Crónica económica / José García Abad
Mientras indicadores de la economía real como el empleo y el consumo de electricidad nos ofrecen, debidamente cuantificados, la alegría de una sólida recuperación, los augures más prestigiados como el FMI o la Comisión Europeanos amargan la vida con augurios de caída, empeñados en desautorizar el optimismo de la vicepresidenta Calviño.
“La ventaja de las previsiones es que no gozan de buena salud. Su credibilidad, en lo que se refiere al PIB ha caído hasta el extremo que ha obligado al Instituto Nacional de Estadística a convocar a los sabios para tratar de conseguir un consenso científicamente aceptable”
La ventaja de las previsiones es que no gozan de buena salud. Su credibilidad, en lo que se refiere al PIB, ha caído hasta el extremo de que ha obligado al Instituto Nacional de Estadística a convocar a los sabios para tratar de conseguir un consenso científicamente aceptable. Participarán en la cumbre estadística analistas privados, economistas del Banco de España y altos funcionarios de la Dirección General de Análisis Macroeconómico del Ministerio de Asuntos Económicos, entre otros.
La caída de la credibilidad de los datos no ha afectado a la Encuesta de Población Activa que realiza el INE, el indicador más solvente y el más sensible económica, social y políticamente, cuyas cifras están golpeando a los pesimistas profesionales.
Las cifras referentes al tercer trimestre cantan que el número total de parados en España descendió un 3,59% respecto al trimestre anterior. Se han registrado 20.030.999,9 personas ocupadas, lo que representa un aumento de 359.399,7 de personas comparado con el trimestre anterior, mientras el número de parados ha caído en 127.099,99 personas. En el último año, el paro ha bajado un -8,22%.
El número de jóvenes en paro menores de 25 años se situó en 524.100 de personas, con una reducción de 73.100 personas, una bajada del 12,24% en comparación con el trimestre anterior.
El número de afiliados a la Seguridad Social en términos desestacionalizados se situó en 19.771.613 personas en noviembre. Supone el nivel de afiliación más alto registrado en la serie y supera en 291.799 personas la cifra de ocupados de febrero de 2020, mes previo al inicio de la crisis sanitaria por el Covid-19.
Sube el consumo de electricidad
El mejor indicador en lo que se refiere al nivel de actividad es el consumo de electricidad, un ingrediente universal imposible de disfrazar.
La demanda eléctrica nacional del pasado mes de noviembre se estima en 21.517 GWh, un 4% más que la registrada en noviembre de 2020. Si se tienen en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la cifra es un 1,4% mayor respecto al mismo mes del año anterior.
“Las cifras referentes al tercer trimestre cantan que el número total de parados en España descendió un 3,59% respecto al trimestre anterior”
Si bien, comparada con un periodo previo a la pandemia (noviembre de 2019) y corregidos los efectos de la laboralidad y las temperaturas, la demanda de energía eléctrica nacional desciende un 2,3%.
No hay que olvidar que mientras crecen los temores a nuevos contagios no hemos superado en muchos aspectos los datos anteriores a la pandemia, como no hemos superado plenamente los niveles económicos anteriores a la quiebra de Lehman Brothers, inicio de la gran crisis financiera ámbito tan mundial como la pandemia del Covid-19.