Manuel Tortajada
La caída de los ingresos y el aumento del gasto derivados de la crisis del coronavirus ha elevado el déficit del conjunto de las administraciones públicas a 78.127 millones de euros hasta agosto, lo que equivale al 7,07% del PIB, mientras que el déficit del Estado se ha situado en el 5,09% hasta septiembre, con 56.291 millones de euros.
Al igual que en los meses previos, todos los datos están afectados por la declaración del estado de alarma y la batería de medidas adoptadas por el Gobierno para hacer frente a la pandemia con el objetivo de paliar los efectos sociales, económicos y laborales de esta emergencia.
De acuerdo con los datos de ejecución presupuestaria publicados este viernes por el Ministerio de Hacienda, el déficit del Estado hasta septiembre (5,09%) se ha moderado ligeramente respecto al mes anterior (5,39%), pero en el último año se ha multiplicado por más de seis en términos absolutos, al pasar de 8.276 millones hasta septiembre de 2019 a los 56.291 millones actuales. Si se deduce el efecto del gasto en intereses (déficit primario) la cifra se sitúa en el 3,56% del PIB.
«El endeudamiento de las Administraciones Públicas alcanzó el 110% del PIB en el segundo trimestre, hasta el máximo histórico de 1,29 billones de euros»
Este aumento tan considerable del déficit se debe a una caída de los ingresos del 12,3%, hasta los 132.381 millones de euros, como consecuencia de la situación económica derivada de la crisis sanitaria, lo que ha motivado que, por el contrario, el gasto se haya incrementado un 18,5%, hasta 188.672 millones, debido al alza de los programas sanitarios y por las mayores transferencias a la Seguridad Social y a las comunidades.
Retroceden la mayor parte de las figuras tributarias. Así, se produce un descenso del 12,7% de los impuestos sobre la producción y las importaciones, entre los cuales el IVA baja un 14,3%, hasta los 50.252 millones.
Hacienda explica que este comportamiento se debe al menor consumo derivado de la caída de la actividad y por la minoración de ingresos de medidas necesarias para mitigar los efectos de la pandemia, como la aplicación del tipo cero en el IVA en los bienes necesarios para hacer frente a la Covid-19.
Por su parte, los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio descienden un 16,1%, con una caída del 2,6% en el Impuesto sobre Sociedades y del 21,7% en el caso del IRPF como consecuencia, en gran parte, de las mayores entregas a cuenta y el mayor resultado a favor de las comunidades de la liquidación definitiva de 2018 respecto al ejercicio anterior, a lo que hay que sumar el parón de la actividad.
Por el lado de los gastos, hasta septiembre se incrementaron un 18,5%, hasta 188.672 millones, con los aumentos más destacados en las transferencias a las comunidades y a la Seguridad Social.
Asimismo, los consumos intermedios se incrementan en un 16,7%, crecimiento en el que inciden los 851 millones de gastos derivados de la Covid-19, mientras que la remuneración de asalariados ha aumentado un 0,9% debido a la subida salarial del 2%, así como a la equiparación salarial de la Policía y Guardia Civil con los cuerpos policiales autonómicos.
Y lo peor podría estar por venir. Así, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha alertado de que el déficit público se disparará este año al 3,5% del PIB si se llevan a cabo todas las propuestas recogidas en el acuerdo programático de Gobierno alcanzado entre el PSOE y Unidas Podemos.
Así lo ha señalado durante su intervención en el Foro Justicia del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), donde ha afirmado que a los empresarios «nos da miedo» la batería de propuestas, porque hay 25.000 millones de euros de gasto y unos ingresos de 6.200 millones.
En concreto, sobre la desviación del déficit, ha indicado que están preocupados, porque ya con el último Gobierno se había alcanzado con Europa un acuerdo de déficit del 1,8%, que posteriormente se negoció al 2% y ya se ha incurrido en un déficit del 2,5%.
«Se tardarán al menos dos décadas para llevar el nivel deuda a la situación pre Covid siempre que se redujera el déficit en 0,5 puntos cada año hasta alcanzar el superávit primario»
La evolución de los últimos meses ha terminado superando los peores pronósticos a la vista de las sucesivas revisiones publicadas por los principales organismos, tales como el Banco de España, la OCDE, la Comisión Europea, el FMI, la AIReF o BBVA Research.
Pero, además, el crecimiento del déficit y la caída del PIB se traducirá en un aumento récord de la deuda pública. El endeudamiento de las Administraciones Públicas alcanzó el 110% del PIB en el segundo trimestre, hasta el máximo histórico de 1,29 billones de euros, según publicó el Banco de España el pasado miércoles. Pero esta cifra seguirá en aumento hasta final de año.
En este contexto, desde Funcas advierten que «España se enfrentará a partir de 2020 a un problema de sostenibilidad de la deuda en el largo plazo», añaden. «Las simulaciones efectuadas por AIReF muestran que se tardarían al menos dos décadas para llevar el nivel deuda a la situación precovid siempre que se redujera el déficit en 0,5 puntos cada año hasta alcanzar el superávit primario. Y con esta misma senda de reducción del déficit, cumplir con el objetivo del 60% no se podría conseguir según AIReF al menos hasta 2050″.