Sus Señorías / Luis Carlos Ramírez ■
La fallida gestión de la Ley de Libertad Sexual desacredita al gobierno de coalición, además de al presidente Sánchez, que se responsabiliza de una reforma acelerada de la norma. El Ejecutivo asume también el ‘error’ del diseño de los nuevos trenes que no caben en los túneles y enfurece a los presidentes de Asturias y Cantabria. La guerra PSOE-Podemos ya es total, con público distanciamiento, aunque sin llegar a romper. La presión sobre el posible candidato de la moción de censura de Vox complica la disposición inicial del antiguo diputado comunista con avisos de Sánchez y Feijóo. Marlaska se convierte en el primer ministro reprobado por ‘ocultar información’ al Parlamento.
El gobierno bipartido atraviesa las horas más bajas de la legislatura tras su continuos desaires y enfrentamientos y uno de los mayores fiascos legislativos de la democracia. Las consecuencias por la gestión fallida de la Ley de Libertad Sexual de la ministra de Igualdad, Irene Montero, desacreditan no sólo al Ejecutivo de coalición, sino también al presidente Sánchez, que se responsabiliza de sus acciones y de una reforma acelerada de la norma. Su contenido incluirá un aumento de penas por “violencia e intimidación” sexual , aunque sin frenar en ningún caso la revisión a la baja de condenas por hechos anteriores, lo que ya ha beneficiado a más de 400 agresores.
Por si ello fuera poco, el Ejecutivo tiene que afrontar otra ‘chapuza’ por el diseño de los nuevos trenes que no caben en los túneles y enfurece a los presidentes de Asturias y Cantabria. Lo que la ministra de Justicia, Pilar Llop, considera ‘muy grave’ tras haber provocado ‘mucho dolor’ en las víctimas, y la de Transportes, Raquel Sánchez, un ‘error’ por el que pide ‘disculpas, indignada’, se salda con el cese de dos técnicos ministeriales de momento en espera de una auditoría interna.
Sálvese quien pueda
La guerra entre PSOE y Podemos ya es total, a cuenta de la contrarreforma de la ley del ‘sólo sí es sí’, mientras el jefe del Ejecutivo presume de ‘dar la cara’ y resolver los problemas cuando se presentan. La monumental secuela divide no sólo a ambos socios –con público distanciamiento, aunque sin llegar a romper–, además del movimiento feminista –entre quienes critican una vuelta al pasado o sostienen que nada cambia– y el diferente criterio aplicado por los tribunales como en Navarra que rechazan reducir las penas.
La ministra Pilar Llop defiende la reforma de la ley frente a su compañera de gabinete, Irene Montero, que considera que la postura socialista obliga a un “calvario probatorio” de las víctimas. Sánchez se queda ‘corto’ y se muerde la lengua para no desautorizar a la parte minoritaria del gabinete, mientas sus aliados parlamentarios (ERC, Bildu, Más País o Compromís) rechazan un ‘populismo punitivista’ al considerar que con más castigo no se ataja la violencia machista ni se pone ‘coto al crimen’. El diputado Errejón cree que el Gobierno se está haciendo ‘mucho daño’ y la portavoz ‘popular’ recrimina las decisiones del Ejecutivo ‘más sectario de la historia’ que se descompone por momentos sin ninguna dimisión. Cuca Gamarrainsta al presidente a abandonar el ‘triunfalismo’ tras entregar la ley a Podemos “sabiendo sus efectos”. Aun así, la oposición –PP, Ciudadanos y hasta Vox– tiende la mano para arreglar la chapuza’ de la ‘ley Montero’.
