Crónica Económica / Ana Sánchez Arjona
A estas alturas de su mandato al frente del Banco de España, todos sabemos que Pablo Hernández de Cos no se muerde la lengua. En esta ocasión analiza los Presupuestos Generales de Estado, que acaba de presentar el Gobierno y que parece no le convencen, y da una serie de consejos al respecto al presidente del Gobierno y pone varios inconvenientes a las cuentas públicas.
Ha arrojado un jarro de agua fría sobre el proyecto. Y se ha mostrado contrario especialmente a dos de las grandes medidas incluidas en esas cuentas públicas: la revalorización de las pensiones y la subida del sueldo de los funcionarios en un 0,9%, como prevé el Gobierno.
“Señalaba, durante su intervención, que “hubiera sido preferible retrasar la introducción” de las nuevas tasas impositivas y la subida de otras ante la delicada situación económica que atraviesa el país”
En su intervención ha cuestionado prácticamente todos los frentes. Sobre todo, porque, dice, están asentados sobre unas perspectivas económicas que no se ciñen a la realidad actual
Recomienda al Gobierno de Pedro Sánchez que, en un momento como éste no recurra a la carga impositiva de empresas, autónomos y particulares, y por tanto «retrase» algunas figuras hasta que la situación económica sea «más robusta». Cos cree que el Ejecutivo debe elaborar un plan de ajuste de consolidación fiscal creíble a medio plazo para aplicar durante una década. Además, piensa que la evolución económica podría asemejarse en mayor medida a los supuestos recogidos en el escenario 2 del BdE, el más adverso, que contemplan una caída del PIB del 12,6%. Y, por último, cuestiona la subida de sueldos públicos y pensiones.
Así que el gobernador no comparte las previsiones económicas del Ejecutivo, muy por encima de las que la entidad vaticina.
Las cifras están infladas y el ingente plan de gasto no convence demasiado al BdE que además considera que no es momento para subir los impuestos a los españoles. Durante su intervención ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, donde ha señalado que «hubiera sido preferible retrasar la introducción» de las nuevas tasas impositivas y la subida de otras ante la delicada situación económica que atraviesa el país.
Hernández de Cos opina que «la recuperación económica en curso aún presenta evidentes síntomas de fragilidad y se encuentra sometida a considerables riesgos a la baja que no aconsejan un aumento generalizado de la presión fiscal en estos momentos».
Sueldos públicos y pensiones
También ha cuestionado la subida de los sueldos públicos y las pensiones, ya que los riesgos sobre la inflación en las nuevas cuentas «están sesgados a la baja», por lo que cree que esta previsión de una subida del 0,9% «superará claramente» la inflación final ya que augura que el IPC caerá a final de este año en tres décimas.
Ha señalado, además, que el plan de gasto previsto por el Gobierno incluye aumentos «muy significativos» y dice que el supuesto de ejecución plena de los fondos europeos y los multiplicadores del uso de estos fondos que asume el proyecto de PGE «parecen optimistas a la luz de la evidencia histórica y empírica». En concreto, ha apuntado que las cuentas prevén un aumento muy significativo del gasto total, en un 24%, y del gasto primario, en un 26%, con respecto al avance de liquidación de 2020.
“Recomienda no jugárselo todo a la carta de las ayudas europeas, teniendo en cuenta su carácter temporal, por lo que ve preciso que dichos recursos no se destinen a sufragar aumentos permanentes de gastos”
Por ello, ha recomendado al Gobierno no jugárselo todo a la carta de las ayudas europeas, teniendo en cuenta el carácter temporal de los fondos, por lo que ve preciso que dichos recursos no se destinen a sufragar aumentos permanentes de gastos, pues ello «no haría más que aumentar nuestro ya elevado déficit estructural«.
Respecto a las partidas sanitarias o de desempleo avisa del alto riesgo de desviaciones ya que los presupuestos prevén una caída del 2,5% en la compra de material sanitario tras haberse incrementado un 14% este año o que espere un descenso del 36% en los gastos por desempleo, muy afectados este año por los ERTE.
«En la medida en que la evolución epidemiológica de la pandemia plantea en estos momentos evidentes riesgos sobre la marcha de la economía, es posible que el gasto en estas partidas no pueda llegar a reducirse tanto como se prevé en el Proyecto de PGE». En este punto considera conveniente mantener los ERTE por un periodo más prolongado que el inicialmente estimado.
Así, y leyendo la cartilla al Gobierno, el gobernador del Banco de España inauguraba el desfile de altos cargos del Gobierno y otros organismos para presentar el Anteproyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2021 en el Congreso de los Diputados.