Crónica económica / José García Abad
Digan lo que digan las oposiciones políticas y los profetas apocalípticos, las medidas adoptadas por el presidente Sánchez frente a la inflación, especialmente las de la energía con el tope al gas y demás componentes de la “Excepción Ibérica” que se está abriendo camino en la Comisión Europea, están dando buenos resultados.
De acuerdo con los datos de Eurostat, España es el país en el que más se moderan los precios, y sólo el dato de Francia –7,1%–, donde ha crecido el IPC nueve décimas en comparación con septiembre, es más bajo que el español (7,3%). Entre los más inflados se encuentran naciones tan sensibles a este fenómeno como Alemania y los Países Bajos, donde la inflación alcanza el doble dígito, lo nunca visto en lo que va de siglo.
“De acuerdo con los datos de Eurostat, España es el país en el que más se moderan los precios, y sólo el dato de Francia –7,1%–, donde ha crecido el IPC nueve décimas en comparación con septiembre, es más bajo que el español (7,3%)”
El gobierno español prevé una inflación para 2023 del 4 o el 4,5 %, también menor que las previsiones de los demás países del Euro.
Lo nunca visto en España
Es un fenómeno insólito en la historia económica de España donde nuestro gran problema resultaba de que nuestra inflación era superior a los países de nuestro entorno, un diferencial negativo que disminuía nuestra competitividad en los mercados exteriores e incrementaba nuestro déficit comercial dificultando la financiación de nuestra economía, algo que también se ha superado desde que España ingresó en el euro.
Afortunadamente, la política monetaria ya no depende de las decisiones del Banco de España, sino del Banco Central Europeo donde España cuenta con un vicepresidente, el exministro Luis de Guindos.
El dato de la inflación en la zona euro es tres puntos y cuatro décimas superior al registrado en España, según el dato adelantado del INE (7,3%), y también supone un incremento de ocho décimas con respecto al 9,9% registrado en septiembre. El dato de octubre en la zona euro es un nuevo récord, después de registrar un 5,1% en enero; del 5,9% en febrero; del 7,4% en marzo y abril; del 8,1% en mayo; del 8,6% en junio; 8,9% en julio; 9,1% en agosto y 9,9% en septiembre.
La energía sigue registrando la tasa interanual más alta en octubre (41,9%, frente al 40,7% de septiembre), seguida de alimentos, alcohol y tabaco (13,1%, frente al 11,8% de septiembre), bienes industriales no energéticos (6%, frente al 5,5% de septiembre) y servicios (4,4%, frente al 4,3% de septiembre).
“Es un fenómeno insólito en la historia económica de España donde nuestro gran problema resultaba de que nuestra inflación era superior a los países de nuestro entorno, un diferencial negativo que disminuía nuestra competitividad”
Dolorosa y antisocial
La inflación, la desbocada que está sufriendo Europa y el mundo, debido a la invasión de Ucrania, es dolorosa y antisocial pues los más perjudicados son los más necesitados, y es un inconveniente para llegar a un pacto de rentas entre la CEOE y los sindicatos ante la negativa de la patronal a igualar los salarios con la inflación, lo que sí ha hecho Sánchez con las pensiones y con los funcionarios. Sánchez está demostrando que la política económica, la política en general, puede hacer algo para suavizar sus efectos.
Es de esperar que la guerra de Ucrania no se eternice y que la inflación vuelva a unos niveles razonables y hasta ahora deseables por parte del Banco Central Europeo (BCE) que la había situado en el 2 por ciento. Desgraciadamente, el BCE que había adoptado medidas acertadas en otros tiempos, cuando la inflación era de demanda, está respondiendo discutiblemente ahora con una fuerte subida de tipos sin tener en cuenta que la inflación actual es atípica, pasando por encima de la excepción bélica.