Crónica Económica / José García Abad
No creo que sorprenda a nuestros lectores que la gran noticia económica de la semana haya sido el debate sobre la propuesta de organizar una Superliga de los gigantes del fútbol europeo en la que participarían sólo tres clubes españoles. Es una noticia deportiva con evidentes consecuencias económicas y hasta políticas, pues han tomado partido el presidente Sánchez, en contra, y otros presidentes europeos.
Tampoco sorprende que Florentino Pérez, que asegura que el fútbol está arruinado y que esta iniciativa podría salvarle de la quiebra, esté en el candelero. En realidad Florentino está también en el candelero por su intento de ser coronado como rey de las autopistas para lo que intenta comprar Autostrade per l’Italia (ASPI), por 10.000 millones de euros.
“La Superliga es una noticia deportiva con evidentes consecuencias económicas y hasta políticas pues han tomado partido el presidente Sánchez, en contra, y otros presidentes europeos”
Tampoco debe sorprender que tanto en la política como en la economía y en el fútbol cuentan mucho las amistades. Florentino Pérez, líder del negocio futbolístico y del otro, que se inició en la política, ha recurrido a su amigo Borja Prado tanto en el fútbol como en la autopista.
En el primero se beneficia de la influencia de Prado, forofo madridista, en Key Capital Partners, de la que es tercer accionista y que ofrece al Real Madrid, si sale adelante la Superliga, 360 millones de euros. Y en los negocios, en la compra de Autoestrade Florentino se beneficia de las amistades italianas de su amigo, que fue a quien eligió Enel para presidir Endesa cuando se hizo con la joya energética de la Corona.
Prado se mueve bien en Italia
Sin embargo, a Borja Prado no le dejaron entrar en el Consejo Empresarial de la Competitividad (CEC) el ‘lobby’ de todos los ‘lobbies’, le pusieron bola negra porque entendían que Endesa era una empresa italiana. Y no pasó a pesar de todos los esfuerzos desplegados a su favor por su buen amigo desde hace cuarenta años, Florentino Pérez, que le ha ayudado mucho en su vida profesional. Prado fue siempre su banquero.
“Florentino Pérez está en el candelero por la Superliga y por su intento de ser coronado como rey de las autopistas para lo que intenta comprar Autostrade per l’Italia (ASPI) por 10.000 millones de euros”
“¿Que cómo empieza mi relación con Italia? –me aclaraba Prado en una entrevista– Pues mira, hace 35 años o 36 años, yo tendría 25 o 26 entonces, hice muy buena amistad con un emprendedor italiano de enorme influencia en el país, cuyo nombre me vas a permitir que no desvele, que me conectó con el ‘establishment’ italiano, con gente cuya amistad sigo cultivando pues yo tengo por norma, dedicar tiempo a la gente que voy conociendo. Siempre he creído que mantener viva y actualizada una relación con las amistades es sumamente importante pues nunca sabes que te va a pasar en la vida”.
El misterioso señor italiano, diez años mayor que Prado y ya jubilado, le enseñó Italia desde una perspectiva poco convencional, muy aguda. Prado viajó mucho al país transalpino para encontrarse con empresarios importantes. Era el momento del ‘boom’ italiano y se respiraba euforia económica por doquier. Cuando esa gente pensaba en realizar inversiones en España llamaban a Prado y Prado les llamaba cuando quería hacer algo en Italia.
Empezó con Berlusconi
Al principio de los 90 empezó a trabajar de firme en la tierra de Dante. Su primer movimiento fue el conocimiento de Silvio Berlusconi antes de ser presidente del Consejo de Ministros. Cuando la empresa televisiva de Berlusconi decide sacar a la Bolsa española Mediaset España (Telecinco) le ofreció a Prado el sillón de consejero independiente, que éste aceptó agradecido, pues siempre le han gustado los medios de comunicación y de forma especial la televisión.
“Desde Mediobanca realizó Borja Prado algunas de las mayores operaciones corporativas que se hicieron en España como las efectuadas con ACS, Telefónica, o Repsol”
Prado permaneció como consejero durante 17 años, que es el periodo máximo para ser consejero independiente, y entonces Berlusconi tuvo el detalle de hacerle, dos meses después de su cese como consejero independiente, consejero dominical. Después Prado trabajó mucho con la Lazard italiana y cuando ésta se estableció en España, Prado fue una pieza fundamental en la iniciativa.
Y siguió con Mediobanca
Un día su innominado amigo italiano le preguntó: “Oye Borja, ¿quieres conocer a nuestro banquero más importante? Se refería al consejero delegado de Mediobanca, una entidad tan emblemática que se la designa como “El Banco, sin más”. Es el banco de referencia, fundado en 1945 por Enrico Cuccia, un personaje histórico, a quien sucedió, en 2002, Vincenzo Marangh. Era el banco al que cualquiera que se instalara en el país consultaba.
El consejero delegado le dijo que pensaba establecerse en España y le propuso la presidencia. Lo pensó e hizo una contrapropuesta: “Vamos a hacer juntos este proyecto pero como socios”. Asumió un riesgo importante pero Mediobanca fue una historia de éxito. Desde Mediobanca realizó Borja Prado algunas de las mayores operaciones corporativas que se hicieron en España como las efectuadas con ACS, Telefónica, o Repsol.