Cultura & Audiovisual / Equipo Lux ■
19 de julio de 1936. Casi toda Mallorca ha caído en manos de los sublevados. Dos agentes de la Guardia Civil se presentan en el 88 de la calle Aragón de Palma, recibidos por la esposa de aquél a quien buscan, Rogelio Fernández Aguiló. Ella se sorprende: su marido es un zapatero de 51 años encargado de la fábrica de zapatos Minerva del barrio de Santa Catalina.
“Se edita ‘Ficha nº 15. Postales contra el olvido’, relato novelado sobre la prisión de un trabajador de una fábrica de zapatos denunciado por un compañero que ansiaba su puesto en los días de la Guerra Civil”
Padre de siete hijos, familia de católicos practicantes y cuyos descendientes están bautizados, ha sido denunciado por un compañero de trabajo que aspira a conseguir su puesto ante las nuevas autoridades rebeldes. Se le acusa de ser delegado sindical de la fábrica en la que trabaja. El acusado tiene ideas republicanas pero sin protagonismo ni aspiraciones políticas. Voluntariamente acude junto a su cuñado al cuartel de la Benemérita.
Allí es inmediatamente detenido “por rojo”. Trasladado al puerto de Palma y encerrado en la bodega del ‘Jaime I’ de Transmediterránea que hacía la línea Palma-Barcelona. Las condiciones de vida son muy malas en un espacio carente de condiciones higiénicas, sucio y hediondo.
A las penalidades se une el bombardeo de la aviación republicana sobre instalaciones militares de Palma, mientras muchas familias tienen que trasladarse al campo para sobrevivir, donde no siempre son bien recibidas rechazadas por los vencedores al ser sospechosas de lealtad a la República.
Rogelio pasa por cárceles y campos de concentración (Can Mir, S’Aguila, Son Granada…) sin ser formalmente acusado. Con el peligro de una falsa ‘liberación’ fuera de Can Mir, donde otros, tras subir a un camión decomisado serán fusilados. Tan sólo un sacerdote puede entrar a Can Mir, la única persona con la que los presos y condenados hablan y cuyo principal cometido es que no mueran sin arrepentirse de sus “graves errores”.
Tras diversas vicisitudes, Rogelio, que escribe perfectamente y ayuda a otros presos a hacer cartas, consigue comunicar con su familia, a través de una postal dibujada por él mismo con ocasión de la Navidad, iniciando a lo largo de los meses de duro cautiverio un goteo de mensajes, mientras cumple trabajo forzado de sol a sol en condiciones de empleo-esclavo, en el que fabrica balas para el frente. Todos los mensajes deben pasar estricta censura militar.
Finalmente liberado, en la posguerra vuelve a confeccionar zapatos de encargo para antiguos clientes, intentando salir adelante con la precariedad de la época. En su taller tiene un recorte de una revista en la que aparece Franco con una gran captura de pesca. La familia nunca vuelve a recuperar la capacidad económica de antes de la guerra. En cuarenta años no le van a oír jamás hablar de política. Únicamente, poco antes de morir, tras las primeras elecciones democráticas, expresa su alegría por que se pueda votar libremente.

La historia salta hasta nuestros días. Antoni J. Escanellas Roig (1977), licenciado en Historia por la IIB, periodista en diversos medios de prensa escrita, radio y televisión, y bisnieto de Rogelio Fernández, recibe de manos de su madre una caja conteniendo unas postales conservadas como reliquia.
Tras reconstruir la historia con ayuda de familiares, prensa e investigación, ha creado un relato editado con un gran diseño y calidad de imagen a modo de historia novelada, publicado estos días por Plan B-Dolmen Edit. con el apoyo del Institut d’Estudis Baleàrics y de la Consellería de Cultura del Govern de Baleares, en doble edición en castellano y catalán, bajo el título ‘La ficha 15. Postales contra el olvido’. Un entrañable testimonio cuyo interés trasciende de lo meramente privado: Navidad, fiestas, cumpleaños bajo el relato del apretado mensaje de la cara posterior de tarjetas-postales. Una pequeña joya donde el latente dramatismo se agazapa en la cáscara de la ternura, y permite contemplar la guerra y sus consecuencias desde una nueva perspectiva cargada de humanidad.
“Tras su liberación, el protagonista de la historia jamás volvió a hablar de política durante cuatro décadas”