“El asalto al Capitolio debe servir de lección para Occidente, donde ningún país queda exento de la involución del populismo más radical para erosionar la democracia. El Parlamento español tampoco es ajeno a la crispación que ha llevado a cuestionar las instituciones, incluida la jefatura del Estado, con el rechazo ciudadano. Superado el primer año del gobierno de coalición y engrasada la maquinaria presupuestaria, los retos de 2021 son la prioritaria vacunación y la ayuda millonaria de Bruselas contra la crisis. Las elecciones catalanas –con indultos por medio y reforma de la sedición– aboca a una remodelación ministerial”
El asalto ciudadano al Capitolio de Estados Unidos es el mejor ejemplo de que la democracia continúa amenazada en cualquier parte del mundo. Lo peor es que tal involución o intento de golpe de estado social se incite por un presidente en el poder –Donald Trump–, arengando a la insurrección y poniendo en entredicho su sistema electoral. Lo ocurrido en la hasta hoy primera democracia del mundo debe servir de lección para Occidente, donde ningún país queda exento de la involución germinada desde el populismo más radical como raíz de la polarización.
Tampoco es ajeno el Parlamento español, ni mucho menos, a la crispación que ha llevado a cuestionar las instituciones, incluida la jefatura del Estado y la propia democracia. Para nuestros representantes políticos debe ser –hoy más que nunca– motivo de reflexión que la opinión pública lleve meses rechazando (y condenando) la polarización de la vida política española de la que algunos de sus propios representantes se sienten avergonzados. De ahí, la loable iniciativa del modesto grupo de diputados –Uriarte (Podemos), Guijarro (PSOE), Gutiérrez (PP), Giménez (Ciudadanos), Iñarritu (Bildu), Cañizares (Vox) y Capdevila (ERC)– para tender puentes de diálogo y comprensión que fortalezcan la democracia.
Recuperación, Cataluña y la Corona
Superado el primer año del gobierno de coalición y engrasada la maquinaria presupuestaria, los retos del primer semestre de 2021 no son otros que la prioritaria y polémica vacunación contra el virus para evitar la tercera ola de contagios y encauzar la ayuda millonaria de Bruselas con la que aminorar la crisis económica y social. El nefasto 2020 se despide con 360.000 empleos destruidos, 724.000 parados más y 755.000 trabajadores atrapados en los ERTE.
En lo político, tras el tensionado test electoral de Cataluña (14-F), Sánchez cerrará su primer acuerdo de Estado con Casado para remodelar el órgano de los jueces (CGPJ) y avanzará en las líneas esenciales de la “autorregulación de la Corona” –sin una ley específica– cuya pretensión es reforzar la institución y ponerla a salvo de quienes pretenden dinamitarla. A poco más puede aspirar el menguado bipartidismo (PSOE-PP) en cuanto a pactos institucionales, si el Gobierno continúa apuntalado por los votos independentistas que la oposición rechaza de plano. El presidente deberá estar diligente también para evitar que su socio le siga marcando la hoja de ruta y, lo que es peor, haciéndole bailar a un ritmo cada día más tensionado y polémico.
La reforma del Código Penal para descafeinar el delito de sedición, junto a la tramitación del indulto a los condenados por el ‘procés’, condicionarán –y mucho– la vida parlamentaria, además de la formación del nuevo gobierno de la Generalitat, si el socialismo catalán se suma a la ecuación para instaurar un nuevo tripartito catalán (ERC-PSC-En Comú Podem).
Remodelación ministerial
Otro frente que debe abordar el inquilino de la Moncloa es la remodelación ministerial tras la salida del gobierno de Salvador Illa y la previsible entrada del hasta ahora líder del PSC, Miquel Iceta, que podría ocupar la cartera de Administración Territorial, pasando su actual titular, Carolina Darias, a Sanidad. Todavía está por ver si Sánchez aprovechará la coyuntura para reforzar el gabinete con la crisis sanitaria y económica en ciernes, junto a las continuas tensiones con su socio de gobierno y la gestión manifiestamente mejorable de algunos de los ministerios. Tal es la situación de departamentos como Cultura (Rodríguez Uribes), Universidades (Castells) o Ciencia (Duque), a cuyos titulares la oposición considera ministros oyentes. De los eventuales cambios, o minicrisis, se salvarían los ministerios controlados por Podemos –según la formación– cuya potestad para su designación está más que pactada.
Actividad legislativa
En el plano legislativo, el Ejecutivo fija su prioridad en cerrar la Ley de Eutanasia en el Senado junto a las leyes de Cambio climático, de Infancia y Adolescencia y la Ley de Igualdad de las Personas LGTBI. Otras cuestiones en marcha son la renovación del Consejo de RTVE, la Ley de Vivienda para regular los alquileres, y la reforma de las pensiones y del mercado laboral que enfrentan a los dos socios de gobierno.
Encrucijadas de Casado, Iglesias y Arrimadas
El PP afronta el año con el calvario judicial que investiga su caja B y los presuntos casos de corrupción autonómica como ‘Lezo’ y ‘Púnica’, además de la investigación parlamentaria de la ‘operación Kitchen’. En Cataluña, refuerza sus listas a costa de Ciudadanos con los fichajes de su exdirigente y senadora Lorena Roldan, y la lugarteniente de Valls en Barcelona, Eva Parera, que dejan a la formación de Arrimadas en la peor situación para pasar del primer al cuarto lugar en el Parlament. Podemos encara el año con varios frentes judiciales y el recelo a un giro al centro de Sánchez sobre el que no bajarán la presión en asuntos que consideran sus señas de identidad: SMI, pensiones, la República…. El talón de Aquiles de la formación también pasa por las causas ‘Dina’ y ‘Neurona’ por presunta financiación electoral irregular.
Lapidario
“Las vacunas las paga el Gobierno de España. Sí, sí, el de Sánchez Castejón”
Pilar Cancela. Diputada socialista por A Coruña.
Nombres Propios

El ministro candidato
El clamor para que Salvador Illa deje el ministerio de Sanidad se extiende ya a toda la oposición y hasta sus socios de Gobierno (Podemos). Cuanto más tiempo continúe en el cargo, menor será la credibilidad del candidato socialista a la Generalitat sobre el que pesará la duda en la gestión de su departamento. La actitud de Illa, negando tres veces su vuelta a Cataluña incluso el día antes de ser designado, es rechazada incluso por sus rivales del Parlament, que ven con recelo su compromiso de crear una Cataluña «sin bandos ni bloques» que supere el «fanatismo intolerante» y ponga fin a la «crisis de convivencia.
Diputados contra la crispación
Siete diputados de las principales formaciones dan un paso para atajar la crispación y rebajar la tensión política de los últimos meses en el Parlamento, que rechazan los ciudadanos. A la iniciativa de Roberto Uriarte (Podemos-Bizkaia), se han sumado María Guijarro (PSOE-Bizkaia), Fernando Gutiérrez (PP-Melilla), Sara Giménez (Ciudadanos-Madrid), Jon Iñarritu (Bildu-Guipúzcoa), Inés Cañizares (Vox-Toledo) y Joan Capdevila (ERC-Barcelona), conscientes de que en el hemiciclo hay “demasiada sobreactuación y teatralización”. Su intención es crear un Intergrupo de Buenas Prácticas para mejorar las relaciones y buscar apoyos de la sociedad civil.