Cultura & Audiovisual / Equipo Lux
Las salas de cine han vivido el peor año de su historia a partir de marzo de 2020, en una etapa que ahora empieza a remontar, una vez que desde mediados de mayo vuelve a celebrarse la sesión de noche. En esta etapa tan difícil, el negocio audiovisual se ha visto obligado a acentuar su reinvención en un proceso que viene de antes de la pandemia. En muy poco tiempo, el sector, tanto desde la perspectiva de la producción, como de la distribución y la exhibición, ha sufrido un vuelco espectacular con la aparición de las plataformas. Nada se parece a hace veinte, diez o cinco años atrás. En estos momentos las empresas necesitan desarrollar su actividad en todos los campos de la industria, con diferentes vías de explotación. En 2009, Adolfo Blanco, un burgalés afincado en Barcelona que había pasado por otras compañías distribuidoras, puso en marcha la distribuidora Acontracorriente, inicialmente centrada en películas independientes, principalmente francesas, dirigidas hacia un público familiar y de clase media.
“En la nueva etapa hará mayor inversión en contenidos”
En esa primera etapa consiguió traer a España ‘Intocable’, que se iba a convertir en un éxito de campanillas, haciendo 16 millones de euros en salas de cine; vendida posteriormente a otras ‘ventanas’ de exhibición; en sus pases en abierto en la pequeña pantalla encabezó también la audiencia. Con el tiempo, esta marca amplió su espectro temático, con títulos de otros países, incluso norteamericanos de producción independiente, y de los más variados géneros, aunque valorando la importancia comercial de la temática ‘feel good’ en un amplio sector de público. Durante este tiempo, ha vuelto a marcar territorio con otros títulos que funcionaron bien en taquilla como las dos partes de ‘¡Dios mío, pero qué hemos hecho!’, títulos de animación como ‘Ballerina’, o la comedia española ‘El mejor verano de mi vida’.
A la vez, amplió su actividad en distintas áreas. En la actualidad gestiona cinco complejos de salas, los Verdi Conde Duque en Madrid (tres salas, que antes eran cuatro al cerrar el de Goya porque los propietarios del local lo vendieron a una cadena de supermercados) y Barcelona (dos) con un total de 4.000 localidades. Mientras, se expandieron en el terreno primero del DVD y Blu-ray y ahora en el del ‘streaming’, con más de 1.500 títulos en explotación, dentro de los géneros más variados, además de convertirse en proveedores de contenidos para las cadenas de televisión, tanto en abierto como de pago. En paralelo, Acontracorriente ha pisado cada vez más fuerte en el terreno de la producción, primero de forma minoritaria, y luego con una mayor presencia, especialmente a partir de ‘La librería’ de Isabel Coixet.

En 2019, gracias a su distribución de ‘El mejor verano de mi vida’, producción de Secuoya, vino a mostrar que una independiente española podría hacer un éxito de una comedia española sin necesidad de ser distribuida por la sucursal de una ‘major’ de Hollywood. En 2015 entró en otro terreno: el rescate de películas españolas importantes pero mal tratadas o bien olvidadas, con el sorprendente éxito de la versión restaurada de ‘El mundo sigue’ (1962) de Fernando Fernán Gómez, que en el franquismo no pudo estrenarse en Madrid; y estos días, con el homenaje a Berlanga de ‘La escopeta nacional’, a la que seguirá a finales de agosto ‘Moros y cristianos’, en versiones restauradas digitalmente, y que continuará por el rescate de varias películas de Fernán Gómez.
En la actualidad, la empresa de Adolfo Blanco es la primera distribuidora no americana en el mercado español por su índice de negocio, cubriendo todos los campos de la industria audiovisual. En los peores momentos de la pandemia buscaron resquicios para sostener la actividad, como las salas en ‘streaming’, o las promociones especiales para paliar el abandono de los espectadores. Su ritmo de estrenos no se detuvo pese a que la mayor parte de las compañías de Hollywood guardaron sus títulos para mejor ocasión dejando la exhibición en su mayor parte en manos de distribuidoras españolas.
Ahora el reto es la inversión en contenidos, tanto en distribución como en producción, y para eso se necesita capital. Este mes se ha hecho pública la entrada de la gestora de inversiones Suma Capital en el accionariado de Acontracorriente a cambio de la participación en el 40% de la empresa. Una situación que se produce en un momento en el que algunas pequeñas distribuidoras se plantean ‘tirar la toalla’ ante las dificultades del mercado. En una actitud contraria a la de la empresa de Adolfo Blanco, que busca ampliar actividad en todos los terrenos del negocio audiovisual.
“Se inició en 2009 como distribuidora y tuvo un inesperado éxito con ‘Intocable’, que logró 16 millones en las taquillas de los cines y ha liderado sus posteriores pases en televisión”
La búsqueda de títulos a través de festivales de cine y los precontratos con marcas extranjeras antes de ser rodadas o de estar acabadas, le ha permitido asegurar títulos competitivos para el mercado español, pero se hace necesaria la financiación para estar presente en todos los espacios, de la producción de contenidos a la exhibición.
En este terreno la marca ofrece dentro del mercado nacional el más amplio abanico temático, desde la película de autor al género de terror, y a su vez aspira a sinergias con grupos internacionales, y no sólo franceses, sin perder su identidad. Sin olvidar la distribución del cine español, este verano con dos comedias que aspiran al tirón de público: ‘García y García’ (Ana Munugarren) que reúne a José Mota, Pepe Viyuela y Antonio Resines, y ‘Con quién viajas’ (Hugo Martín Cuervo) sobre el coche compartido a través de una aplicación, con Salva Reina y Ana Polvorosa.
El profundo cambio en las condiciones del mercado audiovisual impulsa la presencia en los más variados espacios, y las ‘ventanas’ más diversas. Una diversificación que obliga a una constante reconversión y adaptación para sobrevivir; situación en la que se hace necesario el dinero. La presencia de capital privado en el sector es la clave de esta operación, que podría repetirse en otras marcas si quieren salir adelante en un mercado donde las variaciones se están produciendo casi todos los días. Su objetivo: estar presente en las muchas y variadas líneas de negocio que van de la plataforma a la sala.