Uno de los principales retos a los que se enfrenta el país, según los expertos que han participado en Los Desayunos de El Nuevo Lunes, es la capacidad de ejecutar, si no el cien por cien de las ayudas recibidas, al menos superar el porcentaje del que hablan las encuestas. Moncloa no está dispuesta a que España vuelva a estar a la cola en la absorción de los fondos que nos llegan de la UE si tenemos en cuenta que, entre 2014 y 2020, sólo aprovechó el 40%. Y para eso es fundamental el papel de las comunidades autónomas que deberá estar coordinado por el Gobierno. “La ausencia de un mando único”, aseguran, “pone en riesgo una auténtica coordinación, algo muy necesario de cara a Bruselas”. “Efectivamente se van a producir diferencias”, dicen, “porque el desigual aprovechamiento va a suponer que las más eficientes en la definición de los proyectos podrán rentabilizarlos mejor, lo que impactará positivamente en su competitividad”.
Cuenta atrás para presentar en Bruselas los proyectos de ejecución de los Fondos Europeos de los que se va a beneficiar la economía española. El Gobierno tiene hasta el 30 de abril para hacerlo, pero nadie duda de que esta fecha es meramente orientativa. La Comisión ya descuenta que un buen número de países pueda retrasarse en hacerlo.
De momento, el Ejecutivo tiene previsto hacer público de manera oficial el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con las reformas e inversiones en el primer trimestre y empezar a lanzar convocatorias para los fondos europeos a partir del segundo trimestre.
Santiago Carbó: “Va a ser muy difícil que se puedan aprovechar completamente los fondos que nos corresponden. De entrada, no teníamos una cartera de proyectos”
Lo avanzaba el secretario general de Asuntos Económicos y G20 del gabinete de Presidencia del Gobierno, Manuel de la Rocha, al mismo tiempo que aseguraba que España es el país «más avanzado» en la elaboración del plan de reformas e inversiones vinculado a los 140.000 millones que recibirá hasta el año 2026.
Pero el principal reto al que se enfrenta nuestro país es el de ser capaza de ejecutar, sino el cien por cien, de las ayudas recibidas, al menos superar el porcentaje del que hablan las encuestas. Moncloa no está dispuesta a que España vuelva a estar a la cola en la absorción de las ayudas que nos llegan de la UE si tenemos en cuenta que, entre 2014 y 2020, solo aprovechó el 40%.
Un porcentaje que se queda corto, a juicio de Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Granada y Director de Estudios Financieros de Funcas, para el que “va a ser muy difícil que se puedan aprovechar completamente los fondos que nos corresponden. No teníamos una cartera de proyectos de entrada y ahora se observa excesivo enfoque político en la gestión de los mismos”
Así que, “la duda final es”, señala Miguel Ángel Bernal, economista y profesor del IEB, “si debido a la burocracia, así como a otras razones como la obligación de llevar a cabo una serie de reformas que generan importantes conflictos entre los socios del Gobierno, se pueden cumplir con las expectativas”. “La historia nos dice que España ha sido, en la mayor parte de los casos, incapaz de recibir los fondos destinados a nuestro país por parte de la CE. Por tanto, con esta historia detrás tengo dudas de si seremos capaz de atraer todos esos recursos”.
Para Mónica Melle, profesora titular de Economía Financiera Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, UCM, el objetivo es asegurar una elevada ejecución. “España es uno de los países más avanzados en su estrategia para definir los proyectos a financiar con los fondos europeos y ha conseguido casi el 20% del total del Fondo, 72.700 millones de euros en subvenciones a fondo perdido que deberán asignarse en su mayoría en los próximos dos años y ejecutarse en un máximo de seis. Creo que el Gobierno es consciente del reto y oportunidad de estos fondos de cara al cambio de modelo productivo y a la recuperación económica. De ahí la puesta en marcha de un modelo de gobernanza extraordinario que aporte la agilidad necesaria ya que los mecanismos tradicionales son claramente insuficientes”.
