Crónica Mundana / Manuel Espín
En pocas semanas, las expectativas electorales de los candidatos a la Cancillería de Alemania en las elecciones han dado un vuelco, con la caída de la CDU, la hibernación de Los Verdes y el ascenso inesperado del SPD con un programa muy a la izquierda como el de Scholz. A principios del verano, la sombra del liderazgo de Merkel seguía siendo larga y cobijaba a Laschet, actual ministro de Finanzas del gobierno de coalición entre la derecha conservadora-centrista y socialdemócratas. Pero la imagen seria y rigurosa de este político de larga trayectoria carece de tirón, como se ha puesto en evidencia en el primer debate electoral, ganado según la audiencia por el candidato del SPD, que ahora aparece en primer lugar en las intenciones de voto de los sondeos; mientras, la CDU podría obtener su mínimo histórico, y Los Verdes perderían el protagonismo de los primeros meses de este año, cuando parecía que podrían alcanzar la Cancillería en un ejecutivo de coalición con socialdemócratas. Aunque ninguno de los candidatos tiene carisma por sí mismo.
“Diferentes combinaciones entre los tres principales candidatos a la vista de unas elecciones donde la derecha liberal-conservadora lo tiene difícil para la sucesión a Merkel”
Todas las combinaciones son posibles: la reedición de un ejecutivo CDU-SPD pero con los papeles cambiados y la Cancillería en manos socialistas; el SPD con los Verdes; incluso los tres juntos en un mismo gobierno… Cada cual puede ‘bailar’ con cualquiera puesto que no existen vetos entre los ‘partenaires’. Una de las dudas de los comicios será el futuro de los pequeños partidos, y si éstos entrarán finalmente en el Parlamento federal. La ultraderecha AfD ha visto cómo su discurso radical y xenófobo se desinfla a pasos agigantados y el ‘no’ a todo y el odio por principio no siempre sirve para ganar votos; los liberales siguen en el mismo alero que afecta a partidos de su ‘familia’, como Ciudadanos en España, que representan a la derecha liberal pero en Alemania tienen difícil distinguirse del gran partido conservador-democristiano CDU que, con Merkel en la Cancillería, ha desarrollado una política de centro, con medidas progresistas alejadas de la derecha tradicional y que ha formado gobierno con los socialistas. Por último La Izquierda, ‘prima hermana’ de IU, y a la que se le van los votos hacia Verdes y especialmente SPD porque su programa es coincidente en muchos aspectos. Excepto en el caso de AfD, con quien nadie está dispuesto a pactar –porque en Alemania funciona el ‘cordón sanitario’ contra la extrema derecha por parte de todos, empezando por los conservadores de CDU–, liberales e izquierdistas tienen escasa o ninguna posibilidad de entrar en coaliciones federales, aunque participen en gobiernos de Parlamentos y Ayuntamientos.
El resultado de las elecciones germanas es importante para la UE, el proyecto y las instituciones europeas. En el debate electoral tienen protagonismo los temas económicos –el impulso después de la crisis post-Covid– y energéticos, con un impulso a la descarbonización, el fin de los combustibles fósiles y de la era del petróleo, y medidas ambientales. No sólo bandera de la izquierda, sino también de la CDU.
Son decisivos los contenidos ambientalistas, en aspectos como la reducción o eliminación de los vuelos europeos reemplazados por el ferrocarril, que representa menor gasto energético, o el impulso decidido a las economías verdes y a las industrias sostenibles, en contenidos que hace todavía poco hubieran parecido utópicas, pero que a partir de ahora se asumirán por la primera potencia europea.
“Los partidos coinciden en priorizar la digitalización económica y la lucha contra el cambio climático”
El impacto de la campaña electoral y el resultado de los comicios en la UE es manifiesto, en aspectos como la política migratoria y de acogida; y especialmente las actuaciones contra los ‘disidentes’ del bloque, fundamentalmente Hungría, Polonia y otros Estados radicalmente contrarios a recibir refugiados, anclados en discursos ultranacionalistas y arcaicos, y con un pie fuera del modelo europeo actual. Todos los candidatos alemanes coinciden en priorizar la digitalización y la lucha contra el cambio climático. El matiz: SPD y Verdes defienden la subida de impuestos a los más ricos para compensar el aumento presupuestario tras la crisis de la pandemia. En línea con Biden, contrario a las rebajas fiscales a millonarios de la presidencia de Trump. Parte de ese déficit se cubriría con más presión fiscal a los verdaderamente ricos.