El PSOE cierra filas
Entre tanto, el presidente pide a su grupo parlamentario aunar esfuerzos a fin de dar un impulso al partido a poco más de tres meses para las autonómicas y municipales. El PSOE se juega en mayo todo su poder territorial, con nueve de los doce gobiernos autonómicos en disputa y 22 alcaldías de las 52 capitales de provincia. Ferraz se marca como prioridad conseguir el bastón de mando en Barcelona o Valencia, donde ya cogobiernan, y mantener ciudades como Sevilla y Valladolid. Un Sánchez ajeno a las encuestas sigue defendiendo que su proyecto al frente de Moncloa es de largo alcance, sin acabar en 2023, sino en 2030.
Culebrón Tamames
La presión sobre el posible candidato de la moción de censura de Vox complica la disposición inicial del economista y ex diputado de la Transición que incluso había comenzado a redactar su programa. Los dos grandes partidos soslayan la equidistancia de una iniciativa que en ningún caso dejara indiferente al arco parlamentario ni a la sociedad, rememorando la tenebrosa dictadura o intentando disuadir su intención. Mientras Sánchez replica directamente a Vox si «el señor Tamames de 2023 sería capaz de encarcelar al Tamames de 1973, como hizo Franco», Feijóo le advierte de que de ser su padre “no le dejaría hacerlo”. El nonagenario exdirigente comunista confiesa, abrumado, que ‘esto es un lío’ y su mentor, Abascal, pide paciencia para negociar una «moción de censura histórica».
Minicrisis de gobierno
A tres meses de las elecciones autonómicas, Sánchez sigue deshojando la margarita para remodelar el Gobierno y sustituir a las ministras Maroto y Darias, candidatas a las alcaldías de Madrid y Las Palmas, para dedicarse por entero a la campaña electoral. Los nuevos titulares de Industria y Sanidad deberán ponerse al día del control de fondos europeos y gestionar el fin de la pandemia junto a la rebelión generalizada de los profesionales sanitarios. Con la retirada definitiva de las mascarillas comienza el tiempo de descuento de la minicrisis ministerial para ultimar estrategias tanto por el gobierno como por Ferraz. Los nuevos ministros podrían jurar el cargo antes del Comité Federal socialista de marzo. Se espera que Sánchez no repita el ‘caso Illa’, que abandonó Sanidad apenas tres días antes de comenzar la carrera de las autonómicas catalanas.
Lapidario
“Compro los fines de semana y la rebaja del IVA se nota”
María Jesús Montero. Ministra de Hacienda.
“La compra de mi casa ya refleja la bajada de precios”
Nadia Calviño. Ministra de Economía.
Nombres Propios
El ministro Marlaska, reprobado

El titular de Interior se convierte en el primer ministro de Sánchez reprobado en el Congreso por su ‘falta de sensibilidad, ocultación de información, datos falsos y mentiras’ en la gestión del asalto a la valla de Melilla que costó la vida a 23 inmigrantes. La iniciativa del PP es apoyada por Vox, Ciudadanos, ERC, JxCAT, la CUP, el BNG, el PRC, Foro Asturias y los diputados expulsados de UPN. Los partidos independentistas creen que lo ocurrido significaría “el cese inmediato” de un ministro en un Estado de Derecho. A pesar de sus críticas, Podemos vota en contra junto a Psoe, Equo y Teruel Existe, con la abstención de PNV, Bildu, Coalición Canaria y Compromís.
Navarro sustituye a Suárez Illana

La vicesecretaria de Políticas Sociales del PP sustituye a su correligionario y hasta ahora secretario cuarto del Congreso, Adolfo Suárez Illana. El perfil jurídico y la solvencia técnica de la parlamentaria albaceteña –aupada por Feijóo– elevan a la curtida diputada y letrada también en la Comunidad de Madrid con cuatro legislaturas nacionales. El apoyo socialista permite a Carmen Navarro sortear el amago de veto de Unidas Podemos para restar peso al PP en la Mesa de la Cámara Baja, encargada de dirimir la admisión de iniciativas y la tramitación de leyes. La parlamentaria ‘popular’ está adscrita a las comisiones Constitucional, de Igualdad y Derechos Sociales.