Sus Señorías / Luis Carlos Ramírez ■
La reforma exprés del Código Penal para suprimir el delito de sedición beneficiará a los líderes fugados como Puigdemont y Rovira y reducirá la inhabilitación a políticos indultados como Junqueras. El compromiso del presidente Sánchez para ‘normalizar’ la situación en Cataluña, es considerado una traición por PP, Vox y Ciudadanos. Según Feijóo es una ‘irresponsabilidad histórica’. El PSOE ve con preocupación el enfrentamiento de sus socios de coalición que teme se vuelva irreconciliable y afecte a las próximas elecciones. Iglesias reclama respeto a Yolanda Díaz por su proyecto personal y la vicepresidenta replica que Sumar es imparable y además no es de nadie.
El gobierno de coalición (Psoe y Unidas Podemos) acelera la supresión del delito de sedición –como prometió el presidente Sánchez– por el de desórdenes públicos agravados, con pena máxima de cinco años. La reforma exprés de seis artículos del Código Penal beneficiará a los líderes fugados del procés, como Puigdemont y Rovira y reducirá la inhabilitación de políticos indultados parcialmente, como Junqueras. El compromiso del ejecutivo para ‘normalizar’ la situación en Cataluña, es considerado por la oposición (PP, Vox y Cs) como una ‘traición’. Según Feijóo es una ‘irresponsabilidad histórica y una ‘moneda de cambio’ con el independentismo. Para el presidente de la Generalitat permitirá avanzar hacia el «fin de la represión» e incluso hacer posible la amnistía.
La ‘derogación’ de la sedición rebajará a un tercio la pena máxima de los procesados por el 1-O que pasará de 15 años a 5. La reforma de una ley orgánica como el Código Penal necesita una mayoría absoluta de 176 votos que el ejecutivo confía superar. Los socios del Gobierno buscan celeridad en su tramitación por el procedimiento de urgencia que podría resolverse antes de fin de año.
Guerra fratricida de Podemos
La animadversión entre el fundador de Podemos y su sucesora divide a la formación a siete meses vista de las elecciones municipales y autonómicas, provocando una lucha fratricida de inciertas consecuencias con las encuestas adversas. La ‘heredera’ que Iglesias designó en 2021 para sucederle en la dirección y en la vicepresidencia del Gobierno salta por los aires con serios avisos a la dirigente de la nueva izquierda, Sumar, cuya estrategia es priorizar las organizaciones civiles sobre los partidos en su plan de dar el salto electoral en solitario. El PSOE ve con preocupación las diferencias de sus socios de coalición que teme se vuelvan irreconciliables y puedan afectar al voto.
El ex secretario general de UP no sólo reclama «respeto» a Yolanda Díaz, sino que la avisa de la «estupidez» de pensar que le pueda ir bien en las urnas a costa del fracaso de Unidas Podemos. “Ay de aquel, o aquella, que se atreva a faltarle el respeto a la militancia”, proclama desafiante el errático ex dirigente que, a pesar de su espantada de la vida pública, se resiste a soltar las riendas del partido coaligado con el gobierno. Su sobreactuación, ya no mediática sino interna, dispara el rumor de su vuelta al primer plano político para marcar el rumbo a la formación en uno de sus momentos más complicados.
Sumar no es de nadie
Díaz ignora los ataques de su antiguo mentor y el intento de marcarle el territorio, mientras advierte que Sumar “no es completamente de nadie” y mantiene el calendario y la hoja de ruta de su proyecto que ya es “imparable”. La vicepresidenta asegura incluso que ‘no le debe nada’ a nadie, mientras el secretario general del PCE, Enrique Santiago, cree que ‘cada uno queda retratado’ por lo que dice.
Por si había alguna duda de la manifiesta e ¿irreversible? enemistad entre la cúpula podemita y la vicepresidenta primera, la formación morada se encargaba de hacer el más absoluto de los vacíos en su ‘Uni (versidad) de otoño’, tanto a Díaz como a su correligionario Alberto Garzón, a los que ni siquiera llegó a convocar. Podemos retira incluso la condición de ‘candidata’ a la ministra de Trabajo hasta que termine de organizar su formación. Sólo entonces “escucharemos su propuesta”, sentencia el co-portavoz del partido Javier Sánchez.
Nombramiento de ida y vuelta
La ‘sombra’ de la actual secretaria general de UP, Ione Belarra, advirtió ya a principios de año de su ‘equivocación’ al nombrar directamente a Yolanda Díaz en lugar de convocar primarias. En estos ocho meses le ha dado tiempo a comprobar las serias divergencias de estrategia en asuntos trascendentes como la guerra de Ucrania –en la que Díaz sigue apoyando a Sánchez incluso para el envío de armas–, la negociación de los Presupuestos –en los que la acusan de no luchar hasta el final en asuntos como vivienda, ley de familias o gasto militar– y la negociación del Poder Judicial –en la que la vicepresidenta primera llegó a aceptar el acuerdo con Feijóo para orillar a políticos/as jueces como Victoria Rosell–. Ahora, Iglesias exige ‘respeto’ a Díaz después de haberla hecho ministra e incluso vicepresidenta del Gobierno.
Primarias y rearme ideológico
El continuo retroceso en las encuestas incita a Podemos a establecer un rearme ideológico y de su militancia con el lema de ser una fuerza que no se deja ‘vencer’ ni ‘ceder’ ante las presiones. La macroencuesta del CIS sitúa a UP y sus confluencias en el 8,7% del voto autonómico –casi tres puntos menos que en las generales– muy alejado del 32,8% del PSOE. En paralelo, el proceso de primarias autonómicas se salda con escasa participación, 35.110 inscritos, apenas la cuarta parte del censo de 2021 (138.800). Listas únicas y candidaturas insuficientes son la tónica en la mayoría de territorios con proclamación de candidatos oficialistas, salvo Asturias, donde se impone la representante del sector crítico, Covadonga Tomé.
Lapidario
“Estoy a disposición del partido, pero me ocupa, y mucho, mi cartera de Industria»
Reyes Maroto (ante su posible designación como candidata socialista a Madrid).
Nombres Propios
Arrimadas resiste

Frente a quienes dan por acabada la formación liberal, la presidenta de Ciudadanos avisa de que en las próximas citas electorales irán a por todas “pase lo que pase”. Arrimadas hace frente a los continuos intentos de ‘opa’ por parte del PP –para ‘tapar el fiasco’ de Feijóo– y borrar la papeleta naranja de las urnas. Los últimos sondeos, que sitúan a Villacís hasta con tres escaños en Madrid y podrían condicionar la mayoría absoluta en la capital, darían la razón a la líder de Cs dispuesta a resistir hasta el final. En otras ciudades clave, como Valencia, Málaga, La Palma o Lugo, las encuestas también dan representación, igual que en Palencia, Ciudad Real y Badajoz donde la formación mantiene las alcaldías.
Marlaska, cuestionado

El ministro del Interior continúa cuestionado por la mayoría del arco parlamentario tras visionar las imágenes del asalto a la valla de Melilla que provocó 23 muertos antes del verano. Fiscalía y Defensor del Pueblo solicitan más imágenes de la tragedia sobre la que Unidas Podemos, ERC, Bildu, PNV y Compromís piden la comparecencia de Marlaska, junto a PP y Vox, incitando incluso a su dimisión o reprobación si ésta no les convence. La vicepresidenta Yolanda Díaz se suma al cerco de la oposición con la advertencia de que “con los derechos humanos no se juega”. El ministro asegura estar ‘tranquilo’, sin plantearse la dimisión mientras mantiene que su actuación fue acorde a la ley.