Todo esto unido a la necesidad de simplificar y eliminar duplicidades en los procedimientos, “a la vez que se crean equipos profesionalizados, especializados y con experiencia previa en contratación pública en las AAPP”, opina Alicia Coronil Jónsson, economista jefe de Singular Bank que considera fundamental, además, que se cuenten con los reglamentos necesarios para la implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia.
Mónica Melle: “Creo que el Gobierno es consciente del reto y oportunidad de estos fondos de cara al cambio de modelo productivo y a la recuperación económica”
Lo que Juan Iranzo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), tiene claro es que, en este escenario, “no será fácil presentar, previsiblemente antes del 30 de abril, proyectos españoles que cumplan las características necesarias. “Cada proyecto debe ser aprobado por países que representen al menos el 60% de la población europea y cada Estado tiene derecho de denuncia si considera que algún proyecto no se está gestionando adecuadamente. Estos criterios obligan a que los proyectos sean muy rigurosos”.
“Además, algunas Comunidades Autónomas no disponen de la dotación necesaria para gestionarlos eficientemente”
Mando único
“A mí personalmente”, explica en este sentido Miguel Ángel Bernal, “no me gusta nada que no haya un mando único, empezar a delegar este trabajo pone en riesgo una auténtica coordinación, algo muy necesario de cara a Bruselas. El ejemplo de lo que la descentralización autonómica genera es la gestión que hemos tenido con el tema del Covid y el embrollo generado. Por otra parte, encomendarlo a las autonomías puede a final dar una preferencia por temas políticos y no por necesidades específicas, coordinaciones y rentabilidad de los presupuestos para la realización de los proyectos”.
Los expertos piensan que podemos asistir a un aprovechamiento autonómico a dos velocidades, incluso a tres, de los fondos. “Es muy probable que ese sea uno de los problemas y que haya falta de coordinación. Es uno de los puntos que me preocupan, el distinto aprovechamiento de los fondos entre CCAA y la falta de proyectos de escala nacional, que son muy importantes en este contexto”, asegura Carbó a lo que Melle añade que las CCAA más eficientes en la definición y elaboración de los proyectos podrán ejecutar mejor los fondos y mejorar su competitividad. “Efectivamente se van a producir diferencias. Aunque también existen proyectos transversales, que serán competencia del Gobierno Central, relativos a infraestructuras digitales, logísticas, etc., que permitirán mejorar la cohesión social y territorial”.
Alicia Coronil: “Considero especialmente importante que se cuenten con los reglamentos necesarios para la implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia”
La clave está en la necesidad de realizar un plan de reformas estructurales y de unidad de mercado nacional”, dice Alicia Coronil, “que impulsen la competitividad del país y la atracción de inversión directa, al mismo tiempo que se desarrollan proyectos que impliquen a varias CCAA para seguir avanzando en la vertebración y la convergencia”.
Y la clave está también en la colaboración público privada, eje sobre el que deben pivotar la ejecución de los fondos. “Solo así tendrán efectos multiplicativos. Pero para ello hay que crear un ambiente de confianza mutua entre ambos sectores”, asegura Santiago Carbó.
“Es la empresa privada la que genera proyectos rentables”, señala Miguel Ángel Bernal, “donde además el empleo creado es productivo y en los sectores a los que va dirigidos estos fondos, crean empleo de calidad, estable y de mayor valor añadido. Como hemos podido comprobar, las líneas de AVE o las carreteras radiales de Madrid, impulsadas desde los ámbitos políticos, en algunos casos ha sido un fiasco que ha costado a los españoles mucho dinero. Ahí está como ejemplo al derroche la línea del AVE que unía Toledo, Cuenca y Albacete, la friolera de millones sepultados se estima en unos 18.000 millones”
Esa colaboración resulta esencial no sólo para la construcción y mantenimiento de infraestructuras y la prestación de servicios, sino también para el desarrollo de la I+D, las startups o la digitalización. “El Gobierno lo ha incluido como ‘principio rector indispensable’ del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, para conseguir un apalancamiento privado de la inversión pública (con el objetivo de lograr una inversión de cuatro euros privados por cada euro público invertido). Es necesario construir un escenario de rentabilidad razonable (que acompañe al riesgo asumido) y que los proyectos sean atractivos para los inversores privados”, opina Mónica Melle.
