que existen varias razones para que los Bancos Centrales hayan tomado la decisión de regular las criptomonedas. La principal, en su opinión, es porque han sido el monopolio de la emisión de moneda desde siempre y no pueden ceder ese papel central de la creación de dinero en la economía. Hubo un hueco para que las monedas digitales entraran pero no pueden dejar ese hueco que se ocupe de esta manera. Y por esa razón tenían que legislar, sí o sí, y crear el euro digital, que en el fondo es un efectivo, subraya.
La regulación es el comienzo de la era de las divisas digitales y, el impulso va a venir de los Bancos Centrales, señala Carbó. El Banco Central Europeo ya se lo ha planteado y ha abierto un periodo de consultas para el euro digital que va a cambiar también muchas de las cosas que conocemos. En Europa hemos llegado, como siempre, un poco tarde, dice. Vamos a ver hasta dónde llega. Desde luego afecta a nuestra manera de pagar y también a nuestros hábitos pero, especialmente, afecta al sector financiero de una manera muy importante. Por otra parte, a las autoridades también les preocupa el monopolio de todas las condiciones de emisión, dice. Y, por eso han tenido que dar el paso.
Otro factor importante es el blanqueo de capitales.” Les preocupa como reguladores y, también porque las autoridades quieren conocer mucho mejor ese sector y tener una vigilancia del comportamiento de los mercados para que no haya abusos” señala el director de Estudios Financieros de Funcas. En su opinión, “la regulación va a ser muy complicada y al sector financiero le va a costar bastante, subraya, pero tiene que adaptarse a las criptomonedas y a lo que venga, dice. Ahora no sabemos si Libra tendrá éxito o no pero si lo tiene, y lógicamente si empezamos utilizar Libra, va a ser otra fuente de preocupación para los Bancos Centrales”. Según sus previsiones, libra ha superado todas esas reticencias. “Libra obtuvo una consultoría gratis de los propios reguladores cuando, hace año y medio, se lo pararon. Le dijeron lo que tenía que hacer y ahora lo va a hacer”. Ahora, vamos a ver si ahora la gente lo utiliza. “En España los pagos electrónicos han crecido muchísimo durante la pandemia pero no podemos olvidar que el efectivo físico es muy importante para mucha gente y no puede desaparecer”, comenta. “Y eso también preocupa cada vez más a los Bancos Centrales porque si los bancos ponen problemas para sacar el dinero de la ventanilla, habrá personas que no pasarán al euro digital fácilmente”, explica Santiago Carbó. “No sabemos cómo lo harán, si iremos al cajero y el dinero se cargara al móvil para que podamos seguir comprando sin saber en qué moneda es ese dinero”, dice. En su opinión, “esa es la clave del euro digital”.
Un reto para los bancos
El impacto que tendrán las criptomonedas en la banca no será menor. “La banca es la primera interesada en que se regulen las divisas”, dice Santiago Carbó. Y, en su opinión, se sentirían más cómodos con las divisas digitales de los Bancos Centrales porque todo lo que venga del sector privado, desde bitcoin hasta libra, es un riesgo, ya que van adentrándose en una parte del negocio. Y por eso, tanto bitcoin y otras mondas virtuales como los operadores que intentan competir con la banca, están entrando muy rápidamente.
Otra cosa es que los bancos puedan adentrarse en otros negocios, dice. “Han entrado en el negocio y quizá poco a poco vayan aprendiéndolo pero tiene dos problemas: una estructura costosísima por su red de oficinas, sucursales etc. , y que, además, es necesario mantener. En muchos sitios porque las generaciones son más mayores y también porque todos necesitamos hacer determinadas gestiones que requieren utilizar la oficina. Y, al mismo tiempo, el sector tiene un problema porque tiene que reducir los costes de estructura, dice Carbó. “Tienen una amplia la red de oficinas y las plataformas tecnológicas que van a competir con ellas en pagos, en créditos, en todo lo demás no tienen esos costes de estructura, advierte. En este sentido, “las fusiones domésticas han sido oportunas en estos momentos para reducir los costes de estructura. Y, además de alcanzar un tamaño mayor que les permite tener un mayor volumen de activos con un margen muy pequeñito, les permite cerrar oficinas”, explica.
