Cultura & Audiovisual / Equipo Lux ■
Últimos días del pasado agosto: ante los malos datos de audiencia que presagiaban la peor media del mes de La 1 en toda su historia, se recurrió a última hora a reprogramar colocando en el ‘prime time’ películas de acción de Hollywood de reciente producción. El malestar de una parte del Consejo de Administración con la presidencia de la Corporación ha ido más allá de lo estrictamente político, afectando directamente a la discrepancia sobre los contenidos, y al fracaso constante de las audiencias, sostenidas por los partidos de fútbol, eventos deportivos y algún espacio como ‘Masterchef’… más el Festival de Eurovisión. Uno de los motivos de malestar de Servicios Informativos se explicita en ejemplos como el cambio de horario en la pasada primavera del ‘Telediario 2’… para ofrecer una eliminatoria del certamen… ¡pese a no participar España ese día!
“Difícil encaje legal de la alternativa en un ambiente de crispación política donde los consensos son difíciles”
Portavoces del PP, Ciudadanos y Vox acusan a Sánchez de estar detrás de la dimisión de Pérez Tornero«para mangonear en los contenidos y utilizar esos medios de cara a los procesos electorales de 2023». Opinión que tiene un dudoso encaje: el impacto cada vez más recortado de los informativos diarios frente a los de Antena 3, y la vigilancia permanente del Consejo de Informativos, que representa a los trabajadores de la Redacción frente a cualquier intento de gubernamentalizar los contenidos. Ese consejo ha puesto en evidencia situaciones incomprensibles como la renuncia a cubrir el viaje de medios a los campamentos saharauis. La pérdida de influencia de RTVE en la formación de la opinión pública ha sido manifiesta en los últimos años frente al ejemplo de otras épocas en las que fue capital dentro de la sociedad.
El malestar de la Redacción y los sindicatos tiene que ver con la manera como las productoras privadas se han hecho cargo no sólo del entretenimiento, sino de contenidos que pisan el terreno de la información. Las quejas son constantes desde mucho tiempo atrás pero se han acentuado en las últimas etapas.
Pérez Tornero llegó a la presidencia de la Corporación tras una negociación Félix Bolaños-Teodoro García Egea para situar a una figura no dependiente directamente de un partido político. Tornero, con gran desenvoltura desde el punto de vista teórico y una tendencia a intentar llevarse bien con todos, hizo convencer al PP de que era el candidato ‘menos malo’ para sus intereses. En el año y medio transcurrido desde que llegó al cargo la discrepancia con el Consejo de Administración aumentaba día a día desde la inicial ‘luna de miel’ , empezando por los dos consejeros de Unidas Podemos, y las dos elegidas por el PSOE (Conchi Cascajosa y Elena Sánchez), con la actitud algo más tibia de Ramón Colom, que finalmente se posicionó en el lado crítico, al igual que el represente del PNV, críticas también presentes entre los representantes del PP. El dato, oleada a oleada, de descensos en la audiencia de La 1, con espacios a niveles del 4 o del 5% del ‘share’, incluso de menos porcentaje, y un constante goteo de incidencias y ‘errores’, con contenidos inexplicables y contratación de espacios cuyo resultado ha sido menos que tibio, como el formato ‘Mapi’ concebido para rivalizar con ‘El hormiguero’ y que por el contrario, lastra la audiencia por sus débiles datos.
Preocupación
Para un sector del Consejo de Administración venía constituyendo motivo de preocupación la forma como se iban desdibujando los contenidos, con situaciones tan paradójicas como que el mayor porcentaje de audiencia lo tuvieran programas de recortes sobre el archivo de TVE, como ‘Viaje al centro de la tele’, mientras se estrellaban contenidos «en colaboración con productoras» de elevado precio pero incapaces de competir con las privadas, aunque tratando de entrar en temas de las mismas pese a las limitaciones más estrictas en cuanto a los códigos y obligaciones de la pública. El penúltimo ‘Lazos de sangre’, dedicado a Raffaella Carrá, no pasó del 5,5% porque en el terreno del entretenimiento TVE tiene difícil competir con las privadas que no están sometidas a tantos deberes. La paradoja: RTVE dispone de los mejores medios técnicos desde el punto de vista de la Información y de una buena parte de los mejores profesionales de nuestro país, pero se han visto relegados en las preferencias del espectador, mientras las productoras entraban en contenidos que podía cubrir Informativos.
El complicado proceso para la elección de los diez miembros del Consejo de Administración –PPy PSOE 3, UP 2, PNV 1– tras la aplicación de una ley llena de recovecos, con la dependencia de acuerdos previos entre los partidos, parece imposible repetirlo, cuando no ha sido posible poner de acuerdo a los partidos en la renovación de órganos tan importantes como el poder judicial; y menos lo será ahora con un clima de crispación y frentismo político. Las insuficiencias de la ley se han puesto en evidencia con esta dimisión que ha abierto todas las posibilidades de interpretación jurídica y problemáticas opciones que confrontan con el enrarecido momento de la política española.
Lo casi novedoso en esta situación es el papel decisivo del Consejo de Administración forzando la dimisión de Pérez Tornero, previa visita a Presidencia. La nota del propio nº1 de la Corporación justifica su salida en la «pérdida de confianza» y la dificultad para sacar adelante su proyecto. El único precedente de paso adelante de un Consejo para indicar la puerta de salida al presidente de la Corporación se produjo con Alberto Oliart, en otra de las incongruencias del poder: buscando un perfil que fuera aceptable para el PSOE y bien visto por el PP, pero sin experiencia alguna en el medio audiovisual, y con más de 80 años cumplidos, cuando RTVE acababa de aplicar un ERE para deshacerse de trabajadores de cincuenta y pocos… En aquella situación el Consejo se hizo cargo de la gestión en un turno mensual rotario tras elegir por sorteo al primero de los responsables, situación que duró algo menos de un año.
Ésta es una de las opciones que pueden contemplarse a día de hoy, y que permitiría ganar tiempo; habida cuenta de que la responsabilidad mancomunada del secretario general de RTVE (Alfonso Morales) y la directora corporativa (Marta Torralvo) dispone de capacidad para seguir firmando contratos en ausencia de presidente. En ese caso se realizaría un sistema rotatorio entre los nueve miembros que permanecen en el Consejo. Otra posibilidad sería la elección del consejero nº 10 por parte del Consejo entre los 90 candidatos que se presentaron al controvertido proceso de selección.
“El Consejo de Administración, decisivo en la dimisión del presidente de la Corporación”
Además estaría la vuelta al sistema de Administración Provisional de los tiempos de Rosa María Mateo, una fórmula que, aun no siendo la mejor, favorece una sustitución más rápida, para lo que bastarían cinco votos (de los nueve consejeros) y la suma de PSOE (3) y UP (2) completa la cifra; con la posibilidad de que la actual consejera Elena Sánchez, profesional de RTVE desde hace muchos años en los que ha pasado por diversos cometidos, se haga con la presidencia. Parches frente a lo determinado por la ley como sería la apertura de un proceso semejante al que llevó a Pérez Tornero a la presidencia de la Corporación con la elección por 2/3 de la Cámara.
El problema es otro: en estos momentos llegar a consensos es quimérico y más cuando faltan meses para que se inicien los procesos electorales del año que viene. La crisis de RTVE y el malestar interno acentuado por los malos datos de audiencia y la pérdida de presencia pública no han sido un plato de gusto para Bolaños, receptor de las quejas respecto al rumbo de la pública, y el goteo de errores que han conducido a tomar una decisión… aunque el momento no fuera precisamente oportuno.