Crónica Económica / N. D.
Pese al contexto bélico, la alta inflación y los últimos coletazos de la pandemia, las aerolíneas son optimistas. Si no, no habrían hecho estas previsiones. Iberia, por ejemplo, tiene intención de recuperar este verano el 85% de la capacidad que ofrecía en 2019, siempre y cuando la evolución del contexto sociopolítico actual lo permita. En concreto, operará hasta 340 vuelos semanales de largo radio, 220 con América Latina y otros 120 entre Europa y el Atlántico Norte. La aerolínea alcanzará en Europa los niveles prepandemia y su filial Iberia Express incrementará su capacidad en Baleares y Canarias cerca de un 30% sobre 2019.
“Las compañías aéreas han programado en los aeropuertos de la red de Aena 215,6 millones de asientos para la temporada de verano, lo que supone un aumento del 1,6% con respecto a la programación final de cierre de temporada de verano de 2019, antes del inicio de la pandemia”
Estados Unidos será el país donde despliegue la mayor capacidad: en la temporada de verano pasará de seis a nueve destinos con más de 120 vuelos semanales entre España y Estados Unidos. A partir de junio, la aerolínea lanzará la ruta a Washington que anunció antes de la pandemia, a la que suma Dallas y la recuperación de San Francisco. Además, incrementa vuelos a Boston, Los Ángeles, Miami y Nueva York (Iberia se vuelca con EEUU: supera los 120 vuelos semanales). Recuperará también buena parte de las frecuencias que ofrecía en sus mercados principales de América Latina, y llegará ya a los 220 vuelos semanales en julio y agosto.
Los datos de AENA también van en esta dirección. Las compañías aéreas han programado en los aeropuertos de la red de Aena 215,6 millones de asientos para la temporada de verano, lo que supone un aumento del 1,6% con respecto a la programación final de cierre de temporada de verano de 2019, antes del inicio de la pandemia. Esta cifra es el resultado de los últimos ajustes realizados por parte de las compañías aéreas, que son habituales en las semanas previas al inicio de la temporada. En estos datos no se ha incluido la programación de vuelos con Ucrania y Rusia, que representarían alrededor del 1% de los asientos programados. En cuanto a los movimientos programados, éstos suponen algo más de 1,2 millones de operaciones comerciales, un descenso del 1,3% con respeto a la temporada de verano de 2019. Los aeropuertos desde los que más asientos se ofertan son Adolfo Suárez Madrid-Barajas, con más de 42,6 millones (95% de recuperación) y Josep Tarradellas Barcelona-El Prat, con más de 36,2 millones (90% de recuperación) en comparación con 2019. Los aeropuertos canarios registran el mayor incremento frente a 2019, con una mejora del 9% en plazas programadas por las aerolíneas, 31,5 millones de asientos. A la cabeza, Gran Canaria, con 8,5 millones, un 3% más; seguido de Tenerife Sur, con 7,3 millones, un 12% más; y César Manrique Lanzarote, con 5,6 millones, un 15% más.
También destaca el crecimiento previsto en los aeropuertos de Baleares: el Aeropuerto de Palma de Mallorca, con un aumento del 11% de los asientos programados (31,2 millones); Ibiza, con un 11% (9,3 millones); y Menorca, con un 40% (5,1 millones de plazas). Por zonas geográficas, en el mercado doméstico, la oferta de asientos se incrementa un 7%, con 69,3 millones de plazas con destino entre aeropuertos españoles, mientras que, en el mercado internacional, la programación de plazas baja un 1%, con más de 146,4 millones. Después de España, los países donde las compañías aéreas han ofertado un mayor número de asientos para la temporada de verano 2022 son Reino Unido, con 35 millones (-3%); Alemania, con 21,6 millones (-6%); e Italia, con 13 millones de asientos ofertados (+5%). Los datos generales para esta temporada de verano 2022 son positivos, pero el grado de incertidumbre sigue siendo elevado debido a factores como la evolución de la pandemia, el conflicto de Ucrania o la subida del precio del combustible. Por eso, tras la dosis de optimismo no pueden evitar la coletilla:” la programación de asientos y movimientos está siempre sujeta a cambios por parte de las aerolíneas”.
“No sólo son las aerolíneas las que programan un verano seminormal. Hace unos días, José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, revelaba que no se han producido cancelaciones por ahora y que la principal preocupación está en el repunte inflacionista”
No solo son las aerolíneas las que programan un verano seminormal. Hace unos días, José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, asociación que representa a las empresas más importantes del sector turístico revelaba que no se han producido cancelaciones por ahora y que la principal preocupación está en el repunte inflacionista. “Ha llegado para quedarse todo 2022. Las tensiones en los precios han disparado los costes operativos para aprovisionarse de energía o de alimentos y bebidas. La gran incertidumbre es si la subida de precios se va a poder trasladar a tarifas o bien va a ir contra los márgenes de las compañías”, recalcaba.
También Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat), que representa a 15.000 establecimientos hoteleros, ha tirado de optimismo para calificar cuáles son las perspectivas de la industria turística para este año. “Las búsquedas para Semana Santa están yendo muy bien, pero las reservas aún tardarán en llegar porque la gran mayoría son de última hora. Tanto la Semana Santa como el verano tienen muy buena pinta por el fin de las restricciones en Reino Unido, nuestro principal mercado emisor, como por el fuerte crecimiento de otros grandes mercados como Alemania, Francia, Holanda y Bélgica. Si en 2021 duplicamos las cifras de 2020, no tenemos porque no pensar que en 2022 podemos duplicar las de 2021”, recalcó durante la presentación del informe ‘Anual Hotel Monitor’, realizado conjuntamente junto al grupo cooperativo Cajamar.
Aunque visto lo visto no se puede descartar nada de un día para otro, lo cierto es que el sector turístico vuelve a hacer planes.