José Luis Martínez Campuzano: “El informe del Banco Central Europeo (BCE) sobre el euro digital es un paso positivo por parte de las autoridades monetarias para explorar la posibilidad, idoneidad e implicaciones de emitir un euro digital en el futuro, en línea con las iniciativas de otros bancos centrales y a la luz de los desarrollos recientes en la emisión de monedas estables privadas»
“El BCE es sensible en su informe a que un desplazamiento masivo de fondos hacia el uso del euro digital podría tener un impacto significativo en la labor de intermediación y financiación del sector bancario, la transmisión de la política monetaria y, en definitiva, la estabilidad financiera”
Otro gran reto con el que se tropiezan, en su opinión, es llegar a los niveles de gestión de inteligencia artificial de las grandes tecnológicas. Y, “sinceramente, no sé si eso está perdido”, dice. Podrían crear un modelo, a través de acuerdos con las grandes tecnológicas, como el que está intentando J.P: Morgan, y la banca americana, pero tiene que ser un modelo en el que se conviertan más en una plataforma y, a la vez, ser el gran especialista financiero, algo que las grandes tecnológicas no son . No como un JPMorgan o BNP, aunque sí que pueden entrar en todo aquello que se pueda convertir en una especie de commodity, los pagos y los préstamos, si son muy estandarizados.
Aquí hay también un grave problema, dice Santiago Carbó, y es que las grandes tecnológicas son un monopolio de lo suyo. Google es un monopolio de la geolocalización y búsqueda y no tiene competencia; Facebook lo tiene todo. Tiene mil millones de usuarios y sabe los opiniones que tenemos, con quien nos relacionamos. Está aquí con nosotros, sabe dónde estamos y les estamos permitiendo eso. Para mi es peligroso .porque nos podría complicar mucho la vida. Amazon todo lo que es veta online en el mundo occidental. Apple, lo mis; Microsof. Y todo eso habrá que regularlo a nivel global, pero no saben cómo hacerlo. “Es poner puertas al campo. La pregunta es quien tendría que regular todo eso. La respuesta, apunta Carbó, sería la OCDE. El problema es que no hay economistas que entiendan y se puedan dedicar a regularlas, a entender cómo funcionan. Por otra parte, los bancos tienen muchas dificultades porque la regulación se les cae encima y a las grandes tecnológicas no. Ellas utilizan libremente las criptomonedas como ha hecho PayPal y el resto de operadores y no pasa nada, pero cualquier operación quieran hacer las entidades financieras respecto al bitcoin está reguladas. Y eso es un problema porque los organismos oficiales no saben cómo lo van a resolver. Lo resuelven a “multazo” limpio pero no es suficiente, hay que regularlas, señala.
El blanqueo de capitales es otro de los caballos de batalla de la banca, comenta Santiago Carbó. En los últimos 5 años se ha convertido en un quebradero de cabeza para todo el sector financiero porque tiene que cumplir con unos estándares muy potentes de rastreo de todas las operaciones y de todas las contrapartes. Y, “un instrumento tan opaco como Bitcoin va a ser difícil controlar”, subraya. “Presenta un volumen no pequeño aunque no debe pesar mucho en el ámbito global de donde se coloca la riqueza, pero en estos momentos no sabemos qué pasará en materia de criptomonedas en el tema del blanqueo de capitales. Eso sí, son estándares que se van reforzando cada vez más”, explica. En este sentido, ”vamos un poco por detrás de EE.UU., que ha sido muy dura con el mercado de capitales y, también, por el del terrorismo, y para algunos países en los que no se quiere que se opere como Irán Cuba, etc. Europa también se ha tenido que poner las pilas. Sabemos, por ejemplo, que las transacciones que se hace a través del sistema financiero español y europeo son más transparentes, como media, que las que puedan hacerse a través de otros mecanismos porque tiene unos estándares muy duros y sujetos a sanciones importantes si lo hacen mal.
Euro digital, un paso positivo
José Luis Martínez Campuzano, portavoz de la Asociación Española de Banca(AEB), señala que el informe del Banco Central Europeo (BCE) sobre el euro digital es un paso positivo por parte de las autoridades monetarias para explorar la posibilidad, idoneidad e implicaciones de emitir un euro digital en el futuro.