José Massa: “La falta de proyecto con visión de largo plazo se nota en la ausencia de coherencia de las medidas económicas, que no responden a un plan integrado”
Colaboración público-privada
Y en este sentido, José Massa, profesor en CUNEF, trae a colación lo dicho por la profesora Mariana Mazzucato “que explica muy bien la importancia del sector público, del gobierno, en generar innovaciones que el sector privado no es capaz de financiar, bien porque tienen mucho riesgo, bien porque requieren inversiones muy cuantiosas. Creo que la colaboración entre gobierno y empresas debería de producirse en este ámbito”.
“Esta crisis ha demostrado”, indica Coronil Jónsson, “que es necesaria una mayor colaboración tanto a nivel nacional como internacional. En este sentido, el diseño y puesta en marcha del Plan de Recuperación requiere de una estrecha colaboración público-privada, ya que las empresas cuentan con una visión clave de las transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y geopolíticas que se están acelerando y del impacto sobre la economía real que está produciendo la pandemia”.
El objetivo principal de los fondos es mejorar la economía de los países miembros y no está de más preguntarse si España ‘se la juega’ si no hace bien su trabajo
“España no solo debe de desarrollar con éxito los planes de recuperación, sino que debe poner en marcha de forma consensuada un plan de reformas estructurales necesarias para resolver los problemas que ya presentaba nuestro país reflejados en la dualidad de su mercado laboral, elevado nivel de déficit estructural y de deuda pública, sostenibilidad de las pensiones, etc”, considera la economista jefe de Singular Bank.
Juan Iranzo: “Los fondos no se pueden destinar a gastos corrientes, sino a proyectos concretos que permitan mejorar el potencial de crecimiento y la competitividad”
“Los fondos no se pueden destinar a gastos corrientes, sino a proyectos concretos que permitan mejorar el potencial de crecimiento y la competitividad” señala Juan Iranzo para el que una parte sustancial tiene que ir a transición ecológica y digitalización; pueden potenciar el necesario desarrollo del Hidrogeno y la eficiencia de las TIC.
Los expertos consideran que la apuesta por la digitalización de manera trasversal en todos los sectores mejorará la productividad que, junto con la transición ecológica que dirige nuestra economía hacia un modelo sostenible, “facilitará”, considera Mónica Melle, “la generación de actividad económica y empleos en sectores de alto valor añadido. Se reducirá de esta manera el peso del sector servicios de bajo valor añadido en nuestra economía, con consecuencias en la retención de jóvenes con talento y formación en nuestro país y cambios fundamentales en la estructura de nuestro mercado de trabajo, caracterizado por la elevada temporalidad y precariedad”.
Aspectos que son fundamentales también para Miguel Ángel Bernal además de la modernización de la economía basada en sectores que van a ser estratégicos y donde la Unión Europea y buena parte del mundo están centrando sus esfuerzos. “Aumento de la calidad del empleo, menos propenso a estacionalidad y de menor precariedad, y el aporte de una base de recursos para mover mayores flujos de inversión”.
“En España tenemos un problema de falta de productividad comparado con Alemania, Francia o Italia”, recuerda José Massa. “Si queremos que nuestra economía genere buenos empleos bien retribuidos, que parece que sí, tendremos, entre otras cosas, que conseguir que nuestras empresas sean más productivas. Los fondos europeos son una buena ocasión para avanzar en esta dirección, pero, por si solos no van a ser suficientes”.
