Crónica Económica / N. D.
‘Filomena’, el precio de la luz, la primera subasta renovable en tres años…el año 2021 ha comenzado ‘caliente’ en lo que a energía se refiere. Tras la puja por MW eólicos y fotovoltaicos del pasado 26 de enero, con gran éxito de participación, Capital Energy se convirtió en una de las grandes triunfadoras de la subasta con 620 MW de eólica, junto a X-Elio, adjudicataria de 315 MW de energía fotovoltaica. En líneas generales el sector se ha mostrado satisfecho, lo que no significa que no tengan quejas.
“La Asociación de Empresas de Energía Renovable (APPA) reclama al Gobierno subastas específicas por tecnologías, diferenciando los proyectos por tamaño, y conociendo de antemano el calendario de las próximas convocatorias”
En la jornada ‘Lecciones aprendidas de las Subastas Renovables’ organizada por APPA, la Asociación de Empresas de Energías Renovables, su director general, Jose María González Moya, reclamaba al Gobierno que las futuras subastas de capacidad ‘verde’ sean «específicas por tecnologías». De lo contrario, ha dicho, llevará «a una acumulación de proyectos que podrían dificultar la operación y gestión del sistema». En román paladino: que hay riesgo de burbuja y muchos proyectos no llegan a hacerse.
Adicionalmente a la reclamación de subastas por tecnologías, desde APPA Renovables se ha defendido la necesidad de diferenciar los proyectos según el tamaño y, además, conocer con antelación el calendario de las siguientes porque, si bien, hubo concurrencia en la recién celebrada, todo el mundo se queja del poco tiempo para preparar sus ofertas.
Pero la petición más importante, y de hecho fue una constante en las ponencias de todos los participantes en la jornada fue la necesidad de una estrategia en almacenamiento. Pues mientras lo pedían, el Consejo de Ministros aprobaba, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Estrategia de Almacenamiento Energético, con la meta de alcanzar los 20 gigavatios (GW) en 2030 y los 30 GW en el horizonte de 2050.
“El Consejo de Ministros ha aprobado, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Estrategia de Almacenamiento Energético, con la meta de alcanzar los 20 gigavatios (GW) en 2030 y los 30 GW en el horizonte de 2050”
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, aseguró que esta estrategia forma parte «de la arquitectura» en la que trabaja el gabinete dirigido por Teresa Ribera y subrayó que representa «un paso más para hacer real y viable la estabilización de los precios de la luz en el medio plazo». «Hoy se empiezan a poner esos cimientos para que haya una fórmula de almacenamiento de esa energía renovable que pueda entrar y hacer frente a las brechas que puedan surgir en un momento determinado, y que se almacene cuando haya excedente para tenerla reservada en los momentos que más se necesita o cuando haya déficits de generación por la situación del viento o por las situaciones climatológicas», dijo.
En este sentido, el documento, que ve la luz tras superar el trámite de consulta pública al que fue sometida el pasado mes de octubre, identifica y analiza los retos, define las medidas para su efectivo despliegue, evalúa las oportunidades y cuantifica las necesidades”. O sea, un primer paso.
Según la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, la Estrategia identifica «un abanico muy amplio de tecnologías de almacenamiento», entre las que Ribera ha citado las centrales de bombeo, las baterías, las centrales termosolares y los supercondensadores.
En realidad, ya hay algunas empresas con proyectos concretos. Por ejemplo, la filial de Iberdrola en Reino Unido, Scottish Power Renewables, ha adjudicado a Ingeteam el suministro del mayor sistema de almacenamiento de energía con baterías de ion litio del grupo energético, que actuará como respaldo del mayor parque eólico terrestre del Reino Unido, Whitelee, cercano a Glasgow.
En España, en 2019 i-DE, la compañía distribuidora eléctrica de Iberdrola inauguraba en Caravaca de la Cruz (Murcia) el primer sistema de almacenamiento de energía eléctrica con baterías de ion de litio para redes de distribución en España.
“Según la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, la Estrategia identifica «un abanico muy amplio de tecnologías de almacenamiento», entre las que Ribera ha citado las centrales de bombeo, las baterías, las centrales termosolares y los supercondensadores”
La estrategia promovida por Ribera cuantifica las necesidades de almacenamiento para contribuir a la descarbonización del sistema energético en coherencia con lo previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030 y con el objetivo de neutralidad climática antes de 2050, incluyendo el aprovechamiento de la energía disponible en el parque de vehículos eléctricos (26 GWh anuales para 2030), la capacidad adicional de almacenamiento detrás del contador (con un mínimo de 400 MW en 2030), así como el almacenamiento a gran escala que aportan las centrales termosolares.
El documento contempla disponer de una capacidad total de 20 GW en el año 2030, contando con los 8,3 GW de almacenamiento disponible hoy en día, y de unos 30 GW de almacenamiento en 2050.