El informe, en línea con las iniciativas de otros Bancos Centrales y a la luz de los desarrollos recientes en la emisión de monedas estables privadas, es una primera aproximación, no concluyente, a los escenarios que podrían justificar la emisión de un euro digital , dice Campuzano. Y, de darse alguno o algunos de ellos, cuáles serían las posibles características básicas y principios deseables de su diseño. Entre ellos, que sea un instrumento complementario al efectivo y al dinero bancario actual, y el sector privado pueda, a partir de él, ofrecer nuevas propuestas de valor, explica.
El papel del sector privado
Desde la AEB califican como positivo que el informe destaque el papel que tendría el sector privado en la prestación de servicios auxiliares y en el acceso al euro digital que, preferiblemente, se realizaría a través de entidades supervisadas. “En líneas generales, es muy importante este enfoque de complementariedad que se propone, así como la concepción de un posible euro digital como un medio de pago accesible en toda la zona euro y no como un activo de inversión”.
Por otra parte, el BCE es sensible en su informe a que un desplazamiento masivo de fondos hacia el uso del euro digital podría tener un impacto significativo en la labor de intermediación y financiación del sector bancario, la transmisión de la política monetaria y, en definitiva, la estabilidad financiera, dice.
El enfoque prudente de las autoridades de seguir evaluando de forma exhaustiva los retos e implicaciones de su emisión, en caso de ser necesaria, parece adecuado, según la valaoración de la AEB y, por tanto, la necesidad de experimentación práctica para poner a prueba las opciones de diseño, en la que el sector bancario español estaría dispuesto a colaborar.
Nuevas oportunidades
Nereida González, analista de Análisis Económico y de Mercados de AFI, considera que el bitcoin ha sido un buen precedente pero, lo más probable, es que no acabe cumpliendo el objetivo de convertirse en la divisa global de referencia con el que nació.
Nereida González: “El bitcoin ha sido un buen precedente pero lo más probable es que no acabe cumpliendo el objetivo de convertirse en la divisa global de referencia con el que nació. La principal aportación de bitcoin es abrir la puerta a la aparición de criptodivisas y, desde 2008, el número de emisiones de divisas digitales ha sido exponencial”
“De forma reciente se ha abierto cierta discusión sobre la posibilidad de que el bitcoin estuviera siendo percibido como un activo refugio y sustituyendo al oro. Nada más lejos de la realidad. Un activo refugio debe ser un depósito de valor, lo que por definición supone mantener una volatilidad controlada”
Un ejemplo se puede ver en la propia evolución de los buscadores de internet, dice: Terra fue un buen precedente que acabó suplantando Google, explica. La principal aportación de bitcoin es abrir la puerta a la aparición de criptodivisas y, desde 2008 el número de emisiones de divisas digitales ha sido exponencial; el aprendizaje en torno a su tecnología blockchain, hasta 2008 un poco oculta y abrir la discusión por parte de los Bancos Centrales a la emisión de divisas digitales, subraya. Blockchain, es decir, el registro distribuido de datos, es una tecnología que no sólo da soporte a las criptodivisas, sino que abre un nuevo mundo de oportunidades a otros sectores de la economía. “La seguridad, transparencia, descentralización e irreversibilidad que ofrece blockchain frente a bases de datos tradicionales puede llegar a revolucionar todos los sectores de la economía, pasando por la trazabilidad de alimentos”, dice. Carrefour ya implementa esta tecnología para conocer, por ejemplo, la procedencia de la carne del pollo de corral que se vende en sus tiendas y, hasta la protección de la propiedad intelectual puede registrar tu trabajo de forma digital e incorruptible, o la mejora de eficiencia de los mercados financieros en los procesos de reconciliación en transacciones, ofreciendo la posibilidad de hacer transacciones de activos en tiempo real. De forma reciente también están creciendo las soluciones basadas en Blockchain para corroborar los criterios ESG de empresas, en la medida que empieza a ser un requisito relevante para los inversores, explica la analista de AFI.
