Crónica económica / José García Abad ■
Estoy convencido de que José María Álvarez-Pallete es un buen gestor y que acierta al poner el énfasis en el avance tecnológico potenciando la compañía en redes, fibras y demás. Sin embargo, no consigue que el accionista premie sus esfuerzos. No lo ha conseguido en el primer mes del año, cuando las acciones del resto del Ibex han subido con fuerza, casi un 10%, mientras Telefónica, con un puñetero incremento del 1,7%, ocupaba el penúltimo puesto, sólo por debajo de Iberdrola, que se limitó al 0,9% de subida. Al tiempo que rozaban el cielo IAG y Meliá.
“Estoy convencido de que José María Álvarez-Pallete es un buen gestor y que acierta al poner el énfasis en el avance tecnológico potenciando la compañía en redes, fibras y demás. Sin embargo, no consigue que el accionista premie sus esfuerzos”
Álvarez-Pallete prodiga sus intervenciones en los más diversos foros, como en el de Davos, donde emitió un brillante discurso; en South Summit Madrid; en EnlightED, el mayor foro mundial de educación, tecnología e innovación, etc. Sin embargo, rara vez se refiere a las cotizaciones de una empresa que fue la primera en capitalización bursátil con 100.000 millones de euros en 2007 (ahora de unos 19.400 millones de euros) con una acción que llegó a valer 22 euros cuando ahora le cuesta con sudor y lágrimas superar los cuatro.
Espero ansioso la explicación del presidente, consejero delegado de la compañía y presidente de su fundación, que presentará sus resultados del cuarto trimestre de 2023 el próximo 23 de febrero.
La Bolsa le quita el sueño
La Bolsa le quita el sueño. Con la compañía marchando a toda máquina, la acción no acompaña, convertida en una de las más castigadas, dando lugar a molestas comparaciones con la época de Alierta.
En una intervención en el Fórum de la Universidad de Deusto, Álvarez-Pallete trataba de quitar hierro al asunto argumentando que “los mercados tienen una percepción del sector donde las inversiones en fibra, la compra de espectro y una regulación que marca un ritmo deflacionario penalizan su valor”. En este sentido, señaló que su estrategia ha sido la de invertir fuertemente en redes de última generación, lo que hace a Telefónica mucho más fuerte. “Estamos construyendo –aseguró– una compañía para los próximos 20-30 años y así lo hemos intentado explicar”.
En su entorno nos reconocen que sufre mucho por la cotización, pues son muchos los inversores que han apostado por la acción y él comparte su sufrimiento. Sabe que Telefónica, las reverenciadas ‘matildes’ de antaño, es fuente básica de la renta de muchas familias, de millones de inversores. Está convencido de que está haciendo todo lo necesario y que va a resultar. Trabaja firmemente para elevarla, pero también piensa a largo plazo. Está empeñado en un delicado equilibrio entre la cotización del momento, pero también en su fortaleza futura. Telefónica cumplirá cien años en 2024. Pallete asegura que trabaja para que cuando cumpla 150 años sea más fuerte que cuando cumpla los 100 y que esté preparada para otros 100.
“Espero ansioso la explicación del presidente, consejero delegado de la compañía y presidente de su fundació,n que presentará sus resultados del cuarto trimestre de 2023 el próximo 23 de febrero”
Es una vieja dama que sigue manteniendo su prestancia a sus cien años de edad con 350 millones de clientes, en presencia mundial y con un potencial técnico impresionante. Es la número uno en el mayor mercado de Latinoamérica, que es Brasil; la teleco que más clientes de móviles tiene en Alemania, un mercado fundamental; la que más clientes tiene en el Reino Unido. Representa entre el 0,5 y el 1% del PIB de los países en que trabaja; genera 1,4 millones de empleos; pagan más de 1.000 millones de euros en impuestos en distintos países.
A su presidente le gusta presumir allá donde va de que España tiene más conexión por fibra de internet que la suma de la que tienen Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Portugal. Suele decir que la fibra representa en la revolución digital que vivimos ahora lo que representaron en la revolución industrial del siglo XVIII los ferrocarriles y las máquinas de vapor, y que Telefónica es un impulsor del proceso.