José García Abad
Mis personajes económicos de la semana son el presidente de la cadena de supermercados Mercadona, Juan Roig, y su esposa y vicepresidenta de la compañía, Hortensia Herrero, que han proporcionado un cheque de 70 millones de euros de sus bolsillos familiares para contribuir a reactivar la economía valenciana y nacional, así como a labores sociales y de mecenazgo, en un contexto marcado por la crisis sanitaria del Covid-19. En concreto, Roig destinará a la sociedad su retribución de 9,7 millones de euros de 2020 (casi cinco millones de euros una vez descontados impuestos), así como el dividendo percibido a cuenta de los resultados de la cadena valenciana. En 2021 elevará su aportación a 100 millones de euros.
“Roig ha demostrado con su éxito que el hecho de que los empleados estén motivados es decisivo para la cuenta de resultados”
La cadena de supermercados repartió el pasado año un dividendo de 129,55 millones de euros, el mismo importe que en 2019, de los cuales 69 corresponden a Roig a través de su sociedad patrimonial Inmo Alameda, que cuenta con una participación del 50,66% de Mercadona.
Tanto Roig como su esposa, la vicepresidenta de Mercadona, Hortensia Herrero, dueños del 80% de Mercadona, dedican parte de su patrimonio a mecenazgo y reinvierten una parte importante de los dividendos y de su patrimonio personal, a través del ‘Proyecto Legado’.
La cadena de supermercados ganó el pasado año, el de la pandemia, 727 millones de euros, un 17% más que en 2019 tras compartir con la plantilla 409 millones de euros en concepto de primas por objetivos. Las ventas se elevaron a 26.932 millones, un 5,5% más que en 2019.
Mercadona va a seguir impulsando su plan de transformación 2018-2023 y, para ello, tiene previsto invertir otros 1.500 millones en 2021, que destinará, principalmente, a la apertura de 97 nuevos supermercados, 88 en España y 9 Portugal; a la reforma de 88 supermercados y a la implantación de la nueva sección de Listo Para Comer/Pronto a Comer en otros 200 supermercados.
El matrimonio apoya con su patrimonio
Juan Roig se define como un licenciado con espíritu de tendero. Es un rompedor, un disruptivo, según la expresión de moda, y un pelín provocador, aunque él califica su provocación de “humilde”.
Tanto el presidente Roig como su esposa, Hortensia Herrero, comparten y reinvierten en la sociedad una parte importante de los dividendos provenientes de su participación en Mercadona y de su patrimonio personal en sus diferentes iniciativas (Emprendimiento, Formación, Deporte, Entretenimiento, Arte y Cultura).
Este compromiso, que se inició hace más de una década, nace del convencimiento por parte de ambos de que “el conocimiento y el dinero dan la felicidad… si los compartes”. Y en su caso, a través de distintos proyectos sostenibles y solidarios, como son Marina de Empresas, Fundación Trinidad Alfonso, Valencia Basket Club, L’Alqueria del Basket, Licampa 1617 (Casal España Arena de València) y Fundación Hortensia Herrero.
Durante 2020 Mercadona creó 5.000 puestos de trabajo estables, 4.200 en España y 800 en Portugal, hasta finalizar con una plantilla de 95.000 personas, 93.300 en España y 1.700 en Portugal. Puestos de trabajo fijos y con altos sueldos.
“Su trilogía de prioridades: primero el cliente, después los empleados y, finalmente, el capital es la base de la revolución de Juan Roig”
Ha demostrado con su éxito que el hecho de que los empleados estén motivados es decisivo para la cuenta de resultados. No es de extrañar que los empleados estén encantados y se partan el pecho en beneficio de la empresa. El absentismo es solo del 0,49% en los hombres y 1,23% en las mujeres. La fuerte motivación de sus trabajadores le ha permitido a la compañía ganar día a día cuota de mercado, una alta ratio de ventas por metro cuadrado y de productividad de la plantilla.
Su trilogía de prioridades: primero el cliente, después los empleados y, finalmente, el capital es la base de la revolución de Juan Roig, o de su filosofía disruptiva, a contrapelo de lo que hoy se va extendiendo como mancha de aceite, la innovación regresiva que optimiza los beneficios reduciendo a los trabajadores a falsos autónomos sin más contrato que el mercantil.
Mercadona es la única empresa en el mundo que reparte el 25% de sus beneficios entre sus trabajadores. Hay otras empresas como General Motors que adoptan una política similar pero cuando el ejercicio no ha ido según las previsiones lo suprimen. En Mercadona no hay excepciones.