Un activo volátil y de riesgo
Desde la perspectiva de Nereida González el Bitcoin como un activo de inversión es una posibilidad, pero, como en todos los activos, siempre se debe tener en cuenta los riesgos y las oportunidades. “Hasta el momento, lo que nos ha demostrado la evolución de su precio es que la volatilidad que presenta es muchísimo más elevada frente a otros activos de riesgo”, comenta. “Las dificultades de acceso, en la medida que se intercambia en mercados específicos, no regulados, le hace un activo de especial riesgo”. Un incremento de la regulación y el acceso a cotización de estos activos a mercados regulados, podría llegar a mejorar la liquidez de los mismos, incrementar la presencia de inversores y, por tanto, dar mayor estabilidad al precio de los mismos, subraya la analista.
De forma reciente se ha abierto cierta discusión sobre la posibilidad de que bitcoin estuviera siendo percibido como un activo refugio y sustituyendo al oro. En su opinión, “nada más lejos de la realidad”. Por una parte, porque un activo refugio debe ser un depósito de valor, lo que por definición supone mantener una volatilidad controlada. Por otra parte, porque la recuperación definitiva del precio del bitcoin se produjo este año, una vez que empezaban a relajarse las presiones sobre la economía mundial. En cambio, en el periodo de más tensiones del mercado, las caídas de su precio superaron con creces las observadas en la renta variable. En definitiva, la posibilidad de invertir en un activo como bitcoin, con los condicionantes actuales, pasaría por la asunción de un riesgo elevado en términos de volatilidad, comenta la analista. “Su ampliación a otros activos de sus características, como son las iniciativas privadas de divisas digitales, asume además un riesgo de crédito importante, ya que la mayoría de estos proyectos carecen de un estudio profundo o de información suficiente para poder valorar en profundidad el proyecto y los riesgos que entraña, explica Nereida González. “Ocasionalmente aparecen casos de estafas ligadas a estas emisiones de criptodivisas, ICO, por sus siglas en inglés”.
“Desde AFI nuestra labor en términos de divisas digitales, tanto iniciativas privadas como las iniciativas que surgen por parte de Bancos Centrales, pasa por la divulgación y estudio”, comenta la analista de AFI. “De forma interna contamos con un Grupo Fintech, donde mensualmente discutimos novedades en torno a criptodivisas y otros aspectos que podrían llevar a una transformación del sistema financiero en general” señala. Además, han participado en numerosas conferencias (Cámara de Comercio de Zaragoza, AviForum,…), así como clases magistrales en diferentes formaciones y formación específica a empresas introduciendo no sólo lo que son las criptodivisas, sino las oportunidades que la tecnología que subyace a ellas supone para otros sectores
De herramienta al servicio del blanqueo de capitales a activo de inversión
El bitcoin se ha contemplado ha pasado de ser una herramienta al servicio del blanqueo de capitales, del terrorismo y de la economía sumergida hasta hace poco a ser considerada como activo refugio e incluso como un activo de inversión más.
Aunque en los últimos años se ha intensificado su uso tanto como medio de pago como de inversión la crisis del Covid ha disparado tanto su presencia en los distintos entornos de la economía como la cotización del valor. Tras los mínimos generados en el mes de marzo, los inversores incrementaron las posiciones alcistas en el bitcoin, lo que le ha llevado a subir más de un 100% hasta junio. Y, aunque ,entre los meses de julio y agosto rechazó en varias ocasiones la resistencia de los 12 000 dólares, donde los especuladores se desprendieron de posiciones para retroceder hasta la zona psicológica de los 10 000 dólares, donde el mercado consiguió frenar el descenso de 2000 puntos y hacer un soporte importante, la fiebre del bitcoin (BTC) retornó en el mes de noviembre después de la aceptación de pagos en la plataforma Paypal y la utilización como fondos de cobertura en Estados Unidos apostaban por invertir en criptomonedas por su descentralización y, sobre todo, por la continua impresión de dinero “fiat”.
En noviembre el bitcoin se acercó hasta la zona de los 19 500 dólares y pero se quedó a 300 dólares de marcar unos nuevos máximos históricos, después de que los inversores institucionales, optaran por realizar beneficios de un día para otro, incrementando la presión bajista y desencadenando una descenso superior a los 3000 dólares, y recortando significativamente la cotización hasta los 16 000 dólares. A finales de la semana pasada cotizaba a 15.622 euros.