Cultura & Audiovisual / Equipo Lux ■
A lo largo de todo el año, la distancia entre Antena 3 y Telecinco, que empezó con un empate, tras el dominio indiscutible de la media mensual por el canal de Mediaset durante un largo periodo, no ha hecho más que crecer. Agosto fue un mes negro para Telecinco con sus datos de audiencia más bajos en mucho tiempo. La caída se achacó a que se habían acabado los espacios de telerrealidad, el verdadero filón de la cadena y su especialidad, y que la audiencia iba a remontar cuando se estrenara el siguiente. Éste ha sido ‘Pesadilla en el paraíso’, estrenado después de gran autopromoción en todos sus espacios. El objetivo era focalizar de nuevo la atención de los espectadores hacia ese programa, potenciado desde la totalidad de los magacines de la cadena. Sin embargo, Antena 3 guardó un inesperado cartucho: la emisión de ‘Padre no hay más que uno’, la película de Santiago Segura, registró un ‘share’ de 17,7% frente al 13,5 de ‘Pesadilla…’ que marcó 1.187.000 espectadores. No es un dato de desastre, pero sí otro indicador de que Telecinco no tiene tan fácil recuperar el liderazgo en la audiencia mensual, ni mucho menos.
“El primer canal de Mediaset no ha logrado superar su crisis de audiencia en las primeras semanas de septiembre ni recortar distancias con Antena 3, casi imbatible con un 15,3%”
En los últimos meses, al contrario, sus apuestas ‘fijas’ le fallan. ‘Sálvame’ fue un imbatible en las tardes, con datos a los que ningún otro canal era capaz de hacer competencia. La pasada semana su franja ‘Sálvame sandía’ tuvo el jueves 843.000 espectadores y 9,8% de ‘share’, una cantidad muy por debajo del millón y lejos de los espectaculares datos de otros tiempos. ‘Sálvame’ ya no es el acorazado invencible y por vez primera la tarde de Telecinco empieza a significar un problema. De la misma manera que su ‘hermano’ ‘De Luxe’ está lejos de los datos de tiempos no todavía muy lejanos.
El problema de la última hora de la programación de tarde es que su arrastre o falta del mismo condiciona la audiencia del informativo de la noche, así Pedro Piqueras se ve incapaz de competir con el de Antena 3 de Vicente Vallés, con su tono habitualmente muy crítico contra el gobierno de Pedro Sánchez. Semana tras semana se comprueba cómo los espacios de Telecinco pierden fuelle respecto a la audiencia, confiando en la puesta en marcha de espacios de telerrealidad para recobrarla. Sin embargo, ‘Pesadilla…’ no ha sido capaz de lograr el dominio absoluto de la audiencia ante el inesperado gol de su rival. El temor es que pueda relativamente pinchar un espacio de esas características, y toda la programación se resienta de la misma falta de pulso. La crisis de programación en Telecinco se sigue viviendo estos días, con cambios constantes en los contenidos adelantados e inesperadas altas y bajas en la parrilla; lo que denota un claro nerviosismo de la cadena ante un situación que no logra mejorar.
Los indicadores vienen determinando un desgaste en el modelo de programación de Telecinco, en otros tiempos verdaderamente arrollador y sin competencia. El último jarro de agua fría lo está constituyendo el espacio de Rocío Carrasco, muy lejos del éxito de audiencia de la emisión de 2021. Mediaset quiso explotar el estreno de la nueva serie, ‘En el nombre de Rocío’, a través de su plataforma Mitele +, en el segmento de abono. Con ello ha quemado las novedades de la emisión en abierto. Todos y cada uno de los capítulos de la serie han sido vistos y comentados en otros medios tras estrenarse en Mitele, con lo que su emisión en abierto carece de novedades y aunque la hija de Rocío Jurado se sienta en el plató no se ha producido el milagro de audiencia de un año atrás.
Mediaset necesita de forma urgente ganar audiencia frente a Antena-3 porque un punto o unas décimas de retroceso mes a mes, tienen no sólo valor simbólico sino también económico, de cara a la contratación de publicidad y su valoración en bolsa. Hoy las cadenas aseguran a los anunciantes el número de espectadores que verán su anuncio; una merma de las expectativas de un programa fuerzan a repeticiones para compensar la cifra de espectadores. Se podría decir que Telecinco ha sido víctima de su propio sistema de programación, basado en espacios o segmentos que aparecen como un ‘continuo’ a lo largo del día, con programas dependientes de distintas productoras, entre las que hay constantes piques, roces y críticas entre colaboradores. Esa repetición antes exitosa ahora se convierte en una losa, percibiéndose la falta de variedad en un momento en el que ha dejado de ser novedoso el enfrentamiento entre colaboradores, o la focalización en ellos de su estrellato, desplazando a los ‘personajes famosos’ de antaño en favor de los colaboradores que hasta ahora son las estrellas del canal.
“El estreno de su nuevo espacio de telerrealidad, ‘Pesadilla en el paraíso’, tuvo que contentarse con un 13,5%, mientras alguno de los bloques de ‘Sálvame’ ha marcado por debajo de millón de espectadores, ‘De Luxe’ no remonta, y la serie de Rocío Carrasco carece de fuelle y novedades al haber sido emitida antes por Mitele+»
La repetición de contenidos y la sensación de ‘ya visto’ lastra la programación de la cadena, siempre muy viva y al filo de la actualidad, y Telecinco ha abusado de personajes y sus líos, empezando por los derivados de la familia de Rocío Jurado, y los dimes y diretes en torno al matrimonio de Ortega Cano, tema tratado de forma casi monográfica a lo largo de su programación. De la misma manera que se ha producido un agotamiento de las ‘estrellas’ creadas en sus magacines con el ejemplo del uso y abuso en torno a Anabel Pantoja como en otros momentos lo ha sido a las Campos. La ‘programación viva’ de Telecinco y sus abundantes magacines alimentándose de la telerrealidad que genera el canal pende de un débil hilo ¿Qué puede pasar el día que un espacio de ese género no tenga el tirón de los anteriores, y el resto de la programación se resienta?
No es extraño que dentro de los analistas del sector se hagan muchas preguntas sobre el futuro del estilo hasta hace poco exitoso y arrollador de Mediaset. En un futuro inmediato tendrán que tomar decisiones sobre el futuro de esos contenidos y la búsqueda de recambios, quizás más diversificados para salir al paso de su rival ahora imbatible, Antena-3, cuyo dominio de 2022 en la audiencia es indiscutible.