Cultura & Audiovisual / Equipo Lux
La Corporación RTVE se propuso como uno de sus objetivos para la temporada de otoño remontar los bajos datos de audiencia de primavera-verano donde el ‘share’ de La 1 descendió a mínimos históricos. De momento, no lo ha conseguido con los nuevos espacios que entraron en pantalla. En el campo de la ficción, ‘Historias de Alcafrán’ no funciona como comedia rural, casi una versión de ‘Crónicas de un pueblo’ cuatro décadas más tarde, mientras ‘Hit’ se defiende con unos datos muy dignos en un día tan difícil como el lunes. Lo mismo que le pasa a ‘La hora de La 1’, que aunque mejoró los datos de la mañana sigue sin dar el subidón que se esperaba; con la presencia dentro de unas semanas de la tertulia presentada por Jesús Cintora se pretende entre en competencia con ‘Al rojo vivo’ de La Sexta. Ha sido más decepcionante el dato de ‘La Primera pregunta’ y de ‘Como sapiens’ que no llegaron a tocar el 6% de audiencia, una cifra muy tibia para lo que en principio se esperaba. Es significativo que la atención del espectador se fije en dos polos: ‘La isla…’ y ‘Patria’ (Telecinco) frente a ‘Madre’ (Antena 3), sin que La 1 tenga su ‘caballo ganador’ a excepción de ‘Masterchef’.
“Rosa María Mateo espera cerrar las cuentas del año con 50 millones de números rojos que atribuye a los efectos del Covid-19, el IVA y la revisión salarial a los trabajadores públicos”
La administradora única y provisional atribuye la pérdida de audiencia a la ‘tierra de nadie’ presupuestaria que vive el grupo. Donde hay un reto ineludible como el trabajo en la proyección digital de RTVE y su salida a un mercado que nada tiene que ver con el de la década anterior; estar en las plataformas y generar las suyas propias es imprescindible, pero para ello hace falta tomar decisiones de calado que ahora parecen imposibles de llevar a cabo por Rosa María Mateo y su equipo. En su nueva presencia mensual en la Comisión de Control Parlamentario la administradora vuelve a pedir que el Parlamento se ponga de acuerdo para desbloquear el proceso de selección de candidatos a formar parte del Consejo de Administración y a su vez de la futura presidencia de la Corporación. Un proceso que sigue en el alero, aunque desde el área jurídica de las Cámaras se pensó en un sistema para salir del punto muerto respetando la legalidad. Pero para eso hace falta un acuerdo político, por ahora inviable, cuando el PP no quiere perder la iniciativa que Vox trata de conseguir a cualquier precio, ni votos por su derecha, por lo que acentúa el tono de la oposición, con todos los temas sobre el tapete, del Covid a Torra. Como no parece fácil por ahora desbloquear el tema RTVE, la situación de provisionalidad tiene visos de prolongarse en el tiempo.
La Corporación prevé para 2020 un déficit de 50 millones, que atribuye al pago del IVA, la subida de sueldo de los trabajadores públicos y los efectos de la pandemia. Mateo dice que el grupo recibe mucho menos dinero hoy que en 2010; hace diez años su presupuesto era de 1.200 y ahora “no llega a los 1.000”. En el Senado comparó el déficit a anteriores ejercicios cuando estaban otros presidentes al frente de la empresa: 113 millones (2012), 135 (2014) , etc. Los actuales también están sometidos a la prórroga. La administradora pide un “presupuesto estable” para poder atender a los requerimientos del servicio público, que enumera, en lo que casi parece un programa de intenciones: infancia, cine español, emisión en otras lenguas oficiales del Estado, atender a espacios de todas las confesiones religiosas, educación, cultura, medio ambiente…De todos ellos el más urgente queda sobreentendido: la respuesta a los retos digitales, y la definición sobre el futuro de su presencia en ese mercado. Una cuestión inaplazable en la que cuanto antes TVE debe tomar sus propias decisiones. Desde una perspectiva que ya no puede ser realizada exclusivamente en clave nacional. Pero para dar esos pasos adelante hacen falta dos cosas: presupuestos y estabilidad interna, con un marco consolidado desde el punto de vista de sus órganos de representación, como el Consejo y la presidencia de la Corporación.
“Atribuye la caída de audiencia a la falta de financiación y a no haberse podido crear todavía un marco estable presupuestario”
La provisionalidad sigue atando a los medios públicos, hasta en un tema como la toma de decisiones, cuando RTVE sigue apareciendo en el fuego cruzado de la pelea política. Pensemos qué habría pasado si en su día TVE decidiera coproducir con una plataforma como HBO o emitir una serie como ‘Patria’,lo que se habría dicho de la pública y las presuntas intenciones que se le atribuirían, o una como ‘Antidisturbios’, que ofrece dentro de unos días Movistar. Desde el punto de vista de los contenidos las públicas tienen más limitaciones temáticas que las privadas; y esto también hay que tenerlo en cuenta al analizar la innegable caída de la audiencia.