Crónica Económica / M. C. ■
Adiós al buen rollo entre la patronal, el Ministerio de Trabajo y los sindicatos. Tras una etapa en la que el diálogo social consiguió numerosos acuerdos, muy relevantes, sobre los ERTE, la reforma laboral o el teletrabajo, por ejemplo, los salarios han terminado por agriar las relaciones entre la CEOE, de un lado, y CCOO y UGT del otro, con Trabajo alineado con las posiciones de los sindicatos. Antonio Garamendi ha enseñado el colmillo al Gobierno desde el arranque del año, criticando duramente medidas como las adoptadas para paliar los efectos de la guerra en Ucrania o la subida del salario mínimo. Y la situación no hace sino deteriorarse semana tras semana.
“Antonio Garamendi ha enseñado el colmillo al Gobierno desde el arranque del año. Y la situación no hace sino deteriorarse semana tras semana”
Esta semana, el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, acusaba a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, de “trivializar una vez más un grave problema para España como es el déficit de trabajadores”. Cuerva hacía estas declaraciones durante la clausura de la asamblea general de Cepyme, un día después de que Trabajo se reuniera con los agentes sociales para abordar las más de 100.000 vacantes de empleo. La conclusión del ministerio, para pesar de la patronal, es que no hay un problema estructural de carencia de mano de obra en el mercado de trabajo, sino que en algunos sectores, como la hostelería, hay bajos salarios y condiciones de jornada penosas.
Lo expresaba en rueda de prensa el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey. En su opinión, en el mercado laboral español no hay un problema generalizado de vacantes sino que está localizado en algunos sectores como la construcción, la agricultura, el transporte o la hostelería, donde ha aconsejado “pagar adecuadamente”. Tras reunirse este lunes con patronal y sindicatos para analizar este tema, Pérez Rey también ha señalado que en España no se está dando un fenómeno similar a lo ocurrido en Estados Unidos con la renuncia de millones de trabajadores a sus puestos de trabajo, la denominada “gran dimisión”.
Según el secretario de Estado de Empleo, en esta primera reunión todas las partes han coincidido en que en España “no hay un problema generalizado de mano de obra” y que está ceñido en algunos sectores y territorios. En este sentido, ha apuntado a la construcción, el campo o la hostelería, en este último caso especialmente en territorios del litoral, donde los precios de los alquileres, ha ejemplificado, impiden poder vivir con los salarios ofertados. “Algunos convenios de hostelería están por debajo del SMI en localidades donde el alquiler es de 1.400 euros”, ha apuntado Pérez Rey, que ha aconsejado “pagar adecuadamente” y respetar descansos y derechos laborales para que este problema de mano de obra “se esfume como la espuma”.
Los secretarios generales de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Pepe Álvarez, han defendido el pasado miércoles que decir que la falta de trabajadores en sectores como la hostelería se debe a los bajos salarios “no es simplismo ni demagogia”, sino que es una realidad contrastada. “Es la puñetera verdad”, ha espetado Sordo, en declaraciones a los medios antes de asistir a una concentración frente al Congreso para exigir al PSOE que no recorte el fondo de compensación a víctimas del amianto. “Sólo hace falta ver cuáles son las zonas con más dificultades para encontrar trabajadores, las más turísticas”, ha apostillado Álvarez, que ha señalado que en zonas costeras no sólo afectan los sueldos bajos, sino además los elevados precios del alquiler. Sordo ha especificado además que los puestos vacantes “no son tantos” -unos 100.000, ha dicho, dentro de un mercado laboral con 20 millones de personas afiliadas- pero que, en todo caso, “una parte importante tiene que ver con que las condiciones salariales son miserables, y a veces en términos de explotación”.
“Pérez Rey señala que el problema de vacantes está localizado en sectores como la construcción, la agricultura o la hostelería, donde aconseja “pagar adecuadamente”
Las críticas de Cuerva llegaban poco después de que el presidente de CEOE cargara contra el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, y exigiera que el Pacto de Toledo evalúe de nuevo si las pensiones deben subir con el IPC. “Hay una gente que es responsable, que es el Parlamento español, son los grupos políticos, es el Pacto de Toledo. Hay un comentario de la UE que está diciendo con toda claridad que hay que mirarlo y no vale poner parches y decir lo hago de esta manera o lo hago de otra, tengo elecciones pasado mañana, no las tengo…”.
Garamendi ha justificado el no haber llegado a un acuerdo salarial con los sindicatos para la negociación colectiva ni a un pacto de rentas. “Hemos llegado a 15 acuerdos en los últimos años, pero esto no se podía firmar por responsabilidad (…). No hay nada roto, pero en este momento es imposible cerrar un acuerdo y eso no es una buena noticia”, ha reconocido Garamendi, para recalcar que un pacto de rentas “significa que todo el mundo se tiene que apretar el cinturón”. Preguntado por el anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de que deflactará los tramos autonómicos del IRPF para contrarrestar los efectos fiscales de la subida de los precios y los salarios derivados de la actual coyuntura económica, Garamendi ha asegurado que la parece una medida “muy interesante”. Todo el mundo empieza a tomar posiciones de cara al ciclo electoral de 2023.