Mercedes Cobo
La fuerte subida del precio de la luz en pleno temporal por ‘Filomena’ ha vuelto a poner en el centro del debate público la cuestión de posibles reformas en el sector eléctrico. De momento, el Gobierno no tiene previsto abordar en el corto plazo la reforma del mercado eléctrico, uno de los compromisos incluidos en el programa de coalición. Desde el Ministerio de Transición Ecológica, que dirige Teresa Ribera, destacan la creación de un fondo para financiar los costes al régimen retributivo específico de las renovables, con el que calculan una rebaja de la factura de la luz del 13%. Sobre esta reforma y cómo se presenta el panorama económico para 2021 han debatido Juan Iranzo, catedrático de Economía Aplicada de la UNED; Miguel Ángel Bernal, economista y profesor del IEB; Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Granada y director de Estudios Financieros de Funcas, y José Massa, ‘senior advisor’ de Bolsas y Mercados Españoles (BME).
El precio de la energía eléctrica, ha subido significativamente durante la crisis climatológica de “Filomena”. “En concreto se ha producido una importante elevación de la demanda, que no se ha podido cubrir con energía eólica, porque no ha soplado el viento; y ha sido necesario ofertar electricidad generada por ciclo combinado de gas”, explica Juan Iranzo, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
Indica que “como en todos los mercados en competencia los precios se fijan en función de los costes marginales y este se establecido por la energía que depende mucho del coste del combustible, y no por centrales en las que el combustible tiene un bajo peso, sobre el coste total, es decir nuclear, solar y eólica, que casi todo el coste se debe a la amortización de la inversión, resultaría complicado e ineficiente, en circunstancias normales aplicar costes medios; pero sí posiblemente en situaciones excepcionales”.
En su opinión además, “ante la crisis de la pandemia del Covid 19, se debería reducir el IVA a los sectores más perjudicados, como transportes, hotelería y hostelería, y por supuesto a un input tan importante como es la energía eléctrica”.
Juan Iranzo: “Ante la crisis de la pandemia del Covid-19, se debería reducir el IVA a los sectores más perjudicados, como transportes y hostelería, y por supuesto a un ‘input’ tan importante como es la energía eléctrica”
“Las centrales nucleares españolas actualmente en explotación ya están amortizadas, por lo que habría que alargar su vida útil, si las condiciones técnicas garantizan su seguridad; para poder obtener una energía eléctrica muy barata”
Añade que desde el punto de vista estructural, “habría que eliminar de los precios eléctricos los recargos debidos a problema e ineficiencias. Se ha repercutido, en el pasado, las ayudas al carbón, el parón nuclear, el stock básico de uranio, etc. Actualmente soporta el coste de abastecimiento extra peninsular, las renovables y el déficit de tarifa. Estas cargas tendrían que ir en forma de subvenciones a los Presupuestos Generales del Estado, no hurtado al Parlamento la capacidad de aprobarlas o rechazarlas.
Además el coste del KWh de origen nuclear es bajo y se debe sobre todo a la amortización de las centrales. Las españolas actualmente en explotación ya están amortizadas, por lo que habría que alargar su vida útil, si las condiciones técnicas garantizan su seguridad; para poder obtener una energía eléctrica muy barata. Esta decisión ya se ha tomado en muchos países como Francia o EEUU”.
Miguel Ángel Bernal, economista y profesor del IEB, “considera que en el mercado eléctrico y con la llegada de fondos de Europa para avanzar en el nuevo modelo de energías renovables, la presencia de las empresas debe ser predominante”, cree que el Gobierno “se debería ceñir a ser un simple articulador y coordinador de los proyectos para posteriormente ser llevados a Bruselas”.
Para Bernal, “las alzas actuales son fruto de picos de demanda que siempre se van a dar, lo lógico es que las aguas vuelvan a su cauce. En todo caso hay que preguntarse y cuestionarse el recibo de la luz, una factura que carga en los consumidores fuertes costes de aventuras y decisiones que se tomaron muy a la ligera en tiempos pasados”.
Santiago Carbó, catedrático de Economía de la Universidad de Granada y director de Estudios Financieros de Funcas, cree que hay que seguir apostando por las renovables “para intentar reducir el coste y, por otro lado, proteger a los segmentos de población vulnerables con programas específicos (ayudas directas) para que las posibles subidas nos les afecten”.
