Luis Carlos Ramírez
Abascal no conseguirá el objetivo de desbancar a Pedro Sánchez de la Moncloa. El fiasco de la censura de la ultraderecha de Vox, esta semana, tan legítima como democrática, no significa que el bagaje del Gobierno quede inmaculado tras la errática estrategia para combatir la crisis sanitaria, la deriva económica, el enfrentamiento territorial o las continuas afrentas de su socio de coalición. Las medidas extremas para controlar la pandemia encrespa el debate, igual que la controvertida reforma del poder judicial que PP, Cs y Vox consideran inconstitucional. El techo de gasto entra en el Congreso en espera de la presentación de los Presupuestos el 27 –O
La quinta moción de censura de la democracia esta predestinada al más absoluto fracaso al no contar prácticamente con ningún apoyo de la Cámara, por lo que su promotor y candidato alternativo, Santiago Abascal, no conseguirá el objetivo de desbancar a Pedro Sánchez de la Moncloa. El fiasco de tan legítima como democrática prerrogativa del líder extremista de Vox no significa, sin embargo, que el bagaje del presidente del Gobierno quede inmaculado después de la errática estrategia para combatir la mayor crisis sanitaria del último siglo, la deriva económica del país, el enfrentamiento territorial y las continuas afrentas de su socio de coalición que minan la credibilidad del propio Ejecutivo. A semejante panorama se añade un enconamiento político sin precedentes, azuzado tanto por PP como Vox, que sumado al radicalismo independentista dan como resultado el preocupante descrédito de las instituciones.
Legitimidad xenófoba y extremista
Los argumentos del candidato alternativo no van más allá de denunciar a un “Gobierno criminal”, incapaz de hacer frente a la pandemia, que ejerce el “totalitarismo y la arbitrariedad” en un momento difícil para España con la pretensión de dar un “golpe de Estado institucional” atacando la Constitución y la democracia. Lo que la Cámara examinará del aspirante a presidir el Ejecutivo, a pesar de todo, es su programa de medidas para hacer frente a la situación.
Sus 3,65 millones de votos y 52 escaños otorgan a Vox una legitimidad, no exenta de crítica, al postular controvertidas estrategias como la supresión de las autonomías, ilegalizar los nacionalismos, acabar con la inmigración ilegal, devolver competencias al Estado, rechazar las imposiciones comunitarias y fortalecer las fronteras e incluso Identificar el feminismo como enemigo natural de su proyecto. Con semejante bagaje, la bancada de la izquierda insiste en identificar a la formación como xenófoba, machista y anticonstitucional.
El republicano Rufián prevé un debate “salvaje”, mientras la socialista Lastra ve un “espectáculo de las derechas” para dirimir sus diferencias. Ni PP ni Ciudadanos secundarán la estrategia de su socio autonómico al rechazar el primero participar en “un circo” que puede dar “alas” a Sánchez, mientras el segundo la considera “inútil e inoperante” que llevara a la desunión del centroderecha.
El virus incendia el Congreso
Las medidas extremas para controlar la segunda ola de la pandemia también encrespan el debate de Sus Señorías. El ministro de Sanidad advierte de no bajar la guardia ante una “situación preocupante” y la oposición le reprocha utilizar el estado de alarma en Madrid como arma política, según Gamarra (PP), o de inventarse medidas arbitrarias, en opinión de Ball (Cs), por lo que Steegmann (Vox) le exige pedir perdón “de rodillas». El diputado Errejón critica la “irresponsabilidad fanática” de la comunidad madrileña, mientras la socialista Lastra denuncia el extremismo del PP por poner en riesgo a la población. Según Illa, “no es tiempo de provocación ni divisiones”, sino de arrimar el hombro.
Techo de gasto y reforma del CGPJ
La controvertida reforma exprés del Consejo del Poder Judicial, presentada por PSOE y Unidas Podemos para su aprobación antes de fin de año, provoca el rechazo de PP, Cs y Vox, que denuncian su inconstitucionalidad y un “mazazo sin precedentes” a la Justicia y la separación de poderes por el intento de controlar el órgano de los jueces. La iniciativa, que pretende “proteger a la institución” y sortear el bloqueo popular –según el Gobierno–, recibe también la dura contestación de tres de las cuatro asociaciones de la magistratura que, junto a la Asociación Europea de Jueces, la considera “un paso atrás” en la independencia judicial. El anuncio de la oposición de presentar recurso de inconstitucionalidad se complementa con la advertencia de saltarse los preceptivos informes de idoneidad del proyecto por parte del CGPJ, Consejo Fiscal y Consejo de Estado.
La Cámara debate el mayor techo de gasto de la democracia (196.097 millones, un 53,7% más), previo al envío de los Presupuestos la última semana de octubre, una vez ultimados los apoyos parlamentarios y tras un acto conjunto de Sánchez e Iglesias para ratificar la estrategia de coalición. Su tramitación parlamentaria se extenderá al próximo enero, lo que obliga a prorrogar las cuentas Montoro por tercera vez desde 2018. La revalorización de las pensiones será del 0,9% con un alza similar para los funcionarios públicos.
La Justicia se mueve
La Fiscalía del Tribunal Supremo analizará el caso Iglesias para proteger su independencia y dirimir los indicios contra el vicepresidente del Gobierno, tras el robo de la tarjeta telefónica del móvil de su antigua asistente en el Parlamento Europeo. La Fiscalía Anticorrupción de la Audiencia Nacional se opone a abrir una investigación contra el líder de Podemos. El Supremo cita como investigado también al diputado de Podemos Alberto Rodríguez por un presunto delito de atentado y lesiones contra agentes de la autoridad en Tenerife por el que solicita un año de prisión.
Lapidario
“La nueva ola del independentismo volverá cuando las condiciones sanitarias lo permitan”.
Mireia Vehi. Diputada de la CUP
Nombres Propios
Hemiciclo candente
Los debates en el hemiciclo se tornan cada semana más broncos, con reproches, enfrentamientos, insultos (“gamberro”, “dictador”, “antisistema”, “matón político”) e incluso abucheos que a duras penas controla la presidenta Batet. La disputa se dirime con sables dialécticos guardando la más estricta separación entre escaños, a excepción del Gobierno –apiñado en los 22 sillones del banco azul– aunque con mascarillas y algún guante de protección. Sus Señorías deben alzar la voz para tachar a Sánchez de “presidente fallido” con el que Casado no piensa pactar “nada”, mientras el presidente le tilda de liderar un partido antisistema que “ha dejado de ser de Estado” y de abrir la puerta a la ultraderecha con la crispación.
Casado “condena” la ‘caja B’ del PP
El Tribunal Supremo ratifica la condena al Partido Popular como beneficiario de la trama Gürtel, con la que se lucró mediante fondos ilícitos de una ‘caja B’, aunque matiza la inexistencia de responsabilidad penal pese a condenar a su antiguo tesorero, Luis Bárcenas, y a otros diez acusados. El presidente del PP reconoce los hechos como “condenables” al tiempo que reafirma su “compromiso total con la ejemplaridad”. Para Rajoy es una “reparación moral” aunque reprocha el acceso de Sánchez al poder con la moción de censura fundamentada en la corrupción.