Miguel Ángel Bernal: “La imagen de desorden y descoordinación no es de recibo en un momento de crisis como el actual, donde aún no tenemos una foto clara de cual es realmente la situación”
“Nos jugamos el prestigio”, opina Santiago Carbó, “pero yo creo que se logrará al menos un «Aprobado», ojalá una mayor nota. Se va a hacer un gran esfuerzo desde el país y creo que se lograrán un razonables resultados aunque los fondos no se aproveche al máximo”.
Gobierno de coalición: dos partes en conflicto ‘económico’ que pueden ahuyentar a los inversores
Las discrepancias económicas en el seno del Gobierno son evidentes. La última que está en primera línea informativa es la Ley de Vivienda. La negociación sigue enquistada y las diferencias entre el PSOE y Unidas Podemos aumentan. Las declaraciones del ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, en las que rechaza limitar el precio de los alquileres, ponen en riesgo el acuerdo alcanzado por el PSOE con su socio de Gobierno, Unidas Podemos.
“Nosotros creemos que es más positivo y más eficaz promover que imponer y nos parece que hay elementos y en eso estamos trabajando, para sacar viviendas al mercado y hacerlo a un precio asequible, a través de incentivos”, ha dicho el ministro.
El vicepresidente segundo de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, recuerda al PSOE que uno de los compromisos adquiridos es la regulación de los alquileres. “Sánchez y yo firmamos para que se regularan los alquileres. Es un error tensionar el Gobierno planteando que se puede incumplir un acuerdo o que se puede traicionar la palabra dada”.
Así que, las espadas están en alto y los expertos de El Nuevo Lunes advierten que es un momento crítico por la crisis sanitaria, la necesidad de acelerar la vacunación y las medidas económicas hasta la recuperación. “Hace falta un gobierno fuerte”, señala Santiago Carbó, “unido y con el foco únicamente en estos temas tan urgentes y trascendentales. Todo lo que no sea eso, tras una gestión de la pandemia francamente mejorable en todos los aspectos, generará más problemas y la frustración en el país”.
Juan Iranzo vincula la recepción de las ayudas europeas a que se acometan las reformas necesarias. “Requiere de reformas estructurales en la dirección de la liberalización de los mercados y la sostenibilidad de los sistemas asistenciales. Por tanto, sería necesario cambios profundos en el sistema público de Pensiones y una mayor liberalización del mercado laboral.
Estas medidas son justo las contrarias a las que propone la coalición de Gobierno, lo que puede entorpecer el acceso de España al Fondo Europeo de Recuperación”.
“Pensemos que Bruselas no lo da gratis”, añade Miguel Ángel Bernal, “debe ir ligado a reformas en determinados campos donde como estamos viendo los dos partidos que forman el gobierno tienen visiones diferentes que son aireadas y usadas como reproche entre uno y otro. No puede ser que un Gobierno de la sensación de que está formado por dos partes diferenciadas y en conflicto, donde además una de las partes realiza propuestas que no gustan en Bruselas. La imagen de desorden y descoordinación no es de recibo en un momento de crisis como el actual, donde aún no tenemos una foto clara de cual es realmente la situación de nuestro país”.
Mónica Melle espera que vayan limando esas diferencias que no ayudan a la recuperación económica, sobre todo por la inseguridad que puede producir en los inversores. “En materia de alquileres, por ejemplo, es preciso un sistema de incentivos que haga atractivo aumentar la oferta de viviendas. En materia de legislación laboral es conveniente acometer los cambios más lesivos de la reforma laboral, relativos fundamentalmente a la recuperación de la negociación colectiva, por ejemplo”.
Y José Massa recuerda lo dicho por Felipe González hace pocos días cuando mostraba su preocupación por la falta de un proyecto de país. “Es difícil no estar de acuerdo con este punto de vista. Y esta falta de proyecto con visión de largo plazo se nota muchísimo en la ausencia de coherencia de las medidas de política económica, que no parecen responder a un plan integrado, sino a una mezcla de prejuicios ideológicos, búsqueda de titulares impactantes y preferencias personales de la ministra o el ministro del ramo”.