Crónica Económica / N. D.
Soplan nuevos vientos en la economía mundial. El triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones americanas, y aunque aún le queden muchas semanas para sentarse en el despacho oval, ya ha sido recibido con alivio, por gobiernos, Bolsas y empresas. En España también. Durante el mandato de Donald Trump el comercio mundial se tensionó hasta límites insospechados a golpe de aranceles a productos agrícolas como castigo por las ayudas concedidas a Airbus, una especie de vendetta que en nuestro país ha traído de cabeza a sectores fundamentales como el del vino, el queso o la aceituna cuyas exportaciones se han desplomado un 50%. La guerra comercial estaba servida.
“El nuevo presidente de EE UU ha prometido volver a unirse al Acuerdo de París inmediatamente, y aumentar las inversiones en tecnología y renovables. Concretamente, presentó un plan para abordar el cambio climático con una inversión de 1,7 billones de dólares”
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, señalaba tras el triunfo del demócrata en los comicios americanos que ve “con esperanza” la llegada de Joe Biden a la Presidencia de Estados Unidos de cara a que pueda volver una política de multilateralismo. En un acto informativo organizado por Nueva Economía Fórum de forma telemática, Garamendi señaló que se abre para Europa un escenario “muy importante”. “La política de no multilateralismo ha hecho un daño muy importante a Europa y especialmente a España”, dijo, concretando el caso de los aranceles a productos como el acero y el aceite. “Hay que ver cómo puede llegar ese cambio de políticas, lo veo con esperanza”, dado que la política comercial de Donald Trump “le ha afectado de forma muy especial” a España, según destacó Garamendi. “Trabajaremos para que volvamos de nuevo las aguas a su tranquilidad y su calma y que el mundo vuelva a abrirse. Europa lo necesita y las empresas españolas”, subrayó.
Porque, además de la posibilidad de que con Biden se relajen las relaciones comerciales, las empresas españolas creen que mejoraran sus negocios. Para un buen puñado de miembros del Ibex 35, el mercado estadounidense representa más del 20% de su negocio. A cierre de 2019, las nueve cotizadas españolas con mayor exposición a EEUU elevaron su cifra de negocios hasta los 45.983,5 millones en este mercado.
Quizá las que más confían en que se produzca un cambio son las energéticas con intereses en renovables. Es lógico. Uno de los puntos que marcarán la diferencia entre las administraciones Trump y Biden es el clima. El nuevo presidente de EEUU ha prometido volver a unirse al acuerdo de Paris y aumentar las inversiones en tecnología y renovables. Concretamente, ya durante su campaña presentó un plan para abordar el cambio climático con una inversión de 1,7 billones de dólares y lograr un 100% de energía limpia para el año 2050.
Así las cosas no es de extrañar que empresas como Iberdrola, con fuertes interés en ese mercado, estén de enhorabuena. Hace unas semanas, el consejo de administración de Avangrid, la filial de Iberdrola en EEUU, aprobaba la adquisición de PNM, uno de los grandes grupos eléctricos de los estados de Nuevo México y Texas. La transacción, valorada en 4.318 millones de dólares (3.700 millones de euros) es amistosa y está recomendada por el consejo de administración de PNM. Que las empresas renovables ganan con Biden, o al menos así lo espera el mercado, lo demuestra el hecho, por ejemplo, de que JPMorgan haya elevado su valoración sobre Siemens Gamesa, al destacar el impulso que otorgará Joe Biden al sector eólico marino en EE UU.
“Lo que desde luego no les viene bien es la incertidumbre que el inquilino saliente de Casa Blanca está creando con su negativa a reconocer la victoria de Biden y dinamitando el proceso de traspaso de poderes. Los mercados no llevan bien la inseguridad”
También andan contentas las constructoras. ACS y Ferrovial serían las firmas que podrían sacar más partido. Por ejemplo, la empresa que preside Florentino Pérez generó el año pasado el 49% de las ventas en EE UU. Entre los últimos proyectos logrados por ACS está la ampliación del aeropuerto internacional de San Diego, una adjudicación de 2.000 millones.
La cotizada más expuesta del selectivo español es Grifols con hasta un 68% de sus ventas. El triunfo de Biden abre la puerta a la vuelta del programa de sanidad pública aprobado por Barack Obama. El ‘Obamacare’, nombre con el que conoció a este proyecto, podría derivar en una mayor demanda de los productos farmacéuticos.
Menos preocupados andan los bancos. Los dos grandes bancos españoles cuentan con una presencia más marginal en el país. En el caso del Banco Santander su negocio de financiación al consumo le reporta un 15% y BBVA Compass logra allí el 13% de sus márgenes brutos.
Lo que desde luego no les viene bien es la incertidumbre que el inquilino saliente de Casa Blanca está creando con su negativa a reconocer la victoria de Biden y dinamitando el proceso de traspaso de poderes. Los mercados no llevan bien la inseguridad.