Por su parte, José Massa, senior advisor de Bolsas y Mercados Españoles (BME), estima que en el tema de reformar el mercado eléctrico, “hay que ser extraordinariamente prudentes y no dejarse llevar por el entusiasmo del momento. Tomar medidas precipitadas y poco reflexionadas a cambio de un titular favorable en la prensa de mañana suele producir efectos lamentables a medio plazo.
Y, además, tenemos que graduar la importancia de los temas. En el caso del mercado eléctrico, lo más importante, con diferencia enorme sobre todo lo demás, es que el suministro se produzca siempre y en cualquier circunstancia. Que no nos quedemos sin electricidad en casa o en las empresas en ningún momento. Es fácil imaginar las desastrosas consecuencias que tendría si estuviéramos sufriendo apagones continuamente, solo hay que mirar la situación en los países donde eso sucede”.
Añade que “no es difícil aceptar que el objetivo básico del mercado eléctrico es que haya suministro el 100% del tiempo. En España, esto sucede, incluso a pesar de Filomena. Así que no creo que haya que hacer modificaciones muy radicales, no vaya a ser que nos lo estropeen y empecemos a tener apagones.
En esto, tenemos que reconocer que cuando algo funciona bien durante mucho tiempo seguido, tendemos a pensar que es así porque es fácil y porque no tiene mérito ninguno: es como si las cosas que van bien funcionaran solas. Y no es así: en el caso del mercado eléctrico hay muchas empresas comprometidas con que el suministro se produzca. Y lo consiguen. Todos los días.
Y esa garantía de suministro tiene un valor. Y hay que pagarlo. ¿O también aquí vamos a cometer el error de pensar que reduciendo el gasto seremos capaces de conseguir que las cosas funcionen mejor? Con la pandemia estamos viendo que hay conceptos en los que gastar menos no necesariamente era una buena idea”.
Miguel Ángel Bernal: “Hay que preguntarse y cuestionarse el recibo de la luz, una factura que carga en los consumidores fuertes costes de aventuras y decisiones que se tomaron muy a la ligera en tiempos pasados”
“Es necesario crear plataformas y propuestas para que nuestras empresas ganen tamaño, y por tanto competencias, internacionalización y acceso a créditos de una forma más fluida”
Por otro lado, señala que la subida de los precios de los últimos días (ya revertida) “no debería llevarnos a decisiones precipitadas. Hay cosas que mejorar, sin duda, pero con tranquilidad y calma y procurando no romper nada, que bastantes cosas se nos están rompiendo en España entre crisis financieras, pandemias, nevadas y malas gestiones, para que encima ayudemos rompiendo más”.
Apunta que en España estamos “en torno al 30-40% (algunos días más) de generación procedente de fuentes renovables. Si de pronto, por un temporal, algunas renovables dejan de poder generar (aerogeneradores parados por exceso de viento y paneles solares cubiertos por la nieve) habrá que arrancar ciclos combinados para mantener el suministro. Es decir, habrá que consumir y pagar el gas. No me sorprende que esos días subiera el precio. No puedo valorar si la subida fue excesiva o no, pero que se produjera no debería ser una sorpresa.
En resumen: revisar el funcionamiento del mercado, sí, claro; ¿con precipitación y prisas para introducir cambios radicales? en mi opinión, radicalmente no”.
Panorama económico
En relación a cómo se presenta el panorama económico español para este año, a cuáles son los principales focos de atención, Miguel Ángel Bernal considera que el Covid y las vacunas van a ser los temas estrella y van a condicionar no solo la economía, sino incluso la misma sociedad. Indica que el Brexit también va a ser muy importante para España y la relación con Marruecos, y la inmigración, “después del reconocimiento del Sahara como territorio marroquí”.
Otro foco que destaca es el papel y la cooperación de España con EEUU, “especialmente con la llegada del nuevo presidente, el cual parece más proclive a no ser tan rupturista con sus aliados tradicionales”, y pone la atención también sobre un posible traslado de la base naval de Rota a Marruecos.
Miguel Ángel Bernal indica que “el levantamiento de las medidas para frenar los destrozos del Covid, cómo llevarlas a cabo, el calendario, y demás cuestiones es muy importante de cara a nuestra normalización y salida rápida del bache en el que estamos, por cierto sin saber realmente la dimensión de las consecuencias del Covid”, e incide en que hay que poner especial atención a la morosidad del sector bancario, “muy en relación con la medida anterior”.
