Luis Carlos Ramírez
“El panorama parlamentario se agita con el fuego amigo y las continuas afrentas de los socios de legislatura, cuyas exigencias ponen en jaque al Gobierno. Lo que algunos barones socialistas tildan de “comunión con ruedas de molino”, Podemos, Bildu y ERC lo convierten en munición para torcer el brazo al Ejecutivo. Sánchez conmina a evitar “polémicas artificiales”, mientras Ortuzar (PNV) avisa que la deslealtad de Iglesias puede pasar factura. Las “enmiendas protesta” republicanas exigen suprimir el presupuesto de la Casa Real y de los Tribunales de Cuentas y Constitucional”.
La discrepancia y disparidad de opiniones de los gobernados es tan antigua y legítima como la sinrazón de muchos de sus gobernantes. La misma incongruencia que lleva a Casado a renegar de la extrema derecha y gobernar con ella en tres comunidades, la aplica Sánchez flirteando cada semana con los partidos antisistema empeñados en “torcerle el brazo” y dejarlo en evidencia. Lleva razón el ‘viejo’ socialista Rodríguez Ibarra, el PSOE no es de Pedro Sánchez, sino de sus órganos de gobierno y de la militancia. Por mucho enojo que muestre el presidente con las “polémicas artificiales”, difícilmente podrá acallar a quienes critican haber incumplido su palabra para gobernar con Bildu, ERC e incluso Podemos, las formaciones que cada día tensan y ponen en jaque su relación con el ejecutivo y el propio Estado.
Del fuego amigo…
Lo que algunos barones tildan de “comunión con las ruedas de molino” que marcan los socios de gobernabilidad, el secretario general socialista lo considera “desleal” ante la necesidad de dialogar con todas las fuerzas parlamentarias para conseguir estabilidad y sacar adelante los Presupuestos. “Nos necesitamos unos a otros”, afirma el inquilino de la Moncloa tras advertir de que no aceptará vetos cruzados”, mientras su vicepresidente, Pablo Iglesias, se afana en repartir mandobles por igual contra la bancada “antisistema” de la oposición, la extrema derecha que “reivindica la dictadura” o los ministros díscolos que recelan de su formación.
Así, no es de extrañar que cada día aumente el malestar del viejo PSOE que en 1979 dejó de abrazar el marxismo para congregar a socialdemócratas, radicales, reformistas, moderados y hasta los renovadores que integran desde hace 140 años las distintas sensibilidades del partido más antiguo de España. Sus poliédricas aristas no han dejado de chirriar en la larga trayectoria inaugurada por su fundador –en su segundo discurso parlamentario en 1910–, reivindicando la supresión de la magistratura, del clero y el ejército, y que continuó enfrentando a prietistas con caballeristas, felipistas contra guerristas, renovadores vs. reformistas o, de manera más reciente, a sus barones contra Ferraz o contra su propio gobierno.
…a las afrentas externas
De puertas afuera, el panorama se agita cada día que pasa con el fuego amigo y las continuas “afrentas” de los eventuales socios de legislatura cuyas últimas exigencias ponen en jaque al ministro Marlaska tras la invasión migratoria que colapsa Canarias y la exigencia de Bildu y ERC de parar los desahucios mientras dure el estado de alarma. Las “enmiendas protesta“ del grupo republicano van mucho más allá, al pedir la supresión del presupuesto de la Casa Real o de los Tribunales de Cuentas y Constitucional, para “evitar financiar”, respectivamente, las “corruptelas” del rey emérito, la represión a los procesados por el referéndum ilegal del 1-O o sostener el “órgano más politizado y reaccionario” del país.
Otras exigencias como el blindaje de la inmersión lingüística, traslado de presos o la reforma del delito de sedición, se suman a la demolición de la reforma laboral, el control de los alquileres y la “insensible política de inmigración”, que incomodan no sólo a la bancada de ministros socialistas, sino a buena parte de su histórica militancia, que no descarta el impulso de un “movimiento cívico” para recuperar las esencias socialdemócratas y defender la Constitución.
Pacto de Toledo, ‘ley Celaá’, ‘comisión Volhov’
El Congreso da vía libre a la polémica ‘ley Celaá’ –octava norma educativa de la democracia– entre gritos de “libertad” y “adoctrinamiento” y la advertencia de recurrirla al Constitucional, que afianza la enseñanza pública, consagra la supresión del castellano como lengua vehicular del Estado o la prohibición de segregar por sexo en los colegios concertados. También van camino del Senado las recomendaciones del Pacto de Toledo que actualiza las pensiones con el IPC, refuerza la financiación de la Seguridad Social y acerca la edad real y legal de jubilación. La Cámara impulsa la comisión del ‘caso Volhov’ –sin la firma de Unidas Podemos– para investigar el presunto desvío de fondos públicos al expresidente Puigdemont, tráfico de influencias y eventuales contactos independentistas con Rusia para apoyar el procés.
El Gobierno ultima el anteproyecto de la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal que faculta a los fiscales para dirigir la investigación en detrimento de los jueces, y prohíbe a partidos y sindicatos ejercer la acción popular en casos de corrupción.
Brecha PP, Cs y Vox
El PP consuma un estrepitoso fracaso –con reproches de sus socios de Cs y Vox– en su intento de articular un ‘plan B’ jurídico para luchar contra el coronavirus sin recurrir al estado de alarma. El apoyo de PNV, Coalición Canaria, Foro Asturias y UPN no consigue adoptar restricciones mediante ley ordinaria reformando la Ley de Salud Pública. El PSOE congela su reforma del CPGJ, aunque avisa de que podría activarla en diciembre si el PP no mueve ficha para desbloquear la renovación de miembros del órgano de los jueces.
Lapidario
“Si fuera el presidente daría un puñetazo en el Consejo de Ministros, es una deslealtad que pasará factura al Gobierno”
Andoni Ortuzar, presidente del PNV (sobre la actitud de Podemos).
Nombres Propios

Insólita “empatía” de Calviño
La dramática situación migratoria de Canarias la despacha la ministra Calviño pidiendo “mantener la calma y no excitar el ánimo”. La titular de Economía reprocha así a la diputada Oramas sus «palabras grandilocuentes y las hipérboles” por describir el drama económico y migratorio de las islas, con 17.000 inmigrantes atrapados y la mitad de su población en paro, incluido el 62% de los jóvenes. La ‘empatía’ de la vicepresidenta del Gobierno, tras la desesperación de la diputada de CC, le lleva a pedir, sin embargo, su “apoyo” a los Presupuestos del Estado y “no hacer atajos con los temas migratorios”.

Difama que algo queda
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, vuelve a ser condenado por intromisión ilegítima en el honor de un asesinado, al que tanto él como el secretario de Comunicación de su formación, Juanma del Olmo, acusaron de forma “gratuita y sin contrastar” de ser un violador. El Tribunal Supremo, en sentencia firme, no llegó a probar tal agresión sexual, por lo que un juzgado de Leganés estima parcialmente la demanda de la familia del fallecido por vulnerar el derecho al honor. Echenique, condenado también por fraude laboral al contratar a un asistente, deberá leer en rueda de prensa el fallo.