Cultura & Audiovisual / Equipo Lux ■
En estos meses de otoño los Teatros del Canal de Madrid proponen distintos espectáculos de danza contemporánea y nuevas artes escénicas como elemento de identidad de este espacio, que acoge al Centro Coreográfico Canal, un territorio de formación y creación de formatos como hip-hop, flamenco, ballet y danza contemporánea, dirigido por Blanca Li, a su vez responsable de la dirección artística de las salas. Con la programación de espectáculos españoles de alcance internacional y la presencia de varias figuras mundiales de estas disciplinas. Todos se verán por breves días en estas tablas.
“Abanico de espectáculos de danza contemporánea con primeros creadores que funden el movimiento escénico con la nueva creación musical y el vídeo”
‘Odissea’, que ha estado la semana pasada en este local, es el nuevo trabajo de María Rovira y Crea Dance Company, con coproducción de Teatros del Canal y del Mercat de les Flors de Barcelona. María (1963), formada en clásica, contemporánea y flamenco, que ha pasado por el Institut del Teatre de Barcelona, es una de las coreógrafas de mayor prestigio de España, ganadora del Premio Nacional de Danza en 1998. En 1985 Rovira fundaba en Mataró el grupo Tráfic Dansa, y a lo largo de los años se la ha visto al frente de nuevas iniciativas como Dance Company ubicada en el Maresme de Barcelona desde 2017. La coreógrafa ha firmado distintos espectáculos como ‘Los ballets de M. Rovira’, ‘Carmina Burana’, o el ‘Requiem’ de Mozart, además de su participación en la película de Icíar Bollaín ‘Yuli’ en torno al bailarín cubano Carlos Acosta. Rovira ha hecho coreografías para Acosta como las que mostraba en la película, y varias más para su compañía.
Ese flujo parcial con una identidad cubana-iberoamericana está presente en este nuevo espectáculo de 80 minutos de duración, en el que una parte de los componentes son bailarines formados en la isla caribeña. ‘Odissea’ se basa en el itinerario, el viaje, el desplazamiento… bajo diversas identidades: desde la de aquellos que se mueven por buscar nuevos espacios a quienes lo hacen por sobrevivir y encontrar mejores oportunidades, aunque se jueguen la vida en el mar. De ‘La odisea’ de Homero al barco-cáscara en el Mediterráneo hay un largo itinerario, pero también una base de identidades. María Rovira divide su obra coreográfica en diversos tiempos: el viaje, el triunfo, la victoria, las nuevas oportunidades, la esperanza…
Sobre un espacio escénico totalmente desnudo y oscurecido se proyecta un gran diseño videográfico de Carmen Gomila, uno de los grandes aciertos de la obra, con las propias figuras de los bailarines en tonos grisáceos jugando un gran papel respecto a las vibrantes representaciones reales que se desarrollan en el escenario. Ese doble juego vídeo-‘performance’ está conseguido, y se enriquece con la partitura de Eduardo Iniesta donde confluyen diferentes estilos: desde el sinfónico al ‘new age’, de la balada lírica a la percusión de cierta influencia caribeña. Rovira crea unas coreografías en acción extrema que exigen condiciones atléticas y grandes capacidades físicas a los ocho componentes, donde se entrelazan estilos diversos con un gran virtuosismo.
Una parte se corresponde a la danza acrobática y otra a una mirada poetizada donde está presente la llamada a la realidad, con los fragmentos de voces reales que entran en la acción, rompiendo con una versión idealizada del viaje: desgraciadamente no estamos en el mundo de la utopía, sino en una realidad donde muchos se tienen que jugar la vida para sobrevivir lejos de sus lugares de nacimiento. El trabajo es original y Rovira se apoya en unos bailarines de condiciones físicas excepcionales, en lo que supone un gran esfuerzo sobre las tablas.
“A lo largo de las próximas semanas se verán distintas producciones de disciplinas que exigen enorme preparación, gran capacidad física y sentido artístico integrando procedencias diversas”
En estos días y hasta finales de año, los Teatros del Canal darán nuevas oportunidades a espectáculos de danza, entre ellos: Antonio Ruiz con ‘Pharsalia’ (21-22 de octubre) desarrollada a partir de Lucano, ‘Metamorphosis dance’ con Iratxe Ansa, Igor Bacovich y CreAcción (29-30 de octubre), Compañía Sharon Fridman con ‘Experiment. Life in Pocess’ (3,4,5 de noviembre), la Compañía Nacional de Danza (1 al 8 de diciembre), el retorno de Oliver Dubois y su recomposición de ‘Tragedie, new edition’ (del 6 al 18 de diciembre), Blanca Li con ‘El cascanueces’ (21 al 30 de diciembre), entre otras producciones de referencia dentro de las artes escénicas del cuerpo en movimiento.
Buena parte de ellas se ven por primera vez en un escenario, al menos en España. Aunque Dubois y ‘Tragedie’ siempre generan expectativa, y ahora vuelven con una nueva versión a cargo de 18 ‘performers’. Pueden ejemplarizar la receptividad de parte importante del público hacia el contemporáneo, con aforos que se completan porque hay una nueva sensibilidad respecto a formatos que representan la invitación a la innovación.