A. S. A.
Habrá que esperar la respuesta de Pablo Iglesias en las redes sociales a lo recomendado por el FMI sobre un impuesto a las viviendas vacías. Seguramente Iglesias, ni remotamente, pensaba que iba a encontrar en el Fondo Monetario Internacional un aliado en sus tesis sobre cómo incentivar el alquiler, en su enfrentamiento con el ministro Ábalos.
Pero así es. El Fondo Monetario Internacional reconoce en un documento que alquilar una vivienda es cada vez más difícil en Europa. Y apuesta por una ampliación de la oferta de viviendas públicas en alquiler y mecanismos fiscales como la imposición de tasas a los pisos vacíos como herramientas para reducir las desigualdades en el acceso a la vivienda que detecta que se están incrementando en los últimos años.
La apuesta debe ser, según el documento, incrementar la oferta de vivienda en alquiler. Y para conseguirlo, además de crear más oferta pública, “los gobiernos podrían ajustar los incentivos fiscales, penalizando las viviendas vacías”, dice el documento, aunque también reconoce que esta medida no siempre termina beneficiando a las familias con menos ingresos.
“Los gobiernos podrían ajustar los incentivos fiscales, penalizando las viviendas vacías”, dice el FMI, que también reconoce que esta medida no siempre termina beneficiando a las familias con menos ingresos»
Sin embargo, el FMI no suscribe otra de las propuestas del ex vicepresidente del Gobierno porque concluye que los controles de precio del alquiler ya sea imponiendo un precio máximo o limitando las subidas anuales no se han demostrado eficaces: “No hay evidencias claras de que los controles de rentas hayan reducido las rentas, más bien parecen estar asociados con una menor oferta de viviendas”.
En todo caso, los autores del informe sostienen que los fondos europeos Next Generation son una oportunidad de invertir en vivienda social para reducir los problemas del mercado, a la vez que crean empleo que puede ayudar a una mejor distribución de las rentas.
El documento argumenta que el pago del alquiler es un problema cada vez mayor para las familias en algunos países europeos como España. De media, una familia destina un 27% de sus ingresos a pagar a los alquiladores, pero casi un 60% de los hogares que ingresan menos gastan más de un 40% de lo poco que ingresan a pagar el alquiler. Y esta situación se agrava entre los jóvenes y entre los que viven en ciudades.
El Fondo asegura que en los últimos años los costes de alquilar una vivienda son superiores a los de comprarla, debido a los bajos tipos de interés: un inquilino medio gasta en vivienda entre 1 y 1,5 veces más de lo gasta alguien que vive en una casa de su propiedad, medido en porcentaje sobre sus ingresos.
A esta situación se suma el constante encarecimiento del alquiler, especialmente en las ciudades. Entre 2013 y 2018 el coste del alquiler creció un 7% de media, según el documento, pero en algunas ciudades el encarecimiento superó el 30%
Los autores reconocen que, aunque no hay datos disponibles, la pandemia agravará esta situación ya que “muchos de los que alquilan son particularmente vulnerables a la crisis del COVID-19 porque trabajan en sectores con mayor interacción y suelen tener menos acceso al teletrabajo”.
Hay que recordar el enfrentamiento entre Pablo Iglesias y José Luis Ábalos sobre el asunto y cómo debía contemplarse en la Ley de Vivienda que todavía no ha presentado el Gobierno.
Podemos puso sobre la mesa una batería de iniciativas en el sector de la vivienda para presionar al PSOE que posteriormente incorporó a su campaña electoral de Madrid.
Planteaba que el precio del alquiler no debía superar el 30% del salario medio en las zonas “tensionadas”, es decir, aquellas en las que se detectan mayores aumentos en la cuantía de las rentas y donde se limitarían las subidas de precio.
La propuesta de Unidas Podemos vincularía la renta a los ingresos medios de la zona «tensionada” al precio del alquiler, una pretensión que iba más allá de la propuesta que los morados han hecho al Gobierno central que consiste en la limitación de los precios del alquiler a una cantidad marcada por el Ministerio de Transportes.
Podemos también proponía gravar y expropiar el uso de viviendas vacías de grandes propietarios y frenaría el proyecto urbanístico Madrid Nuevo Norte.
Las expropiaciones afectarían a la vivienda vacía de grandes tenedores, es decir, bancos, socimis, fondos de inversión o propietarios de más de 10 viviendas, para destinarla a alquiler social. “Así movilizamos la vivienda en aquellos casos que se incumpla la función social de la vivienda prevista en la Constitución mediante la cesión obligatoria de uso”, decía Pablo Iglesias en un vídeo en redes sociales.
Otra de las propuestas era precisamente el impuesto a la Vivienda Vacía, aplicable a especuladores y grandes propietarios, “que actualmente impiden que bajen los precios de los alquileres”.