N. Díaz
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha demostrado desde el principio que la sostenibilidad y la transición ecológica iban a ser bandera de su ejecutivo, ministra del ramo incluida. Ahora, y mientras colea la polémica de la nueva factura eléctrica con discriminación horaria, él ha apostado por pensar a lo grande. “Quiero que España se sitúe a la cabeza de la Unión Europea» como país productor de energía con el hidrógeno verde como materia prima, abogando por aprovechar el marco regulatorio «que ya se está gestando a nivel europeo» y ante el que el Estado español «ya ha lanzado su hoja de ruta» en lo que será una apuesta «clarísima».
Durante un acto de presentación en Toledo de un proyecto empresarial que Iberdrola y Cummins impulsarán en Guadalajara, Sánchez ha señalado que su intención pasa por hacer de España «un referente» en este ámbito, apuntando a la instalación de al menos 4 gigawatios de generación de potencia en 2030 a raíz del hidrógeno.
“La creación del polo industrial, a partir de la producción de hidrógeno renovable, impulsará una nueva industria de vanguardia en España, según ha remarcado Sánchez. ¿Y quien puede resistirse a trabajar por una nueva industria, cuando pareciera que no queda nada en el mundo económico que no sea puramente financiero?”
El Gobierno prevé que en 2030 al menos el 25% de la energía que se utilice en el ámbito industrial en España provenga de hidrógeno renovable, a lo que ha sumado la instalación de hidrolineras o adaptar esta potencia también a trenes de mercancías. En tres años, ha vaticinado, la potencia instalada en todo el territorio nacional podría llegar a los 600 megavatios al año. «Tenemos tarea, pero una extraordinaria ilusión por llevar a cabo este trabajo. Debemos generar una gran potencia de hidrógeno verde y hacerlo competitivo», ha señalado, apostando por hacer de España un país «exportador» de hidrógeno verde.
La creación del polo industrial, a partir de la producción de hidrógeno renovable, impulsará una nueva industria de vanguardia en España, según ha remarcado Sánchez. ¿Y quien puede resistirse a trabajar por una nueva industria, cuando pareciera que no queda nada en el mundo económico que no sea puramente financiero?
La intención es movilizar la colaboración público-privada. Con apoyo del sector público, la apuesta por el hidrógeno verde permitirá estimular a los inversores para movilizar hasta 8.900 millones de euros de aquí al año 2030. Según las previsiones del Ejecutivo, el hidrógeno verde representará en 2050 un tercio del combustible utilizado en el transporte terrestre.
En este punto, el líder del Ejecutivo ha considerado que el hidrógeno verde será un arma para complementar su estrategia de transición energética, algo que «va más allá de un simple cambio de modelo energético». Se trata, ha dicho, de la creación «de una nueva industria, de empleos, de actividad económica y de Investigación y Desarrollo», algo que además generará oportunidades «para todos los territorios» en su objetivo de conformar una transición «que debe tener el apelativo de justa» para avanzar en la cohesión territorial.
Esa hoja de ruta nacional presentada por Sánchez radicará, según ha explicado, en tres ejes de actuación, arrancando por normas regulatorias que han de ser «fundamentales» a la hora de «eliminar barreras administrativas» para atraer a inversores privados a este sector. Un segundo mimbre, según Sánchez, es el de aplicar medidas sectoriales, ya que desde la industria hasta la movilidad «precisan de políticas y medidas específicas que incentiven el uso del hidrógeno». Por último, en tercera instancia, medidas «trasversales» ante un panorama que coloca al hidrógeno verde como fuente de energía «poco conocida» y aún por desarrollar.
«Tenemos que darlo a conocer e integrarlo en planes de estudio y en Formación Profesional, donde ya estamos haciendo un extraordinario esfuerzo», ha afirmado Sánchez, agregando que hay «una contundente voluntad política de invertir en este sector».
“Para «comenzar con el desarrollo de esta energía”, hay que “ir a por todas”, razón por la cual en el punto número 9 de la estrategia a seis años se contemplan hasta 1.555 millones de euros de inversión”
El presidente ha incidido también en que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que canalizará en seis años los 140.000 millones de euros de ayudas europeas a través de 212 reformas servirán para acometer una modernización para la cual considera clave la colaboración privada y «de todas las instituciones». Ahora, para «comenzar con el desarrollo de esta energía», hay que «ir a por todas», razón por la cual en el punto número 9 de la estrategia a seis años se contemplan hasta 1.555 millones de euros de inversión.
Los expertos del sector creen que es en este “ir a por todas” donde radica lo novedoso de la apuesta porque en otras ocasiones España se ha quedado siempre en las medidas tintas en lo que a apuestas industriales se refiere.