Sus Señorías / Luis Carlos Ramírez ■
El fuego cruzado de Yolanda Díaz y Pablo Iglesias –con virulencia publica de sus ataques– aflora el ego de ambos líderes a la izquierda del PSOE para controlar un electorado que los lleve a renovar el poder. El Hemiciclo se divide a su vez en el debate de anuncios de ‘campaña’ con soluciones a problemas como la vivienda y las agresiones sexuales que ahondan las diferencias de la coalición de gobierno. El franquismo emponzoña, a su vez, el fútbol con indignación de la Generalitat y las acusaciones mutuas del Madrid y el Barça de ser los clubes del régimen. El CIS sitúa a Sumar por encima de Podemos en la intención de voto a costa del Partido Socialista.
El pulso que libran desde hace meses Yolanda Díaz y Pablo Iglesias todavía dará para varios capítulos cainitas y lacrimógenos hasta las elecciones generales con un final más que incierto. Los protagonistas desconciertan cada día que pasa a sus propios guionistas y a la audiencia, enzarzados en un lucha de egos que para si quisiera el vitriólico Quevedo e incluso los modernos culebrones. No otra cosa interpreta el líder de Podemos en la sombra y la vicepresidenta del Gobierno, a la que hoy repudia y amenaza en público su alter ego al sentirse traicionado por su alejamiento de la doctrina oficial.
En tiempo legislativo y preelectoral más que convulso, el hemiciclo se divide a su vez en el debate de anuncios de ‘campaña’ con soluciones drásticas a problemas como la vivienda y las agresiones sexuales que enfrentan de nuevo a la coalición de gobierno. Para que nada falte, hasta el franquismo emponzoña el fútbol con acusaciones mutuas del Madrid y el Barcelona de ser los clubes del régimen, y la indignación de la Generalitat que exige retirar el vídeo del NO-DO con imágenes del dictador en el Nou Camp recibiendo honores y vítores brazo en alto.
Iglesias, Díaz y el instinto de matar
El fuego cruzado de los dirigentes de las formaciones a la izquierda del PSOE se juega algo más que sobrevivir, de ahí la virulencia pública de sus reproches mutuos para controlar un electorado que los lleve a renovar el poder y dejar de ser la muleta del partido dominante. La líder de Sumar –que se autocalifica como honesta, fuerte, sincera, alegre, negociadora, inquebrantable y libre– asegura que “no” se va “a callar”, tras ser acusada de “traición” y de ponerse de perfil en los asuntos de Estado. Ítem más, se rebela contra su antiguo mentor al que reprocha no dejar “volar a la gente” y de estar “archipresente”.
Conscientes de que maestro y pupila se necesitan como el agua electoral de mayo, el nuevo predicador televisivo aboga por «seguir tendiendo la mano» a Díaz a pesar de los “ninguneos y los desprecios” para conseguir la «unidad», señalando además que ésta es «mucho más importante que la dignidad de toda la militancia». Advierte Iglesias de que está viviendo el “enésimo intento de matar a Podemos y conseguir que no exista”, y se pregunta a su vez quién tendría entonces la capacidad de defender lo que la formación mantiene sobre Europa, la OTAN, los “capitalistas despiadados” o los medios de comunicación.
El PSOE toma nota
El PSOE toma nota de los improperios de Yolanda Díaz –“sarta de hostias” según Pablo Iglesias– por llamar “machista” también a Sánchez, asegurar que no habría mantenido al ministro Grande-Marlaska en Interior y por “no ayudar” a la alianza con Podemos. La dirección socialista se sorprende de las declaraciones de la vicepresidenta, que en su opinión no va en la dirección correcta. El malestar incluye la salida de tono por calificar a Marruecos de “dictadura” y asegurar que rompería el acuerdo con el país alauita firmado por el Gobierno. La ministra de Educación y portavoz socialista, Pilar Alegría, recuerda que las decisiones del Ejecutivo son “colegiadas” y que no caben los “personalismos”. Ione Belarra, por su parte, advierte a presidente y vicepresidenta del Gobierno de que su formación no va aceptar ser un “adorno” del PSOE, ni tampoco su renuncia a “influir en la política” española.
Personalismos carismáticos
La campaña permanente que vive España agudiza el fenómeno que ya recorrió otras latitudes como vía para ejercer el poder con personalismos carismáticos. Recuérdese cómo acabó el todopoderoso dirigente griego Alexis Tsipras, transmutado desde la izquierda radical a un gobierno neutralizado por Bruselas. Algunos líderes hispanos todavía buscan como encasillarse en alguna de las diez clases de autoestima superlativa que enumera el investigador Duran Garlick, a saber: prestigioso, insaciable, envidioso, interruptor, sordo, manipulador, orgulloso, silencioso, jinete y hasta sabelotodo.
Ley de Vivienda tocada y contrarreforma del ‘sólo sí es sí’
El torrente de iniciativas desplegadas por Pedro Sánchez incluye hasta 160.000 viviendas sociales y 4.000 millones para fomentar el alquiler, que la oposición y sus socios nacionalistas califican de “bluf” y de pancarta, además de cuestionar la invasión de competencias autonómicas. La que podría convertirse en la primera Ley de Vivienda de la democracia nace tocada por la amenaza de recurrirla ante el Tribunal Constitucional e incluso incumplir sus preceptos.
El Senado tramita ya –con urgencia– la contrarreforma de Ley de Libertad Sexual, ‘salvada’ en la Cámara Baja por el PP –no sin exigir la dimisión de la ministra Montero–, con el rechazo de Podemos que recrimina el acuerdo ‘humillante’ del PSOE con la derecha. La humillación, según el socialista Patxi López, ha sido para víctimas tras la rebaja de penas por los tribunales. El acuerdo del bipartidismo pone fin al rosario de reducción de condenas y excarcelaciones de agresores sexuales propiciadas por la ley estrella del Ministerio de Igualdad.
Lapidario
“Que una institución como el Real Madrid cree una ‘fake news’ es indecente e irresponsable”
Patrícia Plaja, portavoz de la Generalitat (por el vídeo que vincula al Barça con la dictadura).
Nombres Propios
Vetos cruzados

Podemos y PSOE se vetan las comparecencias en la comisión de las ‘cloacas’ policiales, que citará de nuevo al comisario Villarejo y al expresidente de Banca Privada d’Andorra en vísperas de la campaña electoral. La formación de Belarra recrimina a su socio de gobierno centrarse sólo en la trama político-policial y frenar la mediática. Los socialistas replican que no es labor del Congreso investigar a periodistas, con el reproche de haber salvado a la ex dirigente del PP (Cospedal) y al exministro del Interior (Fernández Díaz) de acudir a la Cámara. Lo que no investigará el Parlamento es el ‘caso Azud’ ni la financiación del PSPV valenciano, tras el rechazo de esta comisión.
Sumar se estrena con fuerza

La formación de la ministra de Trabajo irrumpe con fuerza en la carrera electoral, a la que el CIS atribuye una intención de voto del 10,6% frente al 6,7% de Podemos. Sumar aparece como cuarta fuerza por delante de UP y detrás de Vox (11%), aunque incluye partidos afines como IU, Compromís, En Comú, Más País, Chunta Aragonesista (CHA) y Equo. El PSOE seguiría siendo primera fuerza política con un 30,4%, por delante del PP que se sitúa en el 26,1%. La irrupción de la plataforma de Yolanda Díaz, a costa de los socios coalición, mantiene al bloque de izquierdas por delante con 47,7% de apoyo, frente al 37,2% de la derecha (PP y Vox), más de diez puntos menos.