El último amago autodestructivo del Partido Popular ha marcado el final de febrero. Los españoles retornan a sus preocupaciones cotidianas, tras haber consumido horas y horas frente a las pantallas, degustando el ‘reality show’ protagonizado por Isabel Díaz Ayuso, Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo, más un sinfín de actores secundarios. Primera entrega de un culebrón que seguirá dando para hablar y escribir, con final incierto.
“Si algo puede salir mal, saldrá mal”, dijo allá por 1949 el ingeniero aeroespacial Edward Aloysius Murphy
“Si algo puede salir mal, saldrá mal”, dijo allá por 1949 el ingeniero aeroespacial Edward Aloysius Murphy, enunciando la primera de las tres leyes que llevan su nombre. Pero nadie tema de mí que haga leña de los árboles caídos y contribuya con ella a avivar el fuego. Tampoco tomaré partido por la parte contratante de la primera parte. Me adhiero a la frase postrera de Casado que suscribirían sus partidarios, sus adversarios y también los partidarios que pasaron a adversarios en un repentino sálvese quién pueda.
La frase es: “Todo para servir a España y que nuestros hijos tengan un futuro mejor”. Se refería obviamente a los hijos en general, no sólo a los suyos. ¿Cómo conocer los problemas que nublan el futuro infantil, y cuáles son las soluciones adecuadas al siglo XXI?
En cuanto a los problemas, los detalla el Centro de Investigaciones Sociológicas. Y los actualiza pulsando cada mes la opinión de los ciudadanos. Su último barómetro-encuesta se ha realizado entre el 3 y el 14 de enero de 2022. El orden de preocupaciones es el siguiente.
1º Crisis económica, 34,5 %
2º Pandemia y falta de recursos para hacerla frente, 32,7%.
3º Desempleo, 32,2%.
4º Sanidad afectada por la pandemia, 18,9%.
5º Mal comportamiento de los políticos, 15,6%.
6º Políticos en general, 14,6%.
7º Falta de acuerdos entre los políticos, 9,7%.
“La frase postrera de Casado la suscribirían sus partidarios, sus adversarios y también los partidarios que pasaron a adversarios”
¿La cruel batalla entre Puerta del Sol y calle Génova habrá trastocado el orden, elevando en el ‘ranking’ la desafección a los hombres y mujeres públicos? Quizás se sepa antes de que se publique esta crónica. Pero ello no afecta, en modo alguno, a las previsiones de una existencia más feliz y placentera para los españoles.
Parecerá contradictorio, pero el primer escollo no es la política, sino el artículo 35 de la Constitución. Aquel que afirma: “Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo”.
Vale que en 1978, cuando la tasa de desempleo equivalía al 7,8%, los padres de la Constitución no tenían por qué saber que en 2021 subiría al 13% y, por si fuera poco, nueve de cada diez empleos tendrían carácter precario entre los jóvenes. No podían anticipar el porvenir. Sobre todo, eran tiempos analógicos en los cuales era imprevisible la gran propuesta que se está cocinando para acabar con todas las desventuras laborales y vitales del ser humano, propiciando una vida plena de bienestar.
El metaverso
A medio plazo, el metaverso —o sea, ‘el más allá del universo’— consistirá en “una experiencia inmersiva y multisensorial en tres dimensiones, gracias a la aplicación de diversos dispositivos y desarrollos tecnológicos en internet”. Quienes no sean duchos en la sociedad de la información, sospecharán que estoy contando la sinopsis de una película de ciencia ficción.
“Crearemos un avatar propio con el aspecto que prefiramos. Parecido a nosotros, mucho más guapo o joven, o con forma de dinosaurio”
Nada más lejos de la realidad virtual. Para entrar en el metaverso crearemos un avatar propio con el aspecto que prefiramos. Parecido a nosotros, mucho más guapo o joven, o con forma de dinosaurio. Este avatar visitará por nosotros escenarios de ensueño, que contemplaremos sin levantarnos del sillón. Tendremos la posibilidad de relacionarnos con miles de personas, charlaremos o jugaremos con ellas, haremos ejercicio, visitaremos comercios repletos de mercancías que podremos encargar y recibir en casa ipso facto. Las pagaremos con criptomonedas. El catálogo de utilidades y placeres es interminable
¿Dispones, lector, de poco más de una hora para adentrarte en un mundo tan fascinante como inquietante? Pincha en este vídeo (http://www.youtube.com/watch?v=Uvufun6xer8) y lo conocerás a través de Mark Zuckerberg, dueño de Facebook y uno de los promotores del metaverso.