Cultura & Audiovisual / Equipo Lux
Década de los 90. Cuando empezaron a funcionar las televisiones privadas era frecuente que pese a lo anunciado en diarios y revistas -entonces no existía internet- los programas no llegaran a verse porque los encargados de las parrillas cambiaban los contenidos para salir al paso de la competencia.
El juego permanente de alteraciones obligó a incluir notas en medios que «no se responsabilizaban de los cambios de contenido», a la vez que suscitó un debate sobre los derechos de los espectadores a conocer la oferta con tiempo suficiente. Como resultado, una normativa, quizás demasiado rígida, obligando a anunciarlos muchos días antes de ser difundidos, que finalmente se ha acortado a los tres días anteriores, como actualmente impone la reglamentación.
“La posible aprobación de una nueva normativa española y comunitaria permitiría cambiar contenidos sin respetar los tres días actuales de plazo”
Sin embargo, las circunstancias han cambiado de forma espectacular, con la presencia arrolladora de las plataformas y de la programación en ‘streaming’ y de las difusiones a través de internet, de abonos o de pago. En España, las televisiones comerciales en abierto que forman Uteca (Atresmedia, DKiss, Net, Real Madrid, Ten, Trece y Veo, habiéndose retirado años atrás Mediaset) pidieron al Gobierno a finales del pasado año que igualara en obligaciones a todos los operadores «para evitar la competencia desleal de las plataformas de compartición de vídeos», en temas como las prohibiciones a la publicidad sobre el juego, las regulaciones de emplazamiento de producto y patrocinio, así como la reducción de su aportación a cine y series españolas y europeas «habida cuenta de la obligación que estas deben cumplir a partir de ahora» al igual que las generalistas en abierto.
Ahora se abre un nuevo ‘melón’ con la posibilidad de que se aligere o se elimine la obligación de las televisiones en abierto de informar sobre sus contenidos de programación con esos tres días por delante. La Ley de Comunicación Audiovisual de 2010 será probablemente reemplazada por un nuevo texto habida cuenta de la transformación tecnológica y del mercado durante el periodo transcurrido, por una parte, y su impacto en Europa, con el Decreto 2018/1808 del Parlamento Europeo y la tendencia a incluir en obligaciones a las plataformas y otros medios que emiten por nuevas vías.
La Vicepresidencia Tercera del Gobierno y Ministerio de Economía ha elaborado un borrador de anteproyecto, del que podría deducirse una mayor elasticidad de los canales en abierto para competir con las plataformas de contenidos que pueden ser visionados fuera de horarios y de obligaciones. La duda es si esa mayor agilidad y una eliminación de adelantar contenidos dará lugar a una nueva fase de contraprogramación, como la que sucedió tras la aparición de las privadas en España; época en la que los anunciados en horarios estelares no siempre se cumplían, y los canales cambiaban sus avances para a última hora ‘neutralizar’ o salir al paso de los de sus competidores.
En los últimos tiempos el supervisor se ha interesado por esos cambios imprevistos en la programación. El fin de la semana de la gran nevada de ‘Filomena’ en la zona centro y otras del territorio español, Telecinco se vio obligado a cambiar formatos inicialmente anunciados desplazando ‘Deluxe’ de sábado a domingo, lo que finalmente ha dado lugar a una doble edición semanal, de sábado y domingo.
Como los magacines no están obligados a adelantar sus contenidos, y Mediaset apoya buena parte de su programación en los espacios en directo, tiene una ventaja respecto a las demás generalistas: los nombres de sus invitados se adelantan en otros contenedores de la cadena en las horas anteriores como elemento promocional. Esa rapidez y agilidad le permite contrarrestar contenidos de sus rivales, más atados de pies y manos, al carecer de la posibilidad de ‘fabricar’ espacios en directo tal y como hace Mediaset.
Un sistema que le ha permitido dar un vuelco en las audiencias, tras un mes de enero donde iba perdiendo el liderazgo del mes en manos de Antena 3, recurriendo al ‘filón Pantoja»: otro domingo más una nueva entrevista a Kiko Rivera el día 31 con la natural afluencia de espectadores de un culebrón que se extiende y explota de manera constante en su programación.
“Las generalistas en abierto quieren que todas las normas incluyan a las plataformas en ‘streaming”
Es comprensible que las televisiones deseen que se aligeren sus obligaciones ante la competencia de plataformas, internet y nuevas vías de explotación y difusión de contenidos. Pero hay enorme recelo por parte de los espectadores ante el riesgo de una vuelta al caos de la contraprogramación. En el terreno de los espacios en directo Telecinco ganará gracias a sus constantes magacines.
Tan sólo en el informativo TVE compite con sus servicios y 24 horas , que está de guardia todo el día, incluido fines de semana, mientras el resto tienen redacciones más reducidas, aunque produzcan contenidos informativos específicos para esas ediciones de jornadas festivas.
La tendencia a homologar condiciones entre teles en abierto y plataformas tiene ahora dos campos de trabajo. Por un lado, las obligaciones tributarias y económicas de estas últimas para dejar impuestos en los territorios donde obtienen beneficios y no en paraísos fiscales. Por otra, la liberación de ciertas obligaciones en lo tocante al avance de contenidos; tema en el que deberán presionar las asociaciones de usuarios de estos medios.