Crónica Económica / A.S.A.
El dato que no cesa y no da tregua a pesar de que la interanual baja un poco, del 10,8% al 10,5%. Lo más preocupante es el incremento compuesto, tal y como lo denominan los expertos, en niveles del 71% anual en algunos alimentos o del 60,6% en la electricidad. Los alimentos ya perciben los efectos de segunda vuelta y únicamente, los carburantes dan un cierto respiro. Ante estos datos, la única opción es gastar menos, sobre todo en lo que no se considera imprescindible. Una receta estricta que a algunos hogares les supondrá mucho esfuerzo, más que a otros por supuesto, y que es difícil que le Ejecutivo puede soportar por mucho tiempo, a pesar del sostén que ofrezca a los más vulnerables.
«Una ayuda a las familias más vulnerables sería una opción con efectos muy positivos desde el punto de vista económico, según algunos expertos»
Y es que el precio de los alimentos subió de media un 13,8% en agosto, su nivel más elevado desde el comienzo de la serie que elabora el Instituto Nacional de Estadística, que comienza en 1995. La escalada de la cesta de la compra es inquietante porque en el caso de los hogares más vulnerables este apartado supone un peso mayor en su consumo global que en el caso de las familias con mayor poder adquisitivo.
Para intentar mantenerles al margen, en la medida de lo posible, economistas y el sector se muestran a favor de activar transferencias o cheque para consumir en productos de alimentación, porque consideran que es una ayuda directa y eficiente.
Pero esto no es fácil, ya que es muy complicado determinara quiénes son estas familias, como ha evidenciado la apuesta fallida de Escrivá del Ingreso Mínimo Vital.
En muchos casos, buena parte de los que tenían acceso hasta este ingreso pero no lo han solicitado por desconocimiento, enredos burocráticos, problemas para acceder a Internet o porque echan mano de la economía sumergida y esto podría levantar la libre y complicarles su forma de subsistencia.
De acuerdo con la última Encuesta de Población Activa, la del segundo trimestre, en nuestro país algo más de millón de familias tienen todos sus miembros en paro. Y están, además, los que ni siquiera perciben los ingresos mínimos para tener que rendir cuentas al fisco. Un colectivo del que en realidad se tienen muy pocos datos.
Una ayuda a las familias y hogares más vulnerables que no alterara las reglas de juego sería una opción que provocaría efectos muy positivos desde el punto de vista económico, según opinan algunos expertos que apuntan, además, que la sociedad estaba acostumbrada a comprar los alimentos a un precio muy bajo, lo que repercutía sobre los productores y sus márgenes que estaban en mínimos, en pérdidas sobre todo a raíz del elevadísimo incremento de los costes de producción que supuso la crisis energética a la que dio una vuelta de tregua asfixiante la guerra en Ucrania.
Si hablamos de la luz, en términos globales ha subido un 320%, aproximadamente, y esto ha impactado sobre los productos que utilizan los agricultores que se han multiplicado en algunos casos como el de los fertilizantes incluso por cinco.
El peso que supone para los agricultores el precio de los carburantes y otros elementos imprescindibles para realizar su trabajo y otros componentes, lleva a los analistas a pronosticar que, en los próximos meses, podamos ver tasas de inflación más elevadas en el caso de los alimentos, antes de que empiecen a bajar tal y como se espera y como se espera que suceda con la tasa general en el tramo final del año.
«El precio de los alimentos subió de media un 13,8% en agosto, su nivel más elevado desde el comienzo de la serie que elabora el INE»
A la idea de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de limitar los precios de una cesta de productos básicos la opinión prácticamente generalizada es que hay más peros que pros. Lo consideran un experimento, del que no parece ser partidario ni el propio Gobierno. Incluso el ministro Planas ha llegado a asegurar que las grandes distribuidoras pueden bajar precios pero no está claro si esto implicará que tiren del resto de la cadena
Pero la pregunta trascendental que está en el aire es si la inflación habría tocado en el mes de julio, cuando la tasa interanual se catapultó hasta el 10,8%. En este sentido los expertos reconocen que les ha sorprendido el porcentaje facilitado por el INE respecto al mes de agosto cuando los precios subieron en tasa interanual al 10,5% sobre todo porque se aleja del escenario que barajaban a principios del verano.