Humor Asalmonado / Mateo Estrella
España podrá ser una democracia imperfecta, como cualquier democracia, pero se democratiza a pasos agigantados, valgan las redundancias. La reducción de las distancias sociales se deben en los últimos días a un concreto y poderoso medio de comunicación. ¿Me baso en tendencias sociológicas? No, mi observación nace de la docuserie ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’, donde el testimonio de la hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco, a través de Telecinco, congregó a millones de espectadores sin riesgo de contagio por el Covid-19.
Representantes de la clase dirigente, de las clases medias menguantes y de los estratos más desfavorecidos de la sociedad se reunieron frente al televisor, barriendo a todos los programas de la competencia. Al igual que Independentistas y constitucionalistas, hicieron un alto en sus querellas. Si esto no es democracia participativa, que venga su inventor, Clístenes de Atenas, y lo vea.
“Representantes de la clase dirigente, de las clases medias menguantes y de los estratos más desfavorecidos de la sociedad se reunieron frente al televisor”
Como casi todo el mundo ha contemplado el espectáculo, me ahorro la sinopsis. En domingos sucesivos se irán emitiendo otros capítulos para quienes quieran excitar sus mejores instintos. Hay otros datos que revelan el movimiento de igualación colectiva.
El más clamoroso lo ha protagonizado Irene Montero, ministra precisamente de Igualdad. Recién contemplado el episodio, publicó un mensaje vía Twitter en solidaridad con la famosa, supuestamente maltratada por Antonio David Flores antes de su separación tormentosa. Un día después, la ministra intervino en ‘Sálvame’, felicitando al propio programa por “visibilizar a las víctimas de la violencia de género”.
No debo olvidar a Ana Rosa Quintana, quien aprovechó la oportunidad para enviar un recado desde su espacio (todo queda en Telecinco) a la ministra: “Se convierte en tertuliana televisiva para saltarse el principio constitucional de presunción de inocencia. Un ministerio dotado con 451 millones que no ha sacado ninguna ley pero que gobierna a golpe de tuit y tertulia”. ¡Toma zasca!
Este preámbulo rosáceo-feminista nos lleva paradójicamente a la Economía con mayúscula. Quien seguramente no participará en ‘Sálvame’, ni siquiera en el formato De Luxe (pero nunca digas nunca jamás), es el gobernador del Banco de España. La gente lo sabe todo sobre Rociíto, pero amplias capas de la población ignoran quién es y a qué se dedica Pablo Hernández de Cos. Por su discreción a prueba de exclusivas, y porque, como leo en una semblanza, es «un técnico especializado en macroeconomía a quien difícilmente se le puede encasillar en una posición ideológica más allá de defender a ultranza la ortodoxia del consenso de Washington».
¿Qué es consenso de Washington?, se preguntarán más de uno y de una. Pues el conjunto de recetas neoliberales que hicieron suyas organismos como el Fondo Monetario Internacional, para aplicarlas en las crisis cíclicas de las economías de mercado. Algo que ha entendido, sin saberlo, Rocío Carrasco. Se dice en fuentes del cotilleo dignas de crédito, que cobrará por la serie entre 1,8 y 2 millones de euros. Así podrá solventar sus deudas. Como cualquier país que se asome al abismo, a causa de vivir por encima de sus posibilidades, y ha de ser rescatado.
Por un capricho de la coyuntura, han coincidido en el tiempo las revelaciones desgarradoras de Carrasco Jurado y el último informe lúgubre elaborado por el banco que rige Hernández de Cos. Las primeras han sepultado al segundo en cuanto a repercusión mediática, porque su dramatismo es muy superior al feo panorama 2021-23 que pinta la institución. A la gente le interesa poco la caída del Producto Interior Bruto, si se compara con las intimidades morbosas de una estrella mediática. Los expertos de un servicio de estudios son gente tranquila. Lo más que maltratan son los porcentajes.
“La gente lo sabe todo sobre Rociíto, pero amplias capas de la población ignoran quién es y a qué se dedica Pablo Hernández de Cos”
Las cifras de desempleo favorecen de forma abrumadora a Telecinco frente al Banco de España. Mientras este último prevé porcentajes de paro entre el 15 y el 18 por ciento, el único desocupado tras el ‘show’ ha sido el exmarido de Rociíto.
Quedan más cosas por llegar. Las pleamares de la política podrían llevar, en un futuro, tal vez próximo, al factótum de la cadena Jorge Javier Vázquez hasta el Ministerio de Cultura (su título de licenciado en Filología Hispánica supera la formación de muchas cabezas de los partidos). Con este giro en su carrera dejaría hueco para que los políticos cesantes fueran fichados por los ‘reality shows’, aligerando los Consejos de Administración en las grandes empresas, de por sí saturadas de exministros y otros altos cargos.