Crónica Económica / M. C. ■
La cercanía con Moncloa le está dando el mejor soporte para hacer negocios a Joseph Oughourlian, presidente de Prisa y propietario de Amber Capital, el fondo que ostenta el control de la editora de El País. Y es que Oughourlian ha entrado en el accionariado de Indra con un 4,1% del capital, lo que le convierte en el cuarto máximo accionista de la compañía -sólo por detrás de la SEPI, que mantiene el 25% del capital, el fondo de inversión Fidelity (9,8%) y el grupo de defensa SAPA (5%)- poco antes de la junta de accionistas de la compañía, que volverá a repartir dividendo después de varios años sin hacerlo. El presidente de Prisa ha vehiculado la inversión a través de Amber Capital, en una operación valorada en 75 millones de euros. Oughourlian ha servido de apoyo a la SEPI, en alianza con SAPA, para dar un vuelco al consejo de administración, cesando a los consejeros que se oponían a que el Gobierno ganara influencia y su presidente, Marc Murtra, asumiera funciones ejecutivas.
Moncloa empezó a jugar sus cartas en Prisa con la entrada de Miguel Barroso en el consejo de la editora de ‘El País’
La ‘operación Indra’ ha puesto de manifiesto que la unidad de acción entre Moncloa y la cúpula de Prisa es total.Moncloa empezó a jugar sus cartas en Prisa con la entrada de Miguel Barroso en el consejo de la editora de ‘El País’, y el movimiento empieza a dar sus frutos. La francesa Vivendi se disponía a ganar espacio ante las ganas de abandonar el capital de una de las grandes del Ibex, Telefónica. Pero el avance de Vivendi se ha frenado ante el poco entusiasmo que despertaba en Moncloa que la editora de ‘El País’ quedara en manos de capital extranjero y de perfil conservador. El contraataque ha consistido en la entrada en Prisa de Global Alconaba, la sociedad capitaneada por Andrés Varela Entrecanales, el productor de la docuserie de Pedro Sánchez. Con Barroso dentro de la compañía y con la complicidad de su nuevo vicepresidente, Rosauro Varo, el objetivo es que Prisa esté en manos españolas y con accionistas cercanos al PSOE.
Pero aunque se le pararan los pies a Vivendi, en Moncloa asumían que había que encontrar nuevos inversores para Prisa. De los bancos y grandes del Ibex que entraron en el accionariado del grupo en los tiempos de Juan Luis Cebrián –canjeando por acciones la ingente deuda de la que eran acreedores– ya sólo quedaban con participaciones significativas Telefónica y el Santander, deseosas de seguir los pasos de Caixabank y el HSBC, que hace tiempo que renunciaron a recuperar lo invertido y se marcharon de una compañía que lleva muchos años en números rojos. Prisa perdió 90 millones de euros en 2021, por los 121 de un año antes. Y su deuda asciende a 750 millones de euros, frente a los 680 millones de 2020. En esa búsqueda de inversores, entró en juego Miguel Barroso.
El que fuera primer secretario de Estado de Comunicación de José Luis Rodríguez Zapatero aterrizó en el consejo de Prisa hace algo más de un año, y en torno a él ha empezado a gravitar la unidad de acción con Prisa que Moncloa pretender articular. El último movimiento en el capital de Prisa lleva su sello y el de la otra pata de los ‘migueles’, José Miguel Contreras, cerebros del ‘zapaterismo mediático’ en la primera década del siglo y fundamentales también en la comunicación de la época Sánchez.
Hace poco se conocía que Telefónica arrancaba su plan de empezar a salir de Prisa con la venta de casi todo su paquete, el 7% de la editora de El País, a Global Alconaba, una sociedad que está liderada por Andrés Varela Entrecanales, productor de la docuserie sobre Pedro Sánchez, que retratará el día a día del presidente en Moncloa.
Varela Entrecanales es hijo de Manuel Varela, fundador de Prisa junto a la familia Polanco, y de Cruz Entrecanales, tía del actual presidente del Grupo Acciona, José Manuel Entrecanales. Además, Varela Entrecanales fue socio y directivo de Imagina, el holding fundador de La Sexta, impulsada en su día por Barroso y Contreras. Consumada la operación, que asciende a 50 millones de euros, Telefónica se queda con menos del 2% de Prisa. Entre los principales accionistas aparecen ahora, además de Alconaba y Telefónica: Amber Capital (29%); Rucandio, la sociedad de la familia Polanco (7,6%); el qatarí Jalid Thani Abdulá Al Thani (5,1%); y el mexicano Roberto Alcántara (5%). Con participaciones en torno al 4% aparecen Inverosas del Carso, el vehículo del magnate mexicano Carlos Slim, el Santander o el empresario mexicano Carlos Fernández González.
Tanta es la influencia del vicepresidente de Prisa, Rosauro Varo, que ‘Forbes’ le coloca entre los empresarios más influyentes de España
Junto a Barroso y Varela Entrecanales, el otro vértice del triángulo que ha dado pie a esta operación es Rosauro Varo, vicepresidente de Prisa desde principios del año pasado. Varo empezó muy joven en la noche sevillana y se hizo millonario con la venta de Pepephone, de la que era vicepresidente, a Más Móvil. Hasta hace seis meses, Varo era consejero de El Español y no faltan las informaciones que le conectan muy bien con la alta política española, especialmente con referentes del PSOE como el propio José Luis Rodríguez Zapatero y con el socialismo andaluz. Su madre es Amalia Rodríguez, una antigua dirigente del PSOE sevillano y exdiputada en el Parlamento andaluz y en el Congreso. Zapatero y Varo han coincidido en alguna fiesta de cumpleaños de otra persona muy cercana al expresidente, el consejero de Telefónica Javier de Paz. Además, se da la circunstancia de que Varo es consejero de Acciona, la compañía presidida por el primo del nuevo accionista de Prisa. Tanta es su creciente influencia, que Forbes le colocó el año pasado entre los empresarios más influyentes de España.