Cultura & Audiovisual / Equipo Lux
Desde hace años el tema de la ‘rueda’ es un cáncer que mina a la SGAE. Es un sistema que permitió en tiempo pasado que el 50% de las recaudaciones de televisión correspondieran a horarios minoritarios de madrugada, en los que se llegaron a incluir músicas de baja calidad, incluso arreglos sobre temas de dominio público, con la complicidad de algunas cadenas. Como en la SGAE los votos se obtienen según la recaudación, un grupo de beneficiados por el sistema llegaron a tener un enorme poder en la entidad. Las cosas empezaron a cambiar después de que las denuncias sobre el sistema de retribución llegaran a las más altas instancias. La actual junta directiva que preside Antonio Onetti se propuso cambiar un sistema que desangraba y desacreditaba a la más importante sociedad de gestión española y del ámbito hispano con 120.000 socios. El último golpe ha sido la convocatoria de la asamblea del pasado día 9, no presencial sino virtual, para la aprobación del nuevo sistema de remuneración a los autores que representa un golpe mortal a la ‘rueda’.
“La SGAE quiere acabar con la ‘rueda’… pero los géneros no mayoritarios corren el riesgo de percibir cantidades irrisorias de las televisiones”
En este último periodo se venía cobrando según las franjas de horarios de emisión relativo a pequeño derecho (la música) según porcentajes. Hasta las 2 de la madrugada (1,5), de 2 a 7 (0,6), De 7 a 12 de la mañana (1,5). de 14 a 20 (3,5) y de 20 a 00.30, es decir en horario de ‘prime time’, un 5. La propuesta de la actual junta elimina esos porcentajes y aplica dos únicos criterios: los datos de audiencia y la inversión publicitaria. Utilizándose los datos de Kantar respecto a las mediciones de espectadores y los de Infoadexrespecto a la inversión publicitaria. Por ahora, Kantar minuta 121 cadenas. Así se establecen coeficientes de audiencia media de cada cadena y hora, así como de inversión publicitaria para elaborar los coeficientes ponderados que se utilizarán para el reparto a los autores. Es decir, el factor más relevante es la combinación de datos ‘audiencia+inversión publicitaria’ para elaborar el correspondiente coeficiente. Del sistema queda fuera TVE, a cuyas cadenas se aplicará otro dato ponderado con distintas variables dado que no tiene ingresos directos por publicidad.
El sistema, nada sencillo por otra parte, y con fórmulas que deberán ser aplicadas a la remuneración de los autores integrados en SGAE, depende de los datos de Infoadex y Kantar. que pasarán a ser tan decisivos con sus sistemas de medición de datos. Al ligar las remuneraciones de los autores a la audiencia y la publicidad, un grupo muy representativo de artistas de géneros distintos al pop, como el flamenco, el jazz o la música sinfónica, se oponen al nuevo modelo, pues consideran que esas músicas carecen de posibilidades de escucharse en horarios de ‘prime time’, y que con el nuevo plan van a ganar mucho más dinero quienes ahora más tienen: las grandes compañías que están detrás de los contenidos más comerciales y unos pocos autores.
La implantación de esta propuesta ha dado lugar a otra bronca más en la larga lista de la SGAE, intentando por un sector que la asamblea convocada para el pasado jueves no se celebrara. Son características de esa entidad sus conflictivas asambleas con una gran pirotecnia verbal y gran tensión. Pero la pandemia ha impuesto el modelo virtual, donde las posibilidades de enfrentamiento aparecen atenuadas por el propio sistema de votación. La posición de Onetti y de quienes lo apoyan es que con este cambio se atiende a uno de los requerimientos del Ministerio de Cultura, tras el escándalo que en su día supuso el supuesto fraude de 100 millones de euros logrados por el sistema de la ‘rueda’, y la necesidad de adecuar las remuneraciones a las audiencias y a los ingresos por publicidad de las franjas donde se emiten. Pero el vuelco en la situación tiene el inconveniente de aquellos autores de contenidos no masivos y sin posibilidad de acceso a horarios de ‘prime time’ que pueden quedarse sin cobrar o percibir verdadera calderilla con el nuevo sistema.
La pandemia, con centenares de locales cerrados, ha hecho que las recaudaciones caigan hasta extremos desconocidos. Se hundieron en 2020 y 2021 con los cierres de cines, teatros y salas de conciertos, y no han logrado remontar todavía ni llegar ni por asomo a los 300 millones de recaudación de 2019. A día de hoy, el mayor porcentaje de ingresos de SGAE se obtiene de las televisiones en sus más variadas formas de emisión y explotación. Días atrás, la entidad anunciaba que Atresmedia había liquidado las cantidades que debía desde hacía dos años, y que en 2024 se negociará el nuevo acuerdo con el grupo de comunicación.
“Atresmedia ha liquidado la deuda que tenía con la entidad”
La entidad se enfrenta además a una competencia que antes no tenía, con nuevas sociedades que ofrecen menores porcentajes de descuento a sus representados. Una subida de los cobros que percibe la SGAE de las cantidades que recauda para los autores precipitaría la salida de socios hacia las nuevas marcas. La austeridad en la gestión debe ser una obligación. Pero la multiplicación de soportes y ventanas de emisión encarece la gestión y el control sobre el catálogo que se explota. Ahora, los datos suministrados tanto por Infoadex como por Kantar serán decisivos para las remuneraciones de los autores, bajo una fórmula aritmética que va a traer mucha polémica. La situación pone cada vez más de relieve el papel de las empresas encargadas del control de datos, pues de sus informaciones dependen muchos contratos con terceros, y a partir de ahora también lo que perciban los autores por sus obras.