Opina que otro punto importante es “la creación de un órgano a nivel nacional y con coordinación con Europa para la gestión de desastres naturales, epidemias y demás situaciones extraordinarias. Tenemos muchos ministerios pero poca coordinación para dar una respuesta concreta”.
Por otro lado, cree que es necesaria “la ruptura del fuerte oligopolio de comunicación e información que tiene este país”.
Estima también que es necesario “un programa y agenda de digitalización de la economía española de cara a la modernización del país y la llegada de importantes recursos desde la Comunidad Europea”.
Santiago Carbó: “Tras esta tercera ola o y si viene alguna más, las ayudas directas y los apoyos a la solvencia empresarial deben jugar un papel prioritario. Ya no basta con dar liquidez”
“Los fondos europeos son la gran oportunidad de los últimos 30 años. Hay que poder gastarlos bien y que permitan reforzar el crecimiento y bienestar de nuestro país a medio y largo plazo»
En cuanto a las reformas, cree que es necesaria la “financiación de las comunidades autónomas sin el desbarajuste actual. Incluyo aquí un tema muy sensible que es el de los fueros vascos y parece que nadie quiere debatir. La unificación de la fragmentación de los mercados nacionales, hoy divididos en diferentes estructuras y modelos dependiendo de la comunidad autónoma. Garantizar el acceso a la vivienda dejando atrás temas tan descabellados como las nuevas medidas que se quieren hacer sobre ocupación de propiedades. Crear plataformas y propuestas para que nuestras empresas ganen tamaño y por tanto competencias, internacionalización y acceso a créditos de una forma más fluida. La regulación de las nuevas empresas tecnológicas, algo que tiene que venir de la mano de Bruselas, no podemos ser quijotes en este aspecto. Mayor presencia de españoles en puestos de responsabilidad, seguimos muy mermados. Plantear una profunda reforma de nuestro sector turístico hacia modelos menos intensivos y más de valor añadido. Sigue siendo un sector tremendamente importante para nuestro país, y la sostenibilidad de las cuentas públicas, llevando a cabo una profunda remodelación del gasto”.
José Massa explica que la prolongación de la pandemia, con la tercera ola atacando con fuerza, está enfriando muy deprisa las perspectivas para 2021, alejando en el tiempo la esperada recuperación. “Desgraciadamente, las perspectivas no son muy halagüeñas en estos momentos, pero la situación es muy cambiante, en ambas direcciones, y es muy difícil hacer predicciones.
Creo que hay dos claves a las que prestar atención, porque sí están en nuestras manos: primero, gestionar con la máxima eficacia el proceso de vacunación masiva de la población. Tendríamos que ser capaces de vacunar al ritmo máximo que permita el suministro de vacunas, sin perder ni un minuto. Habría que asignar recursos suficientes a esta tarea (no solo ATS, sino lugares físicos donde vacunar, logística de transporte, procesos de aviso a los pacientes y, en general, organización adecuada y profesional de todo ello). Me parece que es un tema en el que los prejuicios ideológicos y las tonterías politiqueras de segunda división están haciéndonos perder un tiempo precioso. Miremos al presidente Biden: ha anunciado cien millones de vacunados en cien días. ¿A qué estamos esperando para fijar – y conseguir – un objetivo igual de ambicioso?
Segundo. Hay que ayudar a las empresas (y empleadores en general) que lo están pasando mal, para que no quiebren. Cada empresa que quiebra es un drama para los empleados que se quedan sin trabajo. Creo que hay que ser mucho menos tímidos en este terreno: después de casi un año de parón del consumo y de la inversión, hay muchas empresas al límite de su capacidad de aguante. Como empiecen a producirse cierres en cadena, el problema al que nos vamos a tener que enfrentar será enorme y de muy compleja solución”.
Fondos europeos
En cuanto a la gestión de los fondos europeos, dice que le “gustaría pensar que se va a hacer bien. De momento, lo que leo suena razonable, aunque habrá que ver cómo se materializa. Porque si se convierte en financiar proyectitos dispersos que estaban en la cartera de inversores privados, pues no estamos avanzando mucho. Sería, simplemente, un tradicional empujón keynesiano a la demanda. No está mal, pero sería una oportunidad perdida. La presencia del sector público debería servir para acometer proyectos verdaderamente transformadores.
Y creo que debería servir para reforzar la industria española. Los países que se han mostrado más resilientes a la pandemia han sido los países “industriales”. En España llevamos mucho tiempo postergando al sector industrial y quizá va llegando el momento de reforzar ese flanco, como hacen todos los países de nuestro entorno”.
José Massa: “En España llevamos mucho tiempo postergando al sector industrial y quizá va llegando el momento de reforzar ese flanco, como hacen todos los países de nuestro entorno”
“El principal problema económico que tiene España es el pésimo funcionamiento del mercado de trabajo. Mientras no lo arreglemos, va a ser muy difícil arreglar la sostenibilidad de las cuentas públicas o de las pensiones”
Santiago Carbó coincide en que el año ha empezado con muchas incertidumbres. “Aunque los mercados financieros son optimistas, todo depende del control de la pandemia y de la vacunación. Si se controla bien la pandemia a partir de marzo y se vacuna con mayor efectividad, podremos salvar buena parte del año para algo de turismo (que será aún bastante inferior al de 2019). Si no tenemos control sanitario, el crecimiento será decepcionante. Hoy las previsiones es que se crezca 6-7% pero ahora hay más dudas de si se podrá llegar a esa cifra por el mal comienzo del año con muchos cierres de comercio, hostelería, etc.”
En su opinión, la gestión de los fondos europeos, sin duda, es clave y son la gran oportunidad de los últimos 30 años. “Hay que poder gastarlos bien y que permitan reforzar el crecimiento y bienestar de nuestro país a medio y largo plazo. Espero que haya suficientes proyectos con contenido real a los que se destinen estos fondos que mejoren nuestra competitividad notablemente.
En cuanto a que reformas serían necesarias para activar la recuperación, indica que habría que volver “a una senda de déficit razonable, para lo que sería necesario una reforma de la Administración”. Reformas de las pensiones que permitan su sostenibilidad. Y no tocar reformas que han funcionado razonablemente bien (las de mercado de trabajo por ejemplo)”.
Para Santiago Carbó, sin lugar a dudas, es necesaria una mayor contundencia en las ayudas públicas directas a las empresas. “Tras esta tercera ola o y si viene alguna más, las ayudas directas (y los apoyos a la solvencia empresarial) deben jugar un papel prioritario. Ya no basta con dar liquidez (préstamos lCO). Los problemas ya no son de liquidez, son de solvencia y de consecuencias por los cierres y confinamientos. Eso sí, se debe apoyar solamente a empresas viables, a las que eran viables antes del Covid-19”.
En cuanto a si el Brexit es un problema más para España, cree que “el acuerdo del Brexit fue una buena noticia para todos y para España, por su relación tan especial con Reino Unido, también. Hubiera sido mejor que se hubieran quedado en la EU, pero el acuerdo permitirá una cierta normalización de la situación”.
El disfuncional mercado de trabajo
“El principal problema económico estructural que tiene España es su disfuncional mercado de trabajo. Con tasas de paro sistemáticamente por encima del 12%, y con un porcentaje alto y creciente de la población en situación de precariedad laboral, sostener lo contrario sería directamente mentir. Y creo que va siendo hora de que aceptemos que no se arregla con cambiecitos y con reformitas de las reformitas. Es un problema tan antiguo que requiere, éste sí, una revisión radical, porque simplemente no funciona, asegura José Massa.
Le sorprende enormemente que “no estemos atacando este problema en serio (¿de verdad que el principal problema es la ultra actividad de los convenios?). Parece como si no tuviéramos interés en arreglarlo.
Obviamente, la solución no puede ser una precarización absoluta del mercado de trabajo. Pero tampoco puede ser la protección absoluta de los que tienen un contrato fijo, a costa de todo lo demás”.
Insiste en que el principal problema económico que tiene España “es el pésimo funcionamiento del mercado de trabajo. Mientras no lo arreglemos, va a ser muy difícil arreglar la sostenibilidad de las cuentas públicas o de las pensiones”.
Para Miguel Ángel Bernal, el mercado laboral es algo que causa vergüenza. “No puede ser que este país esté a la cabeza del desempleo de los países avanzados, con especial incidencia entre la población más joven.
Añade que en cuanto al envejecimiento de la población, las pensiones y la dependencia, “hay proyectos pero no se acaba de concretar y tomar decisiones, algo que cada vez es más necesario”.
Señala que es necesaria una reforma seria de la educación “avanzando hacia un modelo de calidad, estable en el tiempo y con una visión de empleabilidad de nuestros jóvenes”. Incluye también “la necesidad de un formación continuada para incrementar las competencias y empleabilidad de la población activa”.