Cultura & Audiovisual / Equipo Lux ■
Firmar un contrato para llevar a cabo una serie de televisión, una película, una producción teatral o un festival de música no significa disponer automáticamente del dinero para financiarlo; habida cuenta de que hay que invertir antes de que una producción empiece a explotarse. Para facilitar financiación a pymes, como son en España la mayoría de las empresas del sector, se generaron en 2005 las primeras iniciativas para facilitar las relaciones entre las entidades de crédito y las productoras audiovisuales. En la actualidad hay 18 entidades CREA de ámbito autonómico y una sociedad de garantías recíprocas, CREA Sgr, de carácter nacional. Su formato actual se desarrolla a partir de 2017 bajo la modalidad de entidad financiera privada supervisada por el Banco de España, constituida como fruto de la iniciativa Ministerio de Cultura-Egeda(la sociedad de gestión de los productores audiovisuales).
“Tener un contrato firmado no garantiza que se pueda lograr el metálico para poder llevarlo a cabo”
El logotipo de CREA Sgr aparece en buen número de películas o series audiovisuales producidas en los últimos tiempos. Ha estado detrás de la financiación de películas de tanta repercusión como ‘As bestas’ –que sigue en cartel después de lograr más de siete millones de euros en la taquilla, e inicia su explotación a través de las plataformas, y el mercado exterior, para pasar posteriormente al abierto–, ‘Padre no hay más que uno 1’ y su secuela, ‘Lobo feroz’, ‘Manticora’, ‘La maniobra de la tortuga’ o ‘Mamacruz’.
El papel de una sociedad de garantía recíproca consiste en asesorar a las productoras (no sólo audiovisuales, sino del sector cultural, y en parte, del deportivo) sobre las posibilidades de financiación de sus proyectos, actuando como interlocutores ante las entidades bancarias. Favoreciendo en su caso la consecución del correspondiente aval exigido por la ley de contratación de la administración pública ante las instancias que pueden conceder esos créditos.
Cuando se hace pública la firma de un contrato entre una o varias productoras, en su mayor parte pymes, para sacar adelante un proyecto no significa que esté el dinero necesario para poder desarrollarlo, ni que se tenga la facilidad de conseguir un crédito. En esta fase, una entidad como CREA actúa como interlocutor para que, con el contrato en la mano, o no, se logren en las mejores posibles una línea de financiación, con especial atención a capítulos como la reducción de los costes financieros. Pero a su vez implica para las productoras correspondientes un compromiso de profesionalidad y de rigor contable con garantías respecto a los teóricos inversores o las entidades bancarias. El modelo es típico de países donde existe una industria cultural de peso social; pero especialmente significativo en aquellos en los que la mayor parte de ese tejido productivo corresponde a pequeñas o medianas empresas, muy lejos de los modelos anglosajones de las ‘majors’ de Hollywood.
El papel de una sociedad de garantía recíproca como CREA alcanza también en estos momentos a otros sectores como el teatro y las artes escénicas, la danza, el circo, los festivales, las academias, equipos técnicos y de grabación, además del sector de los videojuegos, e incluso del deporte. Respecto al espacio teatral, la entidad ha participado en la financiación de actividades tan diversas como la producción de montajes y espectáculos (‘El nadador de aguas abiertas’, ‘Yerma’, ‘Frankestein’, ‘Los santos inocentes’, ‘El sueño de la razón’, entre otros, además de en escenarios como el Teatre Apolo de Barcelona.
En el sector musical facilita financieramente la celebración de conciertos en vivo, giras, o eventos como Menorca Festival, Paraíso, Madrid Escena, Premis Enderrock 2023, Yamaha Music School, etc. Y, aunque con menos peso porque el mundo del deporte es muy diverso y encierra una variopinta gama de situaciones desde el punto de vista de la titularidad o la gestión, ha participado en el adelanto al cobro de subvenciones del Consejo Superior de Deportes y de la Federación Madrileña de Fútbol.
El papel de una sociedad de garantía recíproca se centra en facilitar que una empresa pueda conseguir financiación en las mejores condiciones posibles del mercado. Pero, a su vez, puede dar credibilidad y rigor a la actuación de la correspondiente pyme para desenvolverse en el mercado financiero con criterios de autoexigencia y gestión profesional. El asesoramiento es un factor muy importante de cara a las compañías productoras, la mayor parte económicamente endebles y sin un gran capital detrás. La función de la SGR se está convirtiendo en indispensable en la industria cultural, especialmente el audiovisual.
“CREA Sgr intermedia ante las entidades bancarias para facilitar que las pymes encuentren financiación”
Hay situaciones en las que se puede obtener crédito no ya con la garantía de los contratos firmados para la explotación de esos productos, sino para la explotación de la obra audiovisual en el mercado exterior; asunto cada vez más relevante por cuanto a día de hoy parece imprescindible priorizar la explotación de películas, series o documentales más allá del mercado local.
Con un factor añadido en estos últimos tiempos, como es el aumento del precio del dinero en la Zona Euro y en Estados Unidos, como consecuencia de la inflación y la subida de tipos, y el consiguiente encarecimiento de los créditos.