Cultura & Audiovisual / Equipo Lux ■
Desde 2011 la Fundación Alternativas elabora de forma casi anual su informe sobre el estado de la cultura en España en cuanto a sus dimensiones económicas y de mercado. El último publicado correspondiente a 2022 se basa en datos de los últimos ejercicios bajo la influencia de la pandemia en todos los campos sociales y en el cultural. Según el ‘Global Screen Productions. The Impact of Film and Television and Productions on Economic Recovery from Covid’, el sector audiovisual genera en el mundo 14,2 millones de puestos de trabajo, de los que 9,8 pertenecen a sectores incorporados a la cadena de valor. Se considera que el audiovisual provoca un efecto económico multiplicador; sin olvidar su importancia simbólica y real como aportador de imágenes públicas en torno a sociedades y países, por lo que su influencia en la creación de ‘marca’ es decisivo. El informe de 2022 dirigido por Inma Ballesteros describe el creciente papel de las plataformas audiovisuales y la pérdida de interés de una parte de esa industria hacia el sector de la exhibición en salas, como el ejemplo de Disney que durante los meses más duros de la pandemia decidió apostar por su plataforma en detrimento de los cines, aspecto común a otras que postergan o ignoran la salida en locales.
“La mayor parte corresponde al audiovisual y multimedia (28,6%), seguido de libros y prensa (24,9), artes plásticas (20,6), artes escénicas (10,2) e interdisciplinar (7,6)”
Hay que considerar que el cierre de salas y la pérdida de valor económico de la exhibición va en contra del cine independiente ajeno al modelo de Hollywood, y ataca directamente a los intereses del audiovisual español. Respecto a España, la Ley General de Comunicación Audiovisual, y el plan ‘Spain Audiovisual Hub’ que pretende focalizar en territorio español actividad europea audiovisual con 1.603 millones previstos hasta 2025 procedentes del Plan de Recuperación ‘Next Generation’ enmarcan una parte del futuro itinerario del sector. En 2019 el Ministerio de Cultura evaluaba en 30.171 millones de euros la aportación de la cultura al PIB. Y, en concreto, dentro del audiovisual las cámaras de comercio consideraban en 2021 que el audiovisual suponía el 1,1% del valor añadido en la economía española, donde el sector cultural en su conjunto podría haber contribuido en 2019 con el 2,4 % del total.
Frente a la repetida imagen de varias producciones españolas en plataformas de pago la realidad es otra: un dominio de los productos del mercado anglosajón, donde de 1.000 series exhibidas en estos medios a la carta y de abono o de pago, el 67% eran de origen británico y norteamericano, frente a cuotas más reducidas de los productos de Francia, Alemania, Italia o España En el espacio ajeno a la UE en 2019 año precrisis entre el total de las series producidas fuera de Hollywood, el 38% corresponden al Reino Unido, mientras Francia incluye un 18%, Alemania (12%), Italia (11%) y España (6%).
Ningún título español logró colocarse en el ‘top 20’ de las series o producciones más vistas en EstadosUnidos y Reino Unido, aunque ‘La casa de papel’, según Netflix, alcanzó el puesto 1 en Francia e Italia, el 3 en Alemania, el 10 en Brasil y el 13 en México. Otros productos españoles pueden encontrarse entre los contados títulos con buena receptividad, como el largometraje ‘El hoyo’, estrenado en cines españoles con absoluto desinterés del público pese a las buenas críticas, que se ha vendido bien a otros mercados, así como ‘Bajo cero’ y la serie ‘Elite».
El audiovisual español se enfrenta a un desafío como el de la exportación, una de las más urgentes necesidades para favorecer la continuidad del sector. No sólo con la venta de formatos de programas al exterior como ‘Tu cara me suena’, sino con el del grueso de muchas más películas y series españolas cuya salida al mercado mundial se hace imprescindible. Con un cambio muy importante en el mercado de la exportación española: desde hace pocos años el 60% de las ventas de nuestros productos audiovisuales corresponden a la UE, frente a la caída de Estados Unidos y especialmente de Iberoamérica.
Este último asunto merece un debate en profundidad: pese a compartir un idioma de 500 millones de personas y muchos signos culturales, en los últimos años la presencia del audiovisual español se ha reducido en ese espacio, aun con iniciativas como los Premios Platino o la promoción exterior dirigida hacia nuestro entorno más identificativo. Hoy vemos, según datos del informe que auspicia Alternativas, cómo entre las televisiones de Iberoamérica, Uruguay es el país que dedica más tiempo a contenidos españoles en abierto, seguido de Chile y Argentina, pero en fase decreciente respecto a otras épocas. Las propuestas de ese informe que se puede descargar desde la página de la Fundación, pasan, entre otros aspectos, por la creación de una plataforma en español capaz de ofrecer contenidos tanto hacia Europa como América. A propósito de estos pasos RTVE Play busca en el futuro convertirse en referencia de contenidos gratuitos en nuestra lengua común.
Pero falta algo más: la consideración de la cultura en general y el audiovisual en concreto como ‘sector estratégico’. Aspecto que adquiere mayor importancia en un país como España con un idioma que se extiende por varios continentes. Sin embargo, desde el interior se repiten a menudo las descalificaciones y el desprecio a la creación española, frente a ejemplos tan evidentes como el francés donde el respeto y la protección a su cultura es compartida con el máximo consenso social y político a nivel del respecto a sus valores republicanos. Sorprende que desde algunos medios se critiquen las ayudas al cine (o a la cultura, en general), o que partidos políticos pidan su eliminación, en un área verdaderamente mimada en estados como Francia, y también en Alemania, Italia, Argentina, incluso en República Dominicana más allá de los países más desarrollados. Frente a la reiteración de estereotipos que se escuchan en España desde esos sectores respecto a las ayudas y la promoción de los productos culturales y audiovisuales, transmitiendo equivocadamente la imagen de que se trata de dinero ‘tirado o malgastado’.
“La exportación del audiovisual español casi se ha duplicado en la UE en los últimos diez años. Sin embargo retrocede en Estados Unidos y especialmente en Iberoamérica”
Se produce la paradoja de que producciones españolas que en su propio mercado no han liderado alcanzan repercusión en la UE. ‘Madres paralelas’, la última de Almodóvar, fue duramente atacada desde un extremo del lado político, tanto que alcanzó los peores datos de taquilla de la carrera de su director. Sin embargo, fue número 1 de la taquilla francesa, logró buenas recaudaciones en Reino Unido e Italia, entre otros países. Esta semana cien salas de cine de Alemania, Austria y Suiza estrenaron ‘El inconveniente’, dirigida por Bernabé Rico en 2020, adaptación de un texto teatral de Juan Carlos Rubio, que se apoya en la interpretación de sus dos protagonistas, Juana Acosta y Kiti Manver. Ahora llega a los países de habla germana, como otro de los ejemplos de buena salida exterior hacia el mercado europeo, hoy el más proclive al producto español; mientras el iberoamericano languidece o se hace más difícil a pesar